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Los cinco puntos anticrisis que acordaron Sarkozy y Merkel ayer

En la reunión que ayer mantuvieron Sarkozy y Merkel se sacaron cinco puntos económicos clave que destaca Lainformación.com Sigo sin entender porque estos cinco puntos tan importantes para el devenir de la Europa del futuro tienen que decidirlos Sarkozy y Merkel en una reunión bilateral y no en una Cumbre conjunta; pero parece cada vez más claro que Merkel marca los caminos e invita a Sarkozy a seguirlos. Los analizamos a continuación.

1. Limitar el déficit en la constitución de los países miembros

Creo que nos vamos de vareta y mucho. Una cosa tan maleable como es un simple número ficticio que hemos supuesto como barrera psicológica a la hora de pedir deuda no puede introducirse dentro de algo tan difícil de cambiar como la constitución. Puede haber situaciones donde un aumento por encima de ese límite estén justificadas, crisis que aun no sabemos como pueden arrastrarnos. Controlar el déficit, crear organismos que fomenten una supervisión más estricta del déficit, castigar a los países que superen el límite de déficit, me parecen medidas suficientes en una economía sana. ¿Vamos a permitir que ciudadanos se puedan endeudar durante 40 años y no que un Estado pueda crear déficit durante uno o dos años bajo circunstancias que lo permitan? ¿Tampoco los países con una deuda irrisoria? De hecho, ¿Por qué este límite no se hace sobre la deuda? ¿No es más normal limitar el que un país se pueda endeudar hasta un 120% de su PIB a limitar el que un país pueda aumentar su deuda de un 30% a un 35% de forma circunstancial?

2. Crear un gobierno económico europeo

Nos ha fastidiado, pues claro. ¿De qué sirve vender al mundo que eres una unidad económica fuerte si ni siquiera tienes un gobierno económico conjunto?

3. Armonizar el impuesto de sociedades

Esto es necesario para que países como Irlanda (con una tributación bajísima) no se lleven todo el capital y nos deje al resto a dos velas. Pero habría que ampliarlo a muchas otras cosas, aunque cierre de manera abrupta la libertad económica de los países.

4. Imponer una tasa a las transacciones financieras

Ya veremos como se impone y como acaba resultando. En un principio teórico la imposición sobre capitales suele ser lo peor, excepto si se hace en conjunto, y a nivel práctico es necesario para, al menos, vender una solidaridad real entre rendimientos de capital y trabajo.

5. Retrasar la llegada de los Eurobonos

Al final los acabarán poniendo, pero cuando la crisis haya acabado y Grecia, España e Italia no les pueda joder el chiringuito. Pero esto nos sigue planteando la duda. La duda que puede hacer que todo este castillo de naipes europeos se venga abajo. ¿De qué hablamos aquí? ¿Del bienestar de Europa o del bienestar de Francia y Alemania? ¿Importamos algo realmente en Europa?