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Trampas en la formación. Trampas contra los trabajadores peor formados

Todavía no sabemos qué tienen en común las trampas de la formación en Madrid con las de Andalucía, pero todos estamos ¿descubriendo? a través de los juzgados que la formación continua, la formación profesional para adultos, la formación para desempleados era una cueva negra y muy amplia donde se escondían los lobos. ¿Dónde estaba la izquierda o la derecha política que no dijo nada cuando debía decirlo?

Si estábamos cercanos a la formación profesional reglada de alumnos en los años 1990 ó 2000 conocíamos también la formación profesional continua para adultos y sabía que era mala e intuíamos que era lugar para desviar ayudas de todo tipo. Se ofrecían de cara y sin taparse nadie, cursos inútiles—sin acudir a ninguna aula— para dar títulos en papel que no servían para nada pero de los que se cobraba un buen pellizco público pues a la empresa nunca le costaba nada. O se realizan decenas de cursillitos de calidad baja sin lograr nunca tener contacto real con el mundo de la excelencia o de la necesidad profesional por un simple motivo de falta de profesorado técnico de calidad a los precios que se deseaba pagar por ello.

Eran los tiempos del dinero europeo que se repartía alegremente. Eran los tiempos de disimular y hacer como que se creaba formación cuando lo que se hacía era esconder muchos millones a costa de algunos libros o de horas presenciales con profesores en muchos casos de perfil bajo. Todos fuimos culpables por no exigir claridad y más información. Que ahora lo digan todos ¿no?

Nadie denunciábamos, pues los organizadores eran en muchos casos los sindicatos —¿amigos o enemigos de los trabajadores que SI necesitan más formación?— y en otras o academias débiles u organizaciones diluidas que acudían a ofrecernos algo de la formación que no existía. Sabíamos que era formación de mala calidad pero también que no había otra cosa. Nadie dada la cara.

Ahora son los juzgados los que tienen que acudir a meter mano en todo esto. Joder qué tontos hemos sido desde la izquierda cuando creíamos que nos gobernaba otra izquierda.