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Resumen de un mal año económico en España

No soy mucho de hacer resúmenes de estos que están tan de moda, porque no soy de esos tipos que tienen memoria de elefante, por lo que si me pusiera a sacar del baúl de los recuerdos los acontecimientos que más han podido ser reseñables, me dejaría más de la mitad.

Sí que puedo hablar del “sentimiento económico” que ha recorrido al país, y al mundo.

2010 se entonaba como el año de la recuperación. Y así a sido. Casi todas las economías han visto su repunte en la producción y en la mejora paulatina del empleo. Acompañado de cierto sentimiento de estancamiento y con ciertos problemas derivados de un déficit que para muchos es algo totalmente inaceptable.

Al mismo tiempo, hemos visto sufrir a países como Grecia o Irlanda. Desangrándose a los ojos de todos, pidiendo ayuda, mientras todos echaban la vista hacia España para ver si también nos caíamos de la bici.

Quizás esto sea lo peor del año. Pues a pesar de todas las reformas sociales que hemos llevado a cabo, a pesar de todos los recortes sociales que, gracias a los consejos de la señorita Merkel y el señor Obama, hemos ido quitando, a pesar de los test de stress de los bancos donde dábamos buena nota positiva, de tener una deuda no tan grande, y de superar todas las expectativas de crecimiento, siguen sin creer en nosotros.

Lo del crecimiento puede sonar a broma, pero a pesar de haber crecido poco, las previsiones que de nosotros hacían el BCE, la OCDE, o cualquier tipo de instituto económico eran mucho peores.

Por supuesto que hay una explicación que puede ser mejor o peor, pero que está ahí. La nota más importante del musical sigue sonando y está empezando a cansar a los que están más cerca. El paro, sigue empeorando.

No podemos negar esta evidencia. Los países occidentales ven nuestro paro del 20% y se acojonan. Muchos se llegan a preguntar como narices el país se sigue manteniendo con esas tasas de paro. No ha habido crisis sociales, y la única huelga que hemos tenido no tenía a los parados como protagonistas, sino a los trabajadores.

Creo que el paro ha sido como uno de esos “elefantes” que no se quieren ver. Un problema que no se soluciona con recortes sociales, ni con el recorte del gasto público, un problema que tendrá una muy lenta recuperación.

Y así encaramos el 2011. Con la esperanza de que los datos mejoren. De empezar a ver la luz al final del túnel, con la experiencia ya aprendida
de que cuando comenzó 2010, muchos ya lo hacían.

Que nadie dude del crecimiento. 2011 será un año en el que España sacará pecho. Pero ¿y qué? Que no nos cieguen. Lo importante no es el crecimiento, si no el nivel de vida, la seguridad en todos los aspectos de la vida diaria, como el trabajo o la jubilación. Lo importante es que todo el mundo pueda sostener a su familia.

Tenemos por delante unas elecciones autonómicas que decidirán en gran medida el curso del año hasta las generales. Si España decide la sensatez y vota de acuerdo a su ideología, veremos un realzamiento de los países de izquierda (los de verdad). Si en España triunfa el voto de castigo, los extremismos y el “me paso al otro lado por que yo lo valgo”, el PP se crecerá con algo que no merece.

Políticamente hablando, el sistema aun es peor. En Economía, el concepto más importante y clave para la rama teórico y práctica es el concepto de “coste de oportunidad”. Absolutamente nada es bueno o malo si no se compara con el coste de oportunidad. Es como el punto de referencia en física. No podemos no preguntarnos, qué pasaría sí… y ¿Qué pasaría si estuviera el PP gobernando?

¿Tendríamos menos recortes sociales? ¿No habrían aumentado la jubilación? ¿No habrían puesto la Ley Sinde (llamado de otra forma, claro)? ¿No habrían bajado el sueldo a los funcionarios?

Porque lo peor de todo, y quizás, personalmente es lo peor de este año que se va (en el plano ideológico), es que la izquierda no ha sabido hablar, o no se le ha escuchado. El PP ha mantenido el monólogo de discordia contra el PSOE como si fuera el único posible, el único existente.

2010 ha sido el año del estancamiento. Político, ideológico y económico. Un año negro del que cualquier aspecto positivo viene acompañado de otro negativo.

Por ello debemos tener fe en lo que viene. Mirar hacía delante con optimismo y encarar 2011 como se merece. El año en el que las cosas volverán a suceder de nuevo.