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A veces la vida pende de un hilo que busca ser libre

A veces la vida pende de un hilo, de una ramita seca, de un cordoncillo que nos ata a la alimentación o a las sensaciones. Esta planta cuelga de un balcón del Casco Histórico en una gran ciudad. 

No hay mucha luz pero la planta he decidido seguir viva aunque haya perdido todas las hojas intermedias. Busca luz y vida, se aleja de su corazón como queriendo ser libre, sin saber qué le espera. Es un espíritu curioso, pues lo cómodo sería no crecer, no buscar fuera lo que tiene cerca de la maceta y la tierra. Una planta libertaria, seguro.