Páginas

Ayer Ana Pastor enseñó lo que hay que hacer en privado y no en público

El programa de ayer domingo en La Sexta, El objetivo”, entrevistando la periodista Ana Pastor al nuevo político Pablo Iglesias es el claro ejemplo de que hoy ser político necesita de cierto entrenamiento. 

Y el ejercicio que vimos ayer es el ejemplo más claro de qué tipo de entrenamiento deben sufrir los propios candidatos a políticos, para aprender a defender sus posturas. De todo hay que aprender, incluso de ser natural y creíble.

Lo malo para Podemos y Pablo Iglesias es que el ejercicio de entrenamiento se hizo ante tres millones de españoles y no solo antes media docena de militantes que juzgan, enseñan, aprenden y modifican.

La periodista hizo muy bien de policía malo, aunque a mi no me gustó nada su papel. El periodismo debe rascar hasta lograr los datos, las opiniones, las palabras. Pero rascar no es igual a dar bofetadas en la cara con vídeos que no sería capaz de sacar a decenas de otros políticos más duchos en la defensa y el ataque. Pero el gran error es el de Pablo Iglesias, que no vino aprendido de casa. Otros periodistas contrarios sí han tomado buena nota de la fragilidad de la figura de cuarzo.

Yo recomiendo a cualquier partido político el mismo ejercicio que ayer, pero en su propia casa y con cámaras que graban, pero no con espectadores que se sorprenden. Y tras este feroz ejercicio de boxeo dialéctico, aprender a defenderse. Nada se aprende mejor que practicando.