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En el cielo me han dicho que se come mucho marisco

Hoy es un gran día para todos. El SMI, ese salario mínimo que tanto afecta a muchos españoles, va a subir tres euros al mes, que es como 10 céntimos al día. Bien. Estamos contentos. No queda claro cuanto nos quitará el IRPF de esa gran subida que ha logrado titulares en todos los medios, pero no creo que sea una barbaridad. Ya vamos saliendo de la crisis, aunque todavía no podamos comprar más pan con la subida. Ni una barra a la semana más, pero en diez años salimos del hambre a la miseria, seguro.

En EEUU siguen a la caza del negro por parte de la policía y es que allí ven muchas películas de tiros y no se acostumbran a que los blancos suelen ser tan malos como los verdes e incluso que los marrones. En España durante cuarenta años nos convencieron que los malos eran los rojos y aun estamos en eso. Ahora quieren hacernos cambiar y nos cuentan que los malos de solemnidad son los morados, pero nos empeñamos en no creérnoslo. Somos unos exquisitos.

De momento ya nos han dicho los americanos que la sangre de los gays es tan buena como otra cualquiera para las donaciones, lo que es un avance. Esto hay que creérselo desde la fe más absoluta, pues la sangre de un gays está en pecado, y si se multiplica en nuestro cuerpo me ha dicho el confesor que no podré ir al cielo. Una putada, o eso dicen. Lo mejor es no preguntar si te la tienen que poner. Por si acaso. Que en el cielo me han dicho que se come mucho marisco.