Páginas

Burger King decide qué debemos ver nosotros. ¿Podemos decidir nosotros qué comer?

Otra vez un anunciante, Burger King, anuncia a bombo y platillo que retira sus anuncios de un programa de televisión por haber emitido algo que a ellos nos les ha gustado. Mal. En este caso la cadena de hamburgueserías Burger King, criticado muchas veces por servir comida llamada basura, decide presionar a una cadena de televisión española retirando sus anuncios, de los que vive la televisión.

Esto es presionar hasta la manipulación e intentar que se emitan solo programas que sean de sus gustos. Permitir esto sin chillar es perder libertad. El poder lo tenemos los consumidores, viendo la TV que queramos y comiendo los bocadillos que nos de la real gana.

Yo no apruebo el gusto de cubrir a una concursante con chocolate, pero menos todavía que una marca comercial (o cien) quiera que todos nosotros tengamos que ver aquellos que a él le gusta y no lo que a esta multinacional NO le gusta. Eso es manipular con su poder, esa libertad de prensa que en España tenemos (casi), en este caso de televisión. No es nuevo, es habitual incluso sin que se diga, tanto retirando anuncios como al revés poniendo anuncios que obliga al medio a tener que hablar bien de ciertos poderes, pero darle publicidad de buen samaritano a la decisión de presionar y permitirlo nosotros, los consumidores de todo, es traspasar un punto imposible de admitir.