Páginas

Qué es la renta básica, el salario social, la renta de ciudadanía?

La renta básica, el salario social o la renta de ciudadanía son conceptos que cada vez suenan más, como forma de supervivencia en una sociedad compleja, donde el trabajo y con ello el salario es una activo complicado de mantener.

Cada vez está mas claro que el ciudadano por serlo, necesita de un salario de supervivencia cuando sus situaciones económicas van mal. Es una idea de la izquierda crear ese salario que se puede llamar de muchas formas, que se practica ya en algunos países, y que se paga e integra con los impuestos. Es un salario para todas aquellas personas que a partir de la edad de trabajar no tienen un medio de subsistencia propio, un trabajo suficiente, una manera de poder vivir.

Hay que tener en cuenta —o primero— que no es una caridad, no es algo que te dan en un albergue, es un derecho para todo ciudadano, viva como viva, arraigado o no a una vivienda o a una familia. Es el derecho para tener la seguridad de que no va a ir a peor tu vida de lo que ya va cuando no tienes trabajo.

¿Qué cantidad mensual debería tener esa renta básica? Tenemos el salario mínimo interprofesional como primera cantidad para medir. En España por cierto, el SMI es bajísimo. Podemos partir desde analizar esa cantidad de renta básica entre el 100% de dicho SMI al 50% del mismo; aquí podremos discutir y defender distintas posturas.


¿La renta básica debe ser para todos los ciudadanos? Para todos, a partir de los 16 años de edad hasta su fallecimiento siempre que hayan estado viviendo dentro de una familia que haya cotizado en impuestos un mínimo de 10 años por poner un límite de ciudadanía arraigada. Aquí hay diversas maneras de entender y matizar esto. Todo es analizable.

¿Y los que ya trabajan, son pensionistas o ganan suficiente también deben cobrar la renta básica? Para esos existe la declaración de IRPF en donde se puede sustituir o cambiar el mínimo exento o la cantidad mínima que te quitas de la base imponible por persona o familia. Esta cantidad mensual que se propone, se cobraría cada mes si no se tiene nómina de empresa o pensión y se restaría cada año de tu IRPF si tienes nómina o pensión. Para los que trabajan no les representaría ingreso, pero en cambio para los que no tienen trabajo sí que recibirían cada mes un sueldo mínimo.

¿No supondría la renta básica la creación de una sociedad de vagos? No es así en otros países.
En ellos cuando una persona tiene ingresos por capital, debe pagar el 30/40% de la mitad de sus ingresos si cobra el salario de ciudadanía o renta básica, el 50% de la otra mitad de ingresos hasta completar el total de salario. No hay casi nadie que se convierta en vago por cobrar un salario de por ejemplo 400 euros mensuales, pero por esos pocos, no se puede dejar de solucionar otras muchas injusticias. La renta básica es eso, básica y además parte de ella revierte al sistema en forma de impuestos al consumo. No se nos debe olvidar que esa renta sirve para gastar, consumir, pagar, sobrevivir.

¿Cuántas viudas, amas de casa sin posibilidad de encontrar trabajo, jóvenes estudiando, parados de edad alta y gran duración, tienen que vivir de la caridad por no tener una renta básica garantizada? Los estudiantes por ejemplo podrían cobrar este salario mínimo como crédito a devolver una vez encontrado trabajo y en un tiempo de 5/10 años y sin intereses. Cobran la renta básica cuando no trabajan pero sí estudian, y tienen que devolver lo prestado por el Estado con los primeros sueldos y cuando trabajan, para compensar el coste que representa a todo el país sus estudios.

¿Y de donde saca el Estado los gastos que representa la renta básica para que cuadren las cuentas? En Francia supone menos que el déficit de Air France, pero con retoques en ciertos ingresos altos se puede compensar perfectamente. Los tramos de cotización por IRPF se pueden modificar, como se pueden modificar los impuestos sobre repartos de dividendos, o se pueden incluso bajar bastante estos mismos impuestos cuando los beneficios empresariales se dediquen a inversión o a I+D+I o a la creación de puestos de trabajo. Se pueden subir los impuestos a los grandes Centros Comerciales o de ocio, a las empresas a partir de un tamaño de facturación determinada y unos beneficios mínimos, controlando además el delito fiscal o las contabilidades cocinadas, etc. Hay mucho colchón en el que la izquierda se puede mover para hacer posible lo que puede parecer imposible y sin asustar a las empresas ni a la sociedad. La deslocalización de este mundo globalizado no busca más que sueldos de producción muy bajos, a veces tan bajos, que es imposible competir si nos atenemos solo a esos baremos. La forma de defender las empresas, las industrias en los países industrializados del siglo XX tienen que ser otra que impedir repartir más y mejor los beneficios del Estado.