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No necesitamos un pacto de Estado. Necesitamos credibilidad

En los últimos días estamos asistiendo a una sopa de declaraciones que nos llevan hacia el camino de un posible pacto entre Rubalcaba y Mariano Rajoy. No tanto entre el PP y el PSOE pues en uno hay militantes populares que no desearían darle ni agua a los socialistas y en el otro hay socialistas de verdad que odian las políticas que está llevando a cabo un PP desbocado y antisocial.

Esta sopa espesa que nos dulcifican para hacérnosla tragar es desustanciada para el PSOE, que entra —dice— con razones de Estado a pactar con Rajoy para plantar cara a Europa. Está bien, suena bien, pero es sopa grasienta.

Europa no se cree a Rajoy y menos todavía a Rubalcaba. Lo que hay que enseñar en Europa son soluciones reales al desempleo, es menos corrupción de todo tipo, son líderes nuevos que empiecen a ser creíbles entre la sociedad española. Servirles la suma de dos ceros es muy poca cosa a quien le debemos los millones y nos tienen que creer.

No hay que pedir pactos de Estado cuando lo que hay que pactar es miseria. Los pactos de Estado están bien cuando se habla de futuro o de ideas, cuando se habla desde la credibilidad y el deseo social de trabajar junto a los dirigentes. Cuando la sociedad odia a los políticos, hagan lo que hagan sin resolver antes este drama, sonará a falso. Será una herida mal curada.