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Largo Caballero y el Campo de Exterminio de Sachsenhausen

 Una de las visitas más conmovedoras de esta año 2016 fue la que realicé en septiembre al Campo de Trabajo y luego de Exterminio de Sachsenhausen, en la ciudad de Oranienburg, cerca de Berlín. Al recorrer durante toda una tarde aquellas calles, los edificios, los suelos, los vacíos, te das cuenta de que el ser humano es mucho peor que los animales. Simplemente hace falta que quiera serlo.

Estos terrenos que vemos en las imágenes son las calles vacías donde nadie podía pisar. De la valla o el muro hacia este interior del campo, había cinco metros de tierra de nadie, donde los prisioneros no se podían acercar y mucho menos pisar. Una valla electrificada y dos zonas de alambradas separaban al prisionero del muro. Una zona minada les esperaba. 

Pero podían ver y escuchar la libertad. Al otro lado, donde vemos los árboles, existía la vida de los alemanes que como guardianes tenían casino y hacían fiestas, vivían con sus familias si eran cargos del campo, tenían tiendas y bares, pues había que mantener a los jóvenes soldados de las SS con la moral alta.

Eran dos vidas bien diferentes, separadas por un espacio casi vacío. La muerte de este lado. La vida feliz en el otro. Desde altas torres de vigilancia observaban que la libertad de los presos terminara en la zona de piedra, de gravilla. Siempre apuntando por si alguien se equivocaba o quería morir.

Una libertad para poder trabajar mientras estuvieran muy fuertes, aunque fuera a costa de andar durante horas y horas sobre diversos tipos de terrenos que a modo de prueba se habían creado allí dentro, para que se probaran los materiales de las botas de campaña del ejército alemán.

Visitar los hornos crematorios, el sótano donde estaban las mesas de baldosines donde sometían a los prisioneros a experimentos médicos, produce temor y rabia, miedo y asco. Todos eran seres humanos. Increíblemente humanos.
 
Todos aquellos edificios se intentaron destruir al llegar los rusos a liberarlos, pero se sabe que tras la liberación se siguieron empleando aquellos que se lograron salvar de la destrucción, aunque cambiaron el tipo de prisioneros sin saber para quien se empleó aquel Campo que ya era de Exterminio. 
 
Nunca se sabrá qué sucedió tras la liberación, pero sí sabemos que en estas tierras estuvo detenido en los dos últimos años de control nazi, el Presidente español y socialista Largo Caballero. 
 
Nos contó un guía español del campo de Sachsenhausen, que Hitler llamó a Franco para decirle que tenía aquí detenido al que había sido Ministro y Presidente de España, dirigente del PSOE en la II República. Y que le preguntó que qué quería que hiciera con él. Y que la respuesta de Franco fue que hiciera lo que quisiera, menos dejar que volviera a España vivo. 
 
Estuvo dos años en el Campo de Trabajo y Detención que se iba convirtiendo en un Campo de Exterminio, atendido en la enfermería pues tenía 72 años cuando entró detenido; y tras ser liberado el Campo por las fuerzas rusas y polacas, fue recibido con honores de Presidente y trasladado a París, aunque sólo logró vivir algo menos de un año más en libertad.  
 
Nunca volvió vivo a España, hasta que en 1978 trajeron sus restos a Madrid en un acto que congregó a más de 500.000 personas en su sepelio.

¿Quien manda en España? ¿Para qué sirve votar?

El PSOE solo comunica de arriba hacia abajo, es una correa de transmisión desde el Estado hacia la sociedad. Así no supervive un partido. Se convierte en nomenclatura”. 
Jesús Ibáñez (sociólogo), 30 - 10 - 1990
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Esta frase recordada ahora por “VientoSur” refleja claramente una repetición histórica de una concatenación de errores históricos que tienen un precio excesivo para la historia de España. Ayer Pedro Sánchez, dolido y derrotado explicó cómo recibió presiones brutales de grandes empresas y medios de comunicación en televisión.

 ¿Por qué no las denunció en el mismo momento de recibirlas?

 ¿Cuántas han recibido y cuántas han tenido que tragar en el PSOE?

 ¿Quiere decir que los Barones también las recibieron en sus territorios y por eso actuaron como actuaron?

 ¿Cómo podemos permitir que las grandes empresas marquen quien debe gobernar en España, dejando sin valor el voto de los ciudadanos?

 ¿Se permitiría algo así, sin dimitir nadie, en países como Francia o Reino Unido, u otros países europeos?

Friburgo y sus canales, sus ventanas y colores

En la ciudad alemana de Friburgo podemos contemplar además de sus clásicos Bächle, unos pequeños arroyos por el centro de la ciudad de los que en otro momento hablaremos, una serie de canales que cruzan la ciudad en su zona histórica, y que permiten disfrutar de pequeñas plazas verdes, casas y restaurantes con ventanas a estos pequeños ríos, formando un típico y bello paisaje alemán, que no resulta igual de agradable en invierno con nieve que en verano con sol y flores.

Las ventanas juegan un aspecto decorador importante en muchos centros históricos urbanos de las ciudades pequeñas, y en Friburgo no podría ser menos. La mezcla de agua y arroyos, con flores y zonas verdes, más ventanas típicas, crean el ambiente urbano que da personalidad a las ciudades.

Los jóvenes nos hablan de su formación laboral

¿Qué piensan los jóvenes españoles sobre la formación que reciben, y su incidencia sobre el empleo posterior? 

Esta pregunta que admite una respuesta rápida y sencilla —es mala, o al menos insuficiente— también es interesante para escucharles a ellos, que son los que se tienen que patear la calle buscando su futuro, para saber qué se encuentran a la hora de poner en valor la formación recibida.

Se habla de algo que en este blog (o en otros del mismo autor) hemos escrito mucho desde hace excesivos años. 

Las Universidades y las Escuelas de Formación Profesional deberían realizar más integración, más trabajos conjuntos, más sinergias entre profesores y profesionales de empresas.

Hablan de que las empresas solo realizan formación para los trabajadores que a ellas les interesa. 

Y esto es verdad. Tanta verdad, que para eso deben estar los sistemas públicos de formación de calidad. 

Las empresas buscan “su” beneficio, aunque a veces sea de forma equivocada. 

Y debe ser la sociedad la que busque el beneficio de ella misma, con programas y leyes que sirvan para crear unos ciudadanos más formados y útiles ante el mundo laboral del futuro.

La formación va unida a la economía de una sociedad, a su capacidad de caminar hacia la excelencia como Estado válido. 

La formación debe ser constante, válida, actualizada y de gran calidad. Y para ello nunca debe ser obsoleta o anquilosada y quieta. 

NO hay que cambiar leyes, ni métodos que ayuden a alcanzar la meta fijada, pero sin duda hay que cambian constantemente contenidos y formas.

Ayúdanos a cuidar las zonas verdes. Carteles de Murcia

Aunque parezca innecesario, hay que estar constantemente recordando que las zonas verdes debemos cuidarlas entre todos. Y hay que insistir con carteles, pues los ciudadanos somos muy dados a pensar que aquello no es “nuestro” sino del Ayuntamiento, que les parece un órgano político de nadie o de unos pocos.

EStos carteles son de parques de Murcia. La limpieza de sus zonas verdes es alta y el cuidado también. No es una ciudad muy grande, como para que nos parezca necesario tener que estar recordando que hay que cuidar las zonas verdes. Pero en cambio se hace, como método de recordatorio constante.

En este caso además, se ha creado un diseño de cartel que no molesta al entorno y resulta agradable entre los jardines.

Qué valoran los jóvenes de un trabajo?

En una encuesta realizada a jóvenes españoles sobre sus posibilidades de empleo, de ampliar formación, de lo que ellos ven sobre el futuro y sus posibilidades, se les preguntaba también por los aspectos que más valoran a la hora de dar una importancia positiva o no a una oferta de empleo.

Os he remarcado los cinco aspectos que más valoran los jóvenes.

Que sea un trabajo estable, seguro
Que proporcione ingresos justos
Que el trabajo sea interesante
Que se ajuste a la formación recibida
Que les ofrezca posibilidades de crecer

Peticiones leves, razonables, lógicas, nada elevadas, y que por desgracia es lo que ahora se pide. Y aun así se admite que es muy complicado encontrar un empleo digno. ¿Nos estamos dando cuenta de hacia dónde nos estamos dirigiendo como sociedad?

Campo de Trabajo de Sachsenhausen en Oranienburg, Berlín

Una de las cosas más desagradables de mi vida la tuve en septiembre de este 2016. Visité el Campo de Trabajo de Sachsenhausen en la localidad de Oranienburg, muy cerca de Berlín. La vista duró más de dos horas, lo suficientemente larga como para sufrir un poco. El guía era español pero llevaba viviendo varios años en Alemania, sabía bien qué debía decirnos y qué debía sólo dejar que lo intuyéramos nosotros. No es una visita agradable.

Ahora estoy leyendo algo más sobre aquella guerra, aquellos años, la barbarie de unos fanáticos que creyeron en la guerra como herramienta para limpiar. Recuerdo las celdas de castigo, la zona donde debió estar Largo Caballero, los crematorios de los últimos meses, la zona de los comedores. Recuerdo la “tierra de nadie” donde no se podía pisar. Y el suelo. Sí, el suelo.

Recuerdo que dentro de lo imposible quise imaginarme que aquellos mismos suelos habían sido pisados por personas rotas, sin libertad, sin dolor ya, sin esperanza de salir vivos.Que aquella hoja seca atrapada entre las alambradas, era un signo de dolor recordado.

Recuerdo también que recogí un pequeño trozo de una vieja grava pegada, sabiendo que era imposible que aquello hubiera sido pisado por nadie en los años 40, pero que para mi representaba en aquel momento esa sensación absurda de intentar sacar de aquel horror algo hacia el exterior, llevándome el negro del horror.

El ser humano puede dejar de ser humano. Cuando lo hace no se convierte en animal. ¡Ójala! Los animales no se matan por el placer de mirar como se mueren sus congéneres.

Libertad, seguridad, manipulación, paz

Para cualquier sociedad es un gran fallo que se mueve hacia el “fallo” de las puertas sin cerraduras, que no exista un sistema propio y cercano en el que confiar y al que entregarse. Si esto sucede en un país, cualquier otra cosa peor puede suceder. Un sistema plural, pero un sistema asentado y tranquilo, que se sabe mover entre dos distancias relativamente cercanas.

Las sociedades siempre quieren vivir en el engaño —curiosamente admitido incluso con sonrisas de bondad— de que están siendo dirigidas. Ni bien, ni mal gestionadas. Simplemente dirigidas. Y siempre habrá una minoría que se rebele contra ese dirigismo, como es lógico y en un perfecto derecho de autodefensa y libertad.

Durante siglos era la religión pura quien dominaba con sus miedos a las sociedades, ahora en estos dos siglos últimos podría entenderse que ha sido la política, pero en realidad ha sido una mezcla de religión con economía.

—¡Confía en nosotros, que estamos haciendo lo único que se puede hacer!

Lo malo para esas sociedades tipo “rebaño” en su mayoría, es cuando ya no hay nada que sintamos emana con fé y que nos vigila, nos gobierna, nos cuida incluso. El momento en que no nos sentimos atados a algo paternal. Vuelven los miedos pues nadie hace de “padre” social.

En realidad y de forma triste, necesitamos ser sociedades paternalistas, que somos incapaces de vivir desde una organización formal libre, es decir sin organización que nos dirija.

Y lo triste es que debemos (necesitamos en el interior) admitir que la libertad total de la sociedad no es posible, ni incluso positiva. Y sé lo que quiero decir, aunque suene muy feo.

La libertad total y para todos, sin medida, sin miedos, sin manipulaciones exteriores, es imposible entenderla como algo positivo, aunque nos parezca todo lo contrario a una minoría. Es un retroceso en el concepto de seres humanos. ¿Ya me habéis llamado facha o algo peor? Tranquilos, esperar un poco.

Seguimos siendo animales y la bondad final es una meta imposible de alcanzar. Con esto juegan muy bien todos los procesos conservadores de ideas y sociedades. El miedo es en realidad la gran aliada de ellos. Y la violencia una herramienta más que se emplea o no se emplea. Depende.

La violencia se emplea como acelerante y/o como retardante, depende del momento y de las circunstancia, de quien la emplea y de cuando se utiliza. La violencia logra mover grandes miedos e inseguridades, y nos convierte a todos en deseosos con fervor hacia esas sociedades paternalistas, que tan bien saben vendernos la —su— seguridad.

—¡No hagas nada, nosotros te garantizamos la seguridad que necesitas!. Incluso la PAZ

Pero nunca nos dicen el precio de las cosas. Incluso diría más, a nosotros mismos tampoco nos interesa preguntar por el precio de las cosas.

Saben incluso personalizar la seguridad. Y logran que no te des cuenta de que en realidad eres una pieza manipulada. Diseña “tú” seguridad y disfrute de vida, y saben lograr que no te des cuenta de ello. No eres un simple objeto de “1984” pues si lo sospecharas, te rebelarías. No somos nosotros, yo y tú, los objetos. Es todo lo que nos encontramos montado alrededor lo que está diseñado para que nos podamos mover dentro de unos parámetros.

Somos libres, para movernos dentro de nuestra jaula. Y se trata de no ver los barrotes ni de imaginarnos el tamaño de la jaula.

El trabajo temporal no resuelve el desempleo y es un mal dato

Los datos de la EPA publicados ayer nos indicaron que el número de asalariados ha crecido en 455.700 nuevos trabajos, pero sólo 29.100 de ellos se han convertido en trabajos fijos. Este dato es significativo y supone un récord en contratos temporales, que no garantizan un empleo de calidad ni tan siquiera digno para las personas.
       
La bajada del desempleo por debajo de esa cifra complicada del 20% se debe sobre todo a los contratos temporales, que siguen creciendo con fuerza. Todo el empleo asalariado creado en el tercer trimestre del año 2016 tiene fecha de caducidad y si se toma la referencia de los últimos 12 meses, supone más de la mitad.

El desempleo bajó en 253.900 personas en el tercer trimestre del año 2016 respecto al segundo trimestre de 2016. Con esta caída, la tasa de paro baja al 18,91% y se sitúa en niveles inferiores al 20% por primera vez desde el tercer trimestre del año 2010.

Pero el análisis de los datos arroja una situación muy preocupante para el empleo en España. Según los datos de la EPA, España tenía 4.152.300 asalariados con contrato temporal en el tercer trimestre de 2016. Es la cifra más alta desde el cuarto trimestre de 2008.

La mayor parte del empleo creado en verano 2016 ha sido temporal. Han sido 245.000 puestos de trabajo más con un contrato que tiene fecha concreta de finalización, frente a una caída de 29.100 entre los empleados fijos. En ese tiempo, el empleo asalariado ha crecido en 455.700 nuevos trabajadores, de los que más de la mitad son temporales. Esto ha elevado la tasa de temporalidad hasta prácticamente el 27%.

Abajo os dejo un gráfico de la encuesta realizada de la que hablamos en la entrada anterior, donde vemos las características de los trabajadores, que parecen buscar las empresas a la hora de contrata personas. Unos datos interesantes, para tenerlos en cuenta en las entrevistas de trabajo.

Los jóvenes y el empleo en España

En este estudio realizado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, desde Fundación de Ayuda contra la Drogodependencia, ayudados por Banco Santander y Telefónica y del que dejamos unos gráficos, se han analizado propuestas, respuestas y necesidades de 2.013 jóvenes entre 16 y 29 años de España, un trabajo de campo para analizar qué piensan de su futuro laboral y vital, los jóvenes de hoy en España.

En los dos gráficos que dejo, podemos ver —de entrada— qué medidas se deberían tomar para mejorar la empleabilidad de los jóvenes, y qué hacen las Administraciones para favorecer el empleo entre los jóvenes.


Según las respuestas de este estudio, un 53,1% de los jóvenes consultados admiten que tendrán que emigrar en los próximos años para poder encontrar trabajo, y un 67,3% asumen que tendrán que depender de sus familias en los próximos años. Admiten que emigrar es una condena que no toman libremente y que no se tienen que ir para mejorar en su empleo o formación, sino simplemente para poder trabajar en algo.


Un amplio e interesante estudio que debemos analizar con detenimiento, tanto las administraciones como las empresas, desde los propios jóvenes a las universidades y escuelas de formación profesional, pues del análisis de sus datos se pueden sacar muchas conclusiones sobre lo que se necesita, en qué punto nos encontramos y a qué aspiran los jóvenes. Encajar todos los tornillos de esta gran pieza, es fundamental.

8 problemas mundiales que no queremos resolver

Tenemos como sociedad global, mundial y planetaria, ocho grandes retos hacia las personas de todo el mundo, que debemos resolver en esta primera mitad del siglo XXI. Y no nos los estamos tomando de verdad, con esa seriedad que se necesita a nivel mundial, para resolver estos grandes problemas. Posiblemente porque aunque haya ideas, no hay voluntad, porque las voluntades si las hay, entran en conflicto según zonas de influencia estratégica. Pero muy posiblemente también, porque se ha decidido que no se quiere resolver gran parte de estos problemas.

Tenemos en 2015 unos 7.000 millones de habitantes, que se podrían convertir en 9.500 millones en el año 2050. Hay que recordar que teníamos poco más de 1.000 millones en el año 1800, hace dos siglos.

 Debemos alimentar a toda esta población mundial, sin trampas ni compras de países enteros

 Hay que garantizar el agua potable para todos, y se puede

 Debemos diseñar un sistema educativo de acceso igualitario para todas las personas

 Los servicios sanitarios básicos deben llegar a todos por igual, hayan nacido donde hayan nacido

 Hay que planificar un sistema de energía que sea sostenible en el planeta

 La seguridad global puede verse afectada muy negativamente por el crecimiento desmesurado de la población, tanto con guerras como con violencias menores

 Debemos actualizar nuestro cuidado del Medio Ambiente, pensando en el número de habitantes y en la globalización sostenible
 
 Hay que acabar con las desigualdades sociales y la pobreza marcada al nacer

Método KiVa. Sistema contra el acoso escolar

La consejera de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, Mayte Pérez, se ha reunido esta mañana con Tina Mäkëla, profesora e investigadora de la Universidad de Turku en Finlandia, para conocer el sistema de defensa contra el acoso escolar conocido como “Método KiVa”, del que Mäkëla es coordinadora.

El método KiVa —el término KiVa surge de la unión de las palabras “Kiusaamista Vastaan”, en finlandés, contra el acoso escolar— es un procedimiento creado en Finlandia contra el acoso escolar y se aplica en el 90% de las escuelas del país nórdico. Este sistema consiste en prevenir y enfrentar el bullying a partir del cambio de actitudes y de actuación de los alumnos para conseguir una convivencia respetuosa. Actúa sobre los alumnos testigos u observadores de situaciones de acoso para que apoyen y ayuden a la víctima. Las familias y los profesores eligen los colegios para llevar a sus niños o para trabajar con arreglo al índice de acoso escolar sin resolver que los centros tienen.

Tras la puesta en marcha del programa KiVa, se realizó una auditoría de calidad en los centros educativos donde se había impuesto y los resultados dieron unos éxitos altísimo, pues había disminuido todos los tipos de acoso en los institutos y colegios. El cerco al bullying había empezado a funcionar. De hecho, el acoso escolar desapareció en el 80% de los centros escolares. Cifras espectaculares que, lógicamente, han despertado el interés de la comunidad educativa internacional.

El método utilizado en el programa KiVa consiste en NO centrarse en la dialéctica de la confrontación entre víctima y acosador para ver quien tiene más o menos razones, ni en tratar a la víctima para que sea más extravertida y se sepa defender, ni en intentar convencer al acosador para que desarrolle empatía. El método trabaja sobre la actuación creada y sobre los sobre los alumnos testigos que se ríen de tal situación o permanecen callados y sin actuar.

Lo que se pretende a través del método KiVa es influir en dichos alumnos espectadores para que como mínimo nunca participen en el acoso, ni tan siquiera de forma pasiva. Si esto se consigue, el acosador, que necesita de reconocimiento para proseguir con el bullying, deja de acosar a causa de que no le aporta ningún beneficio. En resumen, el programa de basa en intentar que los espectadores no les rían las gracias a los jóvenes que son la parte agresora en el acoso. Sencillo, pero eficaz.

En el programa KiVa los estudiantes reciben unas 20 clases a los 7, 10 y 13 años (edades clave en el desarrollo del menor) para identificar las diferentes formas de bullying desde bien pequeños, y sepan de qué forma deben actuar. Hay diez temarios y trabajos que se realizan a lo largo del curso y en donde se enseñan valores morales como la empatía y el respeto por los demás. Se utilizan gran cantidad de recursos: charlas, videojuegos, manuales para el profesorado, vigilancia en el recreo, largometrajes y un buzón virtual y anónimo para denunciar si son testigos o víctimas de acoso escolar.

En todo colegio el director —en España sería el Consejo Escolar— elige un equipo KiVa integrado por tres adultos que detectan y investigan los casos de acoso escolar. Primero analizan si el acoso es puntual o continuado. Después hablan con la víctima para tranquilizarla. Posteriormente hablan con los acosadores para sensibilizarlos y con los testigos, que son la piedra angular del programa, para de esta forma se consigue reducir el acoso escolar.

Tina Mäkelä es coordinadora de este programa en España y Sudamérica. Doctora en Ciencias de la Educación por la Universidad de Jyväskyla (Finlandia), Mäkelä tiene experiencia como investigadora en proyectos relacionados con los ambientes de aprendizaje, tecnología, globalización y contextualización de soluciones educativas. Es Iberoamérica la zona donde más atenciones a este programa KiVa se están dando, por las particularidades del acoso escolar en estas zonas y por la atención de algunos gobiernos hacia estos sistemas novedosos.

El Departamento de Educación del Gobierno de Aragón cuenta desde mayo con el primer plan integral contra el acoso escolar en Aragón, una estrategia que responde a las necesidades de una comunidad educativa del siglo XXI, que actualiza la normativa y los protocolos, introduce el análisis de las redes sociales y las nuevas formas de relación del alumnado e incorporar medidas pioneras en España. Como novedad, se hace especial hincapié en la figura del observador. Hasta ahora, solo se hablaba de víctima y agresor. El Departamento de Educación considera clave involucrar a todos aquellos que conozcan que se está produciendo un caso de acoso escolar en su entorno. Además, se trabaja también en la formación con programas como el de los alumnos ciberayudantes y mediadores, pionero en España.

Palmeras metálicas y decorativas en Murcia

En la tierra de las palmeras como es Murcia o Alicante, también son capaces de colocar en sus calles palmeras metálicas, palmeras artísticas en las esquinas aburridas, para seguir demostrando la belleza de un árbol realmente muy plástico. 

Palmeras que no dan casi sombra, pero que decoran espacios junto a edificios históricos que no permiten la plantación junto a ellos de grandes árboles, para que no les afecte en las cimentaciones.

El urbanismo no es solo realizar aceras y planificar crecimientos. Es también decorar para crear calidad artística que ofrezca servicios de tranquilidad.

Tenemos gobierno conservador hasta 2030. Así aprenderemos

El sábado tendremos de nuevo a Mariano Rajoy de Presidente, no ya en funciones sino efectivo a todos los niveles, tras cinco años de estar gobernando España. El 21 de diciembre hará cinco años que entró por Zapatero y en ese tiempo su labor está a la vista, claramente aprobada por más españoles que ninguna otra opción política. Y en las últimas semanas, también aprobada por la inmensa mayoría del Congreso, tras el cambio del PSOE que ha pasado desde “lo poco” a “la nada”.

Pero el asunto a tratar aquí y ahora no son los años que lleva Rajoy de Presidente, sino hablar de los años que le quedan como Presidente.

Si tras lo realizado en y por España, tras los actuales juicios por corrupción, es capaz de sumar tantos votos de ciudadanos y de congresistas, tenemos Rajoy para muchos años.

Incluso cabría preguntarse si en la modificación del estatus político desde el 2011 en España, no habremos pasado del bipartidismo imperfecto a un monopartidismo, un solo partido político capaz de gobernar.

Sin duda, mientras el PSOE (o sus restos) y Podemos (y sus confluencias) no sean capaces de hablar y sonreír, y trabajar juntos sin sentirse odio entre ellos, tenemos gobiernos conservadores para décadas.

Es decir, hasta que al final, o bien desaparezca el PSOE o Podemos, o se conviertan en otra cosa, o se dignen a cambiar de posición personal y de odios internos que van a crecer en el corto plazo, nunca más la izquierda podrá gobernar en España.

Nunca la izquierda —ninguna de las dos formas de entender la izquierda— podrá lograr los votos suficientes, y pero todavía, los diputados suficientes, como para poder gobernar.

Y como todos ellos saben sacar cuentas, entienden bien nuestro sistema electoral…, lo saben y lo asumen. Nos han llevado entre todos ellos, entre los representantes de la izquierda estatal, a estar gobernados por el PP durante otra década más…, el menos.

Las cuatro patas de un partido político normal

Cualquier partido político democrático se sujeta sobre cuatro pilares imprescindibles todos ellos. Si tan solo uno de ellos falla, está débil, baja su importancia…, todo el edificio se tambalea. La importancia de las cuatro patas de cada uno de los partidos políticos es similar, pero deben estar las cuatro en igualdad de importancia y cuidado, pues la enfermedad de una pata contagia a las otras.

 Una dirección que pasará a la historia del partido por sus aciertos o sus errores.
 Una militancia que puede ser más o menos numerosa y que es la que trabaja.
 Unos votantes que son los que en realidad aupan o hacen fracasar a los partidos.
 Unas circunstancias, unos medios económicos, unos medios afines en la comunicación independiente, etc.

Todos (casi) conocemos a la dirección de cualquier partido político.
Algunos conocen a los militantes más activos.
Nadie conoce de verdad a los votantes que además son muy volubles.
Todos creen conocer a los medios escondidos que apoyan desde fuera, pero la realidad es que los intereses de ese entramado es complejo y múltiple.

La primera pata del taburete es fundamental para marcar la ideología, para moverse, para convencer, para ser atendida por los medios, para formar equipo, para ser (o no) ese líder que se mueve hacia una dirección o hacia otra, es el grupo que lo sabe explicar y convence a las otros tres patas del taburete. Una vez ascendida la dirección a su puesto alto, es muy complicado descenderlos…, si estas personas no está por la labor de abandonar. Incluso si no compaginan con su propio equipo, tienen la fuerza de la discrepancia y la saben ejercer.

Los militantes son una masa irregular formada por “los conocidos” y por “los por conocer”, más “los del montón”. Normalmente no son tenidos en cuenta por ninguna de las otras tres patas. Y curiosamente aunque son la energía de la empresa, son los que menos poder tienen, los que menos pintan entre los cuatro pilares del partido. Algunos de los conocidos sí opinan, siempre que sea a favor de la dirección. Muchos de estos “conocidos” aspiran a ser parte de las direcciones futuras, y se trabajan el terreno como bien saben. Forman parte de un engranaje donde hay soldados, cabos, cabos primera e incluso sargentos y brigadas.

Los votantes son los grandes olvidados de la organización, pues solo se dirigen a ellos unos 20 días (a lo sumo dos meses) antes de que tengan que revisar los exámenes y aprobar o suspender al partido, en una elecciones. Son los “clientes” de una mala empresa llamada política, que no sabe cuidar a sus clientes. Error. Un votante creemos que es algo abstracto, sin valor pues no tiene cara, se sabe que es muy voluble, y que en la medida en que cambia, lo hacen otros “clientes” en otra dirección. No se valora casi nada la figura del votante (se dice todo lo contrario), pero sin ellos no se logra el éxito. Es decir, el poder. Incluso los que más poder tienen entre los votantes, son precisamente los más volubles, los indecisos.

Por último queda esa mezcolanza compleja de dibujar, que son los medios de comunicación, los teóricos opinadores, los poderes ocultos que mueven sus hilos según los intereses que no se ven con facilidad, los medradores, los intelectuales afines, los poderes internacionales, las circunstancias históricas de cada momento. Esta cuarta pata no se puede manipular con facilidad, y el acceso a ella para arreglarla si algo falla es complicado. Pero es tan importante como el resto, y olvidarnos de ello supone cojear. Siempre.

O funcionan engrasados los cuatro pilares, o se empieza a cojear y por ello a doblar la rodilla hacia un lado o hacia otro, hasta caer.