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No sé quien es el muerto, aunque me guste su tumba leonesa

La Catedral de León es una colección de obras de arte maravillosas. Os dejo una tumba de la que no pudo apuntar el nombre del morador, aunque sería lo de menos. Observemos qué bien está el muerto, rodeado de todo lo que él necesitaba. Boatos como los grandes mandamases de la Iglesia, una corte de santos que rezan por el muerto, con incienso, lágrimas y luces de mortaja. La parte superior no se ha podido conservar, sin duda por que algunos vándalos de cualquier tipo la han destrozado. Criticar los boatos, los lujos absurdos, no tienen nada que ver con agradecer el arte y admirar la belleza de muchas obras religiosas. El ambiente de esta tumba es cinematográfico, es de una belleza muy planificada. Pero no sé quien es el muerto, cachis.

Nota.: Ya sé quien es el difunto. Parece ser Martín Fernández "El Zamorano" un Obispo de los que empezaron a construir la gran obra de la Catedral de León. Y los deterioros del mismo tienen más que ver con las humedades que con los vándalos. hay que aclararlo.