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Aragón y sus líderes políticos juegan a repartirse otra vez Aragón sin programa

José Ángel Biel desde el PAR o lo que más claro desde el Gobierno de Aragón, está intentando romper con el PSOE a toda costa. Quiere mejor dicho, que Iglesias rompa con él, le cese y lo despida, para sentirse así más libre de hacer en campaña lo que le venga en su real gana.
A Biel y al PAR le sobra ahora todo lo que huela a PSOE y a Iglesias, pues ya ha elegido compañero de viaje para dentro de dos meses y los cuernos están puestos y pulidos. Diríamos que Iglesias y el PSOE aragonés van a pagar el error que supuso mantener al PAR como único socio durante tantos años, sin procurar tener recambio antes. Aragón saldrá perdiendo de estas tontadas de estrategia.
Saldrá perdiendo relativamente, pues a falta de movimientos de última hora es muy posible que el próximo Gobierno en Aragón tenga color azul del PP, con o sin el PAR. Otra cosa no, pero listo el Biel, un huevo.
Ahora el Iglesias nos está saliendo con que igual se presenta por Huesca, para engañar un poco más y dejar en evidencia a Eva Almunia, por mucho que insistan todos que ella será la candidata a Presidenta de Aragón. ¿Pero libre o tutelada?
El gran problema del PP no son tanto sus ideas, que lo son pero están admitidas por sus votantes, como sus líderes nacionales y regionales. No tienen carisma suficiente y lo que podría ser más grave pero que la gente perdona, no están pegados a su sociedad, no conocen y trabajan bien la calle, el territorio. Insisto en que la sociedad esto lo aparca a la hora de votar, pues se vota con los hígados más que con la cabeza. Más en “contra de” que a favor de un proyecto o de unos programas. Así no hay garantías de que algo saldrá medianamente bien.
Volveremos dentro de un mes a desconocer qué quieren hacer los partidos por Aragón y los aragoneses a poco que simplemente escuchemos a bulto. No interesa decir qué se quiere hacer, sobre todo para que luego no se los recuerden. Se irá haciendo sobre la marcha o lo que es más seguro. No se irá haciendo nada, pues no hay “dinericos” de verdad. Mal lo tienen los que salgan elegidos; claro que peor lo tendrán los que no salgan.