Páginas

Manuela Carmena y la Transición


Le han preguntado a Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid independiente de Podemos o de Ahora Madrid, por su opinión del proceso de la Transición, que tan de cerca la vivió ella en Madrid y en puestos judiciales importantes. Sus respuestas, pocas y pequeñas os la dejo.

No estoy de acuerdo en que aquello fuera desde un principio una ruptura de nada, excepto que entendamos como ruptura el hecho de que sucedió algo que propició un cambio importante, que en ese caso fue la muerte en la cama del dictador. Pero no fue tanto una ruptura como un desencadenante, un cambio inevitable que supieron dosificar, pues tenían todo el poder que no dejaron de tener de form abrupta.


Os dejo sus respuestas a la revista Intervíu.

Era socialismo o felipismo? Cosas de la Transición

Nunca nos ha quedado claro a muchos espectadores de esta Transición, si tras el Congreso del PSOE en la ciudad francesa de Suresnes lo que surgió fue un partido socialista o un partido felipista. En absoluto es lo mismo, ni aceptando que Felipe González y su equipo ganador fueran socialistas de libro, ni asumiendo que había que crear un socialismo nuevo para una España nueva. 

El felipismo giraría sobre una persona y el socialismo sobre una ideología.

Hemos visto en estos 40 años muchas dudas, algunas luces, excesivos cambios de opinión ideológica entre los integrantes mas fieles del felipismo incluidos algunos medios de comunicación. 


Nos dio la sensación a muchos que el socialismo se acercaba con un Zapatero con luces tenues pero novedosas, hasta que en su segunda legislatura recibió la llamada de Europa y se le apagaron las farolas. En lo social pudo ser el único periodo de socialismo real pero incipiente.

Sin un socialismo real, y un comunismo desaparecido por la lógica de la historia, España ha estado sin izquierda real durante toda este camino. 


Hemos tenido sin duda periodos de socialdemocracia, de terceras vías, de progresismo social con altibajos, pero poco más. Ni se ha legislado bien en educación, ni en justicia social, y lo conseguido por los sindicatos en los años 70 y 80 se derrumbó en pocos meses por creernos que Europa necesitaba una España pobre y sin derechos laborales. Ella misma los tiene para sus trabajadores y no les va mal la economía.

Podría haber sido un socialismo válido lo surgido a través del 15M o de la Mareas, de ese Podemos que se ha ido apagando lentamente o esa lógica necesidad de una izquierda capaz de ofrecer ideas diferentes y unidas. 

Pero por desgracia para la parte más débil de la sociedad, —donde por cierto estamos la inmensa mayoría de nosotros aunque muchos creamos que no—, no tenemos quien nos escriba o nos gestione la sociedad que nos toca vivir. Pero nada es eterno y todo es lo que en teoría queremos nosotros que sea.

La solidaridad sindical en el año 1976

Una constante de la Transición y más del sindicalismo recién nacido era la solidaridad, el convencimiento de que todos los trabajadores eran iguales, tanto en la explotación de sus derechos como en sus necesidades. Pero no era cierto, como no lo es ahora. También entre los trabajadores hay muchas clases.

En estos tiempos actuales esas diferencias de clases entre los trabajadores se admiten más, mucho más incluso, que en los años de la Transición, donde sobre todo y por encima de todo se intentaba defender a los que menos fuerza tenían, a los más explotados, a los que más lo necesitaban.

Ahora esas diferentes clases de trabajadores, creadas por el sistema y los empresarios, son admitidas y los propios sindicatos muchas veces las comprenden y las admiten. No se defiende igual a un trabajador temporal que a uno fijo o funcionario. No se trata por igual la falta de derechos de los jóvenes que buscan su primer trabajo que los derechos de los trabajadores de las grandes empresas. También los sindicatos se han vuelto clasistas, diferenciando or clases de trabajadores,

Estas pegatinas son del año 1976 y son un ejemplo de solidaridad con los peor tratados en el mundo laboral. Han pasado más de 40 años y seguimos igual o peor.

La figura del Sereno, controlador de barrios

Una figura hoy desaparecida y que tuvo su importancia en el Franquismo como controlador de la calle y de los vecinos es la del Sereno, una especie de policía municipal nocturno, que tenía a su cargo un número determinado de calles y que en los últimos años de su existencia (proviene su figura desde el siglo XVIII como los que encendían las farolas) tenían la obligación de abrir los portales de las casas. En el año 1977 desaparecieron de las calles de todas las ciudades de España, aunque con posterioridad y por otros motivos han existido intentos de revitalizar su figura.

Las puertas de los edificios las cerraba él mismo cuando entraba a la vigilancia de su zona de barrio, y llevaba encima todas las llaves para abrir a quien lo necesitara durante toda la noche, con el requerimiento de unas palmadas del vecino. Como su radio de trabajo era pequeño, unas cuantas calles del barrio, en plena noche las palmadas del vecino que necesitaba que le abrieran el portal las oía perfectamente y acudía a su petición. También llevaban, al menos en Zaragoza, una cayata de grueso calibre en algunos casos.

Abría la puerta y recibía una propina del vecino, se saludaban y de este forma tan tonta, se controlaba también a quien acudía tarde a casa y con qué pintas se llegaba. Su sueldo era municipal y en Navidad presentaba a todos los vecinos unas tarjetas de felicitación en busca de la propina añadida, pero esta función era muy normal también en los carteros, barrenderos o guardias de la circulación, según zonas de las ciudades.

El conocimiento de los barrios y de sus vecinos era perfecto para saber si eran ejemplares o raros, y utilizados por la policía para detectar actos no claros, según su particular visión del momento. Incluso hubo épocas que su certificado era necesario para obtener el certificado de buena conducta o el pasaporte. Y no hay que olvidar que además se dedicaban a controlar el orden público, por lo que las horas en las que estaban de servicio, los delitos contra la propiedad bajaban tremendamente.

Había grandes diferencias entre los diferentes serenos, pues no era igual una zona de un barrio comercial que una zona de barrio obrero. En las calles comerciales los dueños de las tiendas daban propinas generosas para que dieran rondas por los escaparates y vigilaran las cerraduras. Y eso suponía un complemento importante a su escaso sueldo. Tanto al inicio de la jornada como al final se reunían con sus capataces para pasarse novedades de la noche, o información de lo que tenían que vigilar con más atención en sus horas de trabajo.



Vota con realismo. Subliminal manera de lograrlo

Cuando UCD decidió presentarse a las Elecciones Generales de 1977 con el lema “Vota con realismo” estaba diciendo en esa frase mucho más que tres palabras simples. El mensaje subliminal era mucho más amplio.

Realismo - de Real


Realismo - de no seas tonto y vota lo que importa a España en estos momentos

Realismo - de no te vayas por las ramas, y vota lo que va a ganar


Somos Reales y además también somo reales, de carne y hueso, pues ya nos conoces, no hay que hacer experimentos con nosotros, somos los tuyos, los capaces, los que te van a permitir ser del equipo ganador. Todos prometen, nosotros también, parecían decir en su texto, pero además nosotros cumplimos, como ya sabes bien.

Y efectivamente, ese mensaje que casi no se notaba, caló fuerte y la sociedad española votó a una parte de la continuidad, a esos nuevos políticos que simplemente se habían quitado la camisa. Bueno, si vemos el cartel de Adolfo Suárez, simplemente se la habían aclarado un poco, desteñido más bien para que no apareciera como azul agresivo.


Se muere la hija del dictador y lo publicamos

Una muestra clara de que la Transición no se ha acabado en España aunque estemos en el año 2017 la podemos mostrar en las noticias de hoy. En la televisión privada y pública, han abierto hoy con la muerte de la única hija del Dictador Franco. 

¿Alguien se imagina algo parecido en Italia, Rumania, Alemania, Chile, Argentina o Portugal? ¿Dedicarle incluso reportajes con todo lujo de detalles? ¿Saber de su enfermedad, de su extremaunción, de su fallecimiento, día a día de su marcha enferma?

No hemos superado el franquismo, seguimos viviendo de sus recuerdos, seguimos en esa transición ilógica por los muchos años que nos lleva soportar el no pasar página de verdad, de no hacer en ningún momento un reset mental y social.

Seguimos teniendo a decenas de miles de españoles enterrados y olvidados en las cunetas, asesinados por el Franquismo de forma macabra, y en cambio le dedicamos páginas en los medios decimos que democráticos para hablar de la hija del dictador. Si es la sociedad la que reclama esta información, es que simplemente hay que explicarle algunas cosas que todavía no ha entendido.

Situación Límite: General Fernando de Santiago

El 6 de febrero de 1981 el Rey Juan Carlos I fué cortado en su intervención al ponerse a cantar con el puño en alto, el «Eusko gudariak» por los diputados de Herri Batasuna en la Casa de Juntas de Guernica, en su primera visita oficial al País Vasco.

Era un incidente más de los habituales en esta formación política, pero para los militares —y más en aquellos tiempos donde estaban totalmente crispados por cómo se estaban entrando en unos cambios que no aceptaban—, era un insulto a su máxima autoridad militar, y ello motivó que el general Fernando de Santiago y Díaz de Mendívil escribiera dos días después y en Ia portada del diario El Alcázar su artículo "Situación Límite”, que más abajo dejo para su análisis.

Era la opinión escrita por una de las máximas autoridades militares y en el diario más franquista en aquellos años, de un militar muy respetado en sus estamentos, pues había sido Vicepresidente en el primer gobierno de Juan Carlos I y Adolfo Suárez, y que había sido presidente del Gobierno en funciones entre el 1 y el 3 de julio de 1976.

Es ilógico no pensar que aquel artículo muy comentado en todos los medios de comunicación y publicado el 8 de febrero de 1981, no tuviera un peso decidido en lo que dos semanas después hizo parte del estamento militar, dando un Golpe de Estado con el ataque al Congreso. Os dejo el texto publicado dos semanas antes del 23F.

Situación Límite

El espectáculo de Guernica es la muestra de estado de descomposición en que se encuentra España. Es intolerable y vejatorio todo lo que está pasando. En Guernica se insultó a España y al Rey, que ejerce el mando supremo de las Fuerzas Armadas y, por lo tanto, se ofendió a quienes nos honramos con sus uniformes, el acto de Guernica no se convirtió en una auténtica tragedia gracias a la prudencia, talante y serenidad de Su Majestad.

No podemos continuar impasibles ante tanto caos. Acaban de asesinar al ingeniero Ryan, a pesar de las súplicas de su mujer, compareciendo con sus hijos en Televisión Española en una escena desgarradora y dramática para pedir la Iibertad de su esposo, Pues bien, ni sus súplicas, ni las protestas, ni las manifestaciones populares, ni las llamamiento; hechos a organismos extranjeros, han servido de nada. La ETA y sus cómplices implacables, fría y asesina, ha cumplido sus amenazas y el ingeniero Ryan, ha muerto con el tiro en la nuca.

En nuestra Patria no se respeta a nadie. La larga lista de secuestros y de asesinatos de civiles, miIitares, guardias civiles, policías, etcétera, es la prueba más evidente de que aquí no hay autoridad y por tanto, hay que restablecerla. Los partidos políticos no representan al pueblo en estos momentos.

Cuando se ha preguntado a sus portavoces, en ocasión de la misión del presidente del Gobierno, si la convocatoria anticipada de unas elecciones generales podría resolver la situación en que nos encontrarnos, han contestado claramente que no, por temor a una abstención general, como ha ocurrido recientemente. Es la prueba más evidente de que el pueblo, defraudado, ha vuelto las espaldas a este contubernio político.

Pienso que las cosas han ido demasiado lejos. No podemos encogernos de hombros y desahogarnos con Iamentaciones de palabra o por escrito.

Hay que salvar a España si tenemos conciencia de españoles y de creyentes.

Como soldado que he dedicado toda la vida al servicio de España, creo que ha llegada la hora de que todos los españoles pongamos fin al rompimiento de nuestra unidad y, como consecuencia, la desaparición de nuestra Patria. En nuestra historia hemos vivido momentos tan difíciles como el presente, pero siempre, en situaciones parecidas a ésa, hubo españoles que rescataron y salvaron a España.

En la Transición, si eras diferente, eras peligroso

Si algo marcaba la normalidad en los primeros años de la Transición era la anormalidad. Para el Franquismo, todo lo que sonara a diferente era problemático y había que controlarlo y a ser posible detenerlo. Aunque fuera una diferencia de lo más simple.

En la manifestaciones, como era imposible detener a todo el mundo y no se conocía a los que las organizaban pues aunque tenían a policías infiltrados, los conocíamos a casi todos, el grito para detener a alguien era de lo más simple.

—A eso, al del jersey de rojo

Llevar jersey rojo a las manifestaciones era de novatos o de muy chulos. Lo normal es que acabaran dándote más hostias que a ningún otro, simplemente por llevar un color determinado.


Esta viñeta del genial Quino, también marca la diferencia de esa normalidad.


Ministros del Primer Gobierno de la Monarquía de Juan Carlos I

Decíamos en la anterior entrada que una manera de entender los deseos de transformación democrática de España tras la muerte de Franco y llegada al poder del Rey Juan Carlos I era observar el tipo de Gobierno que formó Carlos Arias Navarro. Observemos los cargos que habían tenido antes de entrar en ese gobierno, para hacernos una idea de qué tipo de políticos se ponçian a regir España tras la muerte del dictador. Militares, afines al Movimiento y al Bunker, personas de una tradición católica muy marcada, algunos tecnócratas, gentes del movimiento sindical vertical y algunos afines al Franquismo muy viajados por europa y sobre todo por los EEUU.


Primer Gobierno de la Monarquía tras la muerte de Franco.

Presidente — D. Carlos Arias Navarro
Último Presidente del Gobierno con Franco. Destacado papel en la dura represión de Málaga tras su conquista en 1937 por los franquistas, como fiscal contra los detenidos republicanos. Se le conocía en esa época como “El Carnicerito de Málaga”.

Vicepresidente Primero para asuntos de la Defensa — General Fernando de Santiago
Duro militar muy crítico con las reformas y las legalizaciones de sindicatos y partidos políticos. Existieron rumores muy desmentidos de que podría haber sido el Elefante Blanco.

Vicepresidente y Gobernación — D. Manuel Fraga Iribarne

Ministro de Franco dos veces desde 1962. En los años 50 su actividad política era en cargos designados para asuntos de educación.

Vicepresidente y Economia — D. Juan Miguel Villar Mir

Empresario muy preparado para aquellos años. Estuvo en el Gobierno 7 meses.

Exteriores — D. José María de Areilza 

Alcalde de Bilbao en 1937. Consejero Nacional del Movimiento desde 1946 a 1958. Secretario del Consejo Privado del Conde de Barcelona. Falangista. Procurador en Cortes en el Franquismo.

Justicia — D. Antonio Garrigues Díaz Cañabate

Dicen que formaba parte como colaborador de la Quinta Columna de Madrid en los años de la Guerra. En el franquismo fue sobre todo embajador de EEUU y la Santa Sede. Puestos clave para que España no fuera totalmente aislada. Empresario, abogado y notario.

Ejército — General Félix Álvarez Arenas Pacheco

Capital General durante el franquismo de la I, II y VIII Región Militar.

Marina — Almirante Gabriel Pita da Veiga

Jefe de la División Orgánica del Estado Mayor de la Armada durante el Franquismo y Jefe del Estado Mayor. Ministro con Franco.

Obras Públicas— D. Antonio Valdés González-Roldán

Ministro en el último gobierno de Franco. Ingeniero de Caminos, un buen técnico en Comunicaciones.

Educación — D. Carlos Robles Piquer

Embajador en diversos países menores durante el franquismo. ASumió cargos de cultura popular e información en los últimos años del franquismo.

Trabajo — D. José Solís Ruíz

Miembro del Cuerpo Jurídico Militar y Gobernador Civil de diversas provincias durante el franquismo. Falangista de carrera y sonrisa del franquismo, fue Fiscal en Consejos de Guerra en algunos juicios donde se condenó a muerte (y ejecutó) a los procesados. Ministro con Franco y controlador del poder sindical.

Industria — D. Carlos Pérez de Bricio

Empresario y tecnócrata

Agricultura — D. Virgilio Oñate Gil

Ingeniero y empresario, posiblemente del Opus Dei. Estuvo en el Gobierno siete meses.

Aire — General Carlos Franco Iribarnegaray

Profesor militar. Estuvo siete meses en el Gobierno.

Comercio — D. Leopoldo Calvo Sotelo

Estuvo siete meses en este Gobierno. Ingeniero y persona de gran formación cultural. Con posterioridad sucedió a Adolfo Suárez como Presidente del Gobierno tras el 23F.

Información y Turismo — D. Adolfo Martín Gamero

Embajador de Marruecos en los últimos años del franquismo, estuvo siete meses en el Gobierno. Cónsul de embajadas su cargo más importante fue en New York.

Vivienda— D. Francisco Lozano Vicente

Ingeniero y funcionario de Obras Públicas durante el Franquismo. Presidente de RENFE. Estuvo siete meses en el Gobierno.

Ministro de Presidencia — D. Alfonso Osorio García

Presidente de RENFE en el franquismo, demócrata cristiano fue uno de los fundadores de Tácito, un grupo de intelectuales que desde el franquismo ejercían una cierta crítica en artículos de prensa, ante la necesaria modernización del régimen. Falangista, monárquico y muy católico.

Relaciones SindicaIes— D. Rodolfo Martín Villa

Jefe Nacional del SEU (Sindicato Español Universitario), gobernador civil durante el Franquismo. Procurador en Cortes. muy vinculado al sindicato vertical.

Secretario General del Movimiento — D. Adolfo Suárez González
Gobernador Civil de Segovia. Director General de RTVE. Diez años Procurador en las Cortes franquistas. Durante 3 meses fue Vicesecretario General del Movimiento, meses antes de ser nombrado Ministro. Con posterioridad fue el Presidente del Gobierno que sustituyó a Carlos Arias Navarro.

Primer Gobierno de Juan Carlos I, de 1975

El primer gobierno del Rey Juan Carlos I es un ejemplo claro de lo que esperaba del nuevo Rey el bunker franquista, de la poca talla como líder presuntamente democrático de un Carlos Arias Navarro que quiso continuar el franquismo sin Franco, y del peso cada vez mayor de aquellos políticos que desde dentro del propio Gobierno vieron que otro tiempo había empezado y que nada de lo viejo tenía sustento. Había que quitarse con rapidez las camisas azules y abrazar las chaquetas modernas que venían desde los EEUU, con el libro de instrucciones.

Así que aquel intento por continuar el franquismo sin careta, desde el reinado de Juan Carlos I duró siete meses, pues por una parte Torcuato Fernández Miranda y por otra el propio Juan Carlos, vieron con claridad que era construir sin romper, o todo se hundiría más pronto que tarde pillando entre los escombros a todo lo que sonara a viejo, incluso a anterior.

Arias Navarro es de los que se creyeron totalmente que Juan Carlos I no tenía talla para liderar España. De los que pensaban que España podría ser una República militar o tecnócrata con un Rey de porcelana para decorar. Y que con abrir más su famoso “Espíritu del 12 de febrero” ya servía para contentar a los poco organizados frentes democráticos existentes en España por aquellas fechas.

Pero hubo dos hechos que aceleraron el despido procedente y urgente de Carlos Arias Navarro. Muy diferentes aunque en ambos hubo muertos o asesinados, pero que indicaban claramente que Arias Navarro no se enteraba de nada.

Por una parte los dos muertos en Montejurra entre carlistas. —Cuidado —se pudieron decir en Zarzuela—, que los carlistas parecen estar a la que cae y pueden joder la marrana de esta débil monarquía borbónica.

Y por otra y mucho más dramática el asesinato o matanza en Vitoria donde la policía disparó con armas de fuego contra una asamblea de trabajadores reunidos en la Iglesia de San Francisco donde había reunidos unos 4.000 trabajadores para hablar de sus derechos y de las dos jornadas de huelga general que habían realizado, y donde se terminó con cinco asesinados directos y más de 150 heridos en un acto que nunca fue investigado ni juzgado, pasándose entre diversos juzgados civiles y militares hasta que prescribió. 




El párroco prohibió la entrada de la policía, apelando al Concordato, pero esta empezó por llenar la iglesia de gases lacrimógenos y por disparar con sus armas después contra los trabajadores que salían asfixiados. Fue el ejemplo más palpable de que no se iba a permitir ni un movimiento social diferente al que ya estuviera diseñado y planificado. En la semana siguiente, en diversas manifestaciones en diferentes ciudades, mataron a otros dos jóvenes que acudieron a manifestarse contra la violencia policial. Aquello sin duda, no era diferente al franquismo más duro.

Se sabe que en el asalto a Vitoria se llegaron a emplear más de 1.000 balas aquella tarde. Y se sospecha que fue un ataque bien premeditado desde algunos mandos políticos, para parar en seco el aumento de la conflictividad laboral de aquellas semanas. Existen grabaciones de sonido muy claras de lo acontecido, logradas desde la emisora de la policía de aquella tarde.

En la siguiente entrada os dejaré la composición del Primer Gobierno de Juan Carlos I, el que estaba gobernando en esos momentos trágicos de Vitoria, para entender mejor qué intenciones democráticas verdaderas tenia el inicio de la Transición en España.

Mirada navideña de 1974

Os dejo una viñeta de las navidades del año 1974, el último año que se acababa con Franco mandando en España. Nos dice la temperatura de la sociedad, la espera para que la puerta se abriera, aunque de momento estuviera cerrada por quiebra. ¿Alguien sería capaz de levantar la empresa de la normalidad? La verdad es que costó muchos años.

El Franquismo no contaba con el Príncipe Juan Carlos

Releyendo mis apuntes observo que tras la muerte de Carrero Blanco se forma un contubernio de alcoba y despacho para decidir quien debe suceder al sucesor. Todas y todos (más que todas, ella) sabían que tocaba no equivocarse, jugar sus cartas con tiento, y lo curioso es que según parece todos medraban hacia Franco y nadie consultaba al Príncipe Juan Carlos. ¿Cómo es posible que se le ninguneara?

Es decir, querían edificar el posfranquismo, habiendo elegido ya sucesor a título de Rey, pero en cambio no querían consultar ni informar al que debía suceder a Franco. Parece curioso pero no lo es. Por eso mismo Torcuato FErnández Miranda era mal visto en Palacio.

En realidad a Juan Carlos lo eligieron como Príncipe sucesor porque la otra posibilidad, la de su padre, les parecía al franquismo mucho peor. Mucho menos influenciable. Menos manipulable. En aquellos años al Príncipe Juan Carlos se le conocía en la calle y a pequeña voz por miedo con un mote hoy olvidado. Cara Bobo. Y es de suponer que en la misma medida en que se intercambiaban chistes entre los mandamases, el mote era bien conocido en aquel Régimen.

Sí, aquel mote se les volvió a los franquistas en su contra en cuanto empezó a gobernar el Rey Juan Carlos I aunque lentamente y con una medida clara de no revolver el pasado, eligiendo a la segunda a Adolfo Suárez, que aunque franquista era de lo más limpio que había.

Pero volviendo a mis apuntes, sí es curioso que las historias de los países los muevan muchas veces los dormitorios, los susurros en el oído a media noche, la caricias y el sexo. España o Cataluña o Aragón, lo fueron por matrimonios y engarzando territorios para tener hijos o para odiarlos. Así que creer que los países son algo inamovible, eterno, seguro y constante…, pues depende. Depende de la cama, de unas amistades o de una mala mirada. O incluso en estos siglos, de un twitter de más o de menos.

Habla de la política sabiendo de lo que hablas

Tras una dictadura de 40 años hubo que crear literalmente la democracia entre los españoles, también en la pedagogía más básica para que supieran qué nos estábamos jugando entre todos.. No debemos olvidar que pocos meses antes de morir el dictador en la cama, se habían producido grandes manifestaciones —en un país en donde estaban prohibidas— de alabanza y apoyo a la dictadura por que desde Europa se pedía un cambio urgente hacia la democracia y no se admitía condenas de muerte. 

Me consta que muchas personas de base e implicadas después en la democracia activa, cayeron en el error y el engaño de que era Europa la enemiga y quien quería la desaparición de España.

Así que con la llegada de la democracia había que edificar en la sociedad muchas cosas para que se asentara de verdad el espíritu de la política, algo que hoy otra vez está en entredicho.

Uno de aquellos logros fue hacer pedagogía política y social y este anuncio nos muestra una colección con gran éxito en donde con pequeños libros muy fáciles de entender y baratos, nos iban enseñando qué era cada ideología, cada forma de entender la vida social y política. De la Editorial La Gaya Ciencia dirigida entonces por Rosa Regás, creó una biblioteca de divulgación política para enseñar qué era cada posibilidad ideología ya en el año 1976. Este anuncio es de la revista aragonesa Andalán de junio de ese 1976.

A color está una imagen de la portada de uno de esos libros, para que veamos su imagen real, pues el anuncio era en blanco y negro, excepto en revistas de divulgación general, pero no he logrado una imagen de calidad a color para ponerla.


1979. El año en el que el PSOE dejó de ser marxista

El Congreso Extraordinario del PSOE en el año 1979 vino motivado por la renuncia de Felipe González al cargo de Secretario General del partido, y con el lema “Forjando el Socialismo” se celebró en Madrid para quedar como el Congreso donde el PSOE abandonó el marxismo como tesis oficial del partido, aunque manteniéndolo como instrumento teórico de análisis.

En mayo del mimo años el PSOE celebró su Congreso ordinario y en él Felipe González presionó para que se abandonaras las tesis marxistas y al no lograrlo dimitió de su cargo de Secretario General, provocando este congreso extraordinario, donde al final se impusieron su tesis. Y como se salió con la suya, aceptó volver a ser Secretario General. 


Es decir: Felipe advirtió que se debe hacer lo que él propugnaba, y amagó con irse y dejarlos solos. Lo curioso es que en el Congreso de mayo no logró convencer con sus tesis a los compañeros delegados de partido. Pero no había alternativa a Felipe González e incluso recibió enormes halagos y aplausos en sus intervenciones. No sabían vivir en aquel PSOE sin Felipe, pero no querían quitar el marxismo del partido. Asumiendo sin decirlo que Felipe era “el padre” protector del proyecto socialista.

Entre los que propugnaban con listas alternativas ya en noviembre de que el PSOE siguiera siendo marxista se encontraban Tierno Galván, Pablo Castellano, Fernando Morán, Francisco Bustelo o Luis Gómez Llorente. 

Nace el “felipismo” y se reparten los papeles entre él y Alfonso Guerra. Uno gobernará todo excepto el PSOE y a Alfonso le dejan gestionar con mano dura el partido para que nada se tambalee. DEntro del partido Guerra ejerce de número 1, dejando que se Felipe quien se concentre en sus tareas de aupar al Gobierno a un PSOE herido tras los resultados obtenidos en marzo de ese mismo 1979.

Y si nos preguntamos el motivo por el que lo que no se aprobó en mayo sí se aprobó en septiembre, cabe recordar un detalle sin importancia. Uff. En mayo los Delegados al Congreso eran en representación y elegidos desde las agrupaciones locales. Allí se cambiaron las normas, y en septiembre los Delegados representaban a las federaciones provinciales. El cambio es tremendo, pues en el primer sistema no hay casi socialistas agradecidos con la dirección del partido, mientras que en el segundo sistema hay muchos cargos provinciales del partido.



Felipe VI cambia lo magro del discurso en 3 meses

El discurso del Rey Felipe VI de la Nochebuena de 2017, lanzado a los españoles casi a la misma hora pero dos meses y 21 días después del que nos propuso el 3 de octubre, contiene una serie de rectificaciones verbales que sin duda hay que señalar, para poder colocar en su lugar el momento actual.

Admite en su discurso pero sin decirlo con claridad que aquel 3 de octubre se equivocó en el tono y en parte del contenido. Cayó entonces en el gran error de ser parte de un Gobierno en contra de una parte de ciudadanos españoles, creyendo que como estos deseaban la República ya no merecían su atención y apoyo o ayuda. Infantilismo político equivocado o mal aconsejado.

Si el 3 de octubre Felipe VI estaba caliente y potente, este 24 de diciembre ha estado frío y distante, deseando transmitir unidad sin romper lazos con nadie, estando por encima de todos y por ello sin estar con ninguno. Insuficientes gestos, aunque pedir más en estos momentos sea tarea imposible pues ahora todavía no toca demostrar que para querer a toda España, hay que querer a todos los españoles. Estamos en la entrada de nadie sabe qué.

Él sabe que a quien apoyó el 3 de octubre ha fracasado estrepitosamente en Cataluña el 21 de diciembre, y que seguir estando a su lado es una segura manera de tener su mismo futuro. Si de 135 parlamentarios, Mariano Rajoy se ha quedado con 4, seguir apoyando sus decisiones es un seguro de muerte, peligrosísimo si se quiere solucionar un problema que afecta a todos los españoles. No sé si se debe estar por encima, pero seguro que si se quiere estar, hay que hacerlo desde dentro y con todos. Sorber y soplar solo lo saben hacer los buenos deportistas que ganan medallas.

No es posible —que ayer ya rectificó—, decir que la sociedad catalana está rota, aduciendo que parece ser un problema de los catalanes, provocado por los catalanes y sus instituciones. Es un problema de todos y provocado por y para todos.

Y las soluciones tienen que venir de todos los que sepan fabricarlas. Y los que no sepan deben irse a su casa. Y si no se sabe leer el problema de Cataluña, no se sabrá nunca resolver el problema con los catalanes desde España. Menos banderas de ningún tipo, y más, mucho más dialogar y verse las caras.

Hay que resolver importantes problemas de convivencia social con Cataluña, efectivamente hay rupturas y falta de compromiso por parte de casi todos para buscar soluciones. Pero ni cargando la policía contra abuelos se resuelve el problema, ni metiendo en la cárcel a quien al final tendrás que sentarte a negociar, ni es positivo el llevar cruceros de soldados pues su gesto no ayuda a encontrar soluciones, cuando estas son como poco producto de un conflicto de dos millones de personas en un territorio que queremos que siga siendo España.

La Transición, llena de nuevas preguntas

Juan Carlos Monedero en su libro “La Transición contada a nuestros padres” publica casi de entrada una serie de preguntas que dejo en la imagen, que él considera de un ciudadano perplejo. No coincido con todo el contenido del libro, como es lógico y él tampoco pretende, aunque sí con muchísimas de sus notas. Es muy complejo analizar fuera de tiempo lo que se hizo, pero su mirada ajena a esos años sí ofrece un perfil diferente y por ello añadido a lo que pudimos hacer y lo que tuvimos que dejarnos en el camino.

Estamos en otros años, pero seguimos en la Transición, pues no está acabada. Ahora es a gente como Monedero a los que les toca escribir los nuevos renglones de la historia. Desde muchos sitios, no solo desde la política de la gestión. Pero sin duda alguien debe cerrar esa Transición mal empezada y sobre todo muy controlada por los que deseaban que no se rompieran los jarrones de palacio.

Manuel Gerena, un poeta flamenco en la Transición

Si en Aragón tuvimos a José Antonio Labordeta, en Andalucía tienen todavía a Manuel Gerena, un referente en poesía por la libertad, un músico poeta que lideró en los años de la Transición (lo sigue haciendo) la lógica puesta sobre los escenarios de la voz del pueblo, de la contestación desde la palabra, la música y el arte, ante una transición lenta e insegura y antes a una dictadura agonizante, que no servía para la dignidad del pueblo español.

Sevillano, trabajador humilde, flamenco cantautor, llenó escenarios en los primeros años de la transición por toda España. En Zaragoza le recuerdo en sus primeros años cuando vivía en Barcelona, dando un recital en el barrio obrero de La Paz en Zaragoza, que dejó pequeño, creo recordar (puedo equivocarme) dentro de los salones de la parroquia, donde nos mostró a los presentes que el flamenco puede hacer por la reclamación de la libertad con sus quejíos poner no solo música sino sobre todo sentimientos.

Hoy Manuel Gerena es un referente reconocido, sigue llamando a las cosas por su nombre poético y a veces tremendamente duro, no está en nada de acuerdo con la situación actual de la sociedad que tanto defendió, y se le recuerda con sumo respeto por sus numerosas actuaciones y por su lucha inmensa para trasladar a la sociedad su poesía o la de otros grandes del siglo XX, siempre que le dejaban que en aquellos años no eran muchas veces, pues las prohibiciones de sus recitales eran constantes y su entrada en calabozos una forma de exigirle que se callara.

Rafael Alberti, le escribió a Manuel Gerena en el año 1971 este poema:

La coplas que a ti te salen, te salgan como te salgan, valen.

Porque tú no estás, ni estamos, para fuegos de artificio cuando apenas respiramos.

Escribir para cantar…, cuando se canta, lo escrito ya pertenece a la mar.

Te llamas Manuel Gerena, ¡qué bien consuena tu nombre con la pena!

La pena que es valentía cuando no dejan al pueblo más que pena y agonía.

Pena grande que quebranta los huesos si al pueblo ponen una soga en la garganta.

Canta muchacho andaluz, porque tu cante a la sombra le quita cruz y da luz.

Canta y sigue, por delante de ti se abre toda España a la honda voz de tu cante.



En 1975 también se pedía amnistía por Navidad

Resulta curiosa esta portada de la revista satírica Hermano Lobo del año 1975 recién muerto el dictador Franco. Y es curiosa por que pide “amnistía” para los presos políticos de entonces. Presos por sus ideas políticas juzgadas por acciones en contra de las leyes de aquel momento, y que vistas desde hoy nos parecen absurdeces.

¿De verdad es absurdo? No voy a dudar de que los políticos catalanes que en las navidades de 2017 están en la cárcel, lo están por decisiones políticas tomadas por ellos. Se han saltado la Ley de España, pero atendiendo a mandatos refrendados como poco por sus votantes, que son millones de catalanes. Declararon la independencia y la República, que figuraba en su Programa Electoral con el que se presentaron y ganaron. Por cumplir un programa electoral que les permitió ganar, están en la cárcel. ¿Por qué se les permite acudir a unas elecciones con un programa electoral que plantea acciones ilegales?

Son políticos presos por tomar decisiones políticas. Y se habla en la España de 2017 otra vez de amnistía, aun sabiendo que sin sentencia no se puede conceder indulto. También es verdad que tenerlos en la cárcel no supone ninguna ventaja para España ni para Cataluña, y sí una vergüenza por lo que supone. Si al final se escapan a Bruselas con Puigdemont no sería un drama sino tal vez una tranquilidad política.

Desde 1975 a 2017 han pasado 42 años y seguimos hablando de amnistía. Algo se ha hecho muy mal, cuando se siguen metiendo en la cárcel a políticos, aunque hayan cometido errores del calado de los que se han cometido en Cataluña. Errores por cierto, ratificados hace tres días por otros dos millones de catalanes en las elecciones al Parlamento de Cataluña.

¿Se está dando cuenta alguien que judicializar la vida política no sirve para resolverla, sino para estropear la vida social?

El terrible papel de ETA en la Transición

Es imposible entender y menos comprender la Transición Política en España sin contar sobre la mesa de la reflexión y análisis con la presencia de ETA en todo el proceso de cambio, distorsionando los caminos y las posibilidades. ETA fue un grave problema para el País Vasco, para también para España y su proceso de Transición, sobre todo en la década de los años 80, cuando su actividad violenta era tremenda y cuando España no contaba con la ayuda de Francia para acabar con el Santuario de ETA en el sur del país vecino.

Económicamente era brutal el coste del terrorismo en múltiples aspectos de la economía de España, pero a la vez del miedo económico existía el miedo físico y mental en la relaciones de las personas, en las decisiones para que las mejores personas se dedicaran a la política, o para tomar decisiones políticas de calado sin molestar más todavía a las cúpulas militares, o incluso para diseñar un sistema eficaz de seguridad nacional al tener que pivotar todo sobre el drama del terrorismo.

Aquellas mañanas laborables de asesinatos constantes parecían no acabar nunca. Las 9 de la mañana era la hora elegida casi siempre para dar hachazos y en cuanto cortaban los informativos de la radio, ya sabíamos todos que otro asesinato se había producido.

Sólo en 1980 se produjeron 98 asesinatos por la acción de ETA (no hay por desgracia ni consenso exacto del número de personas asesinadas), que aunque pueda parecer hoy una cifra casi asumible por el balance tan sangriento de los atentados radicales islamistas de la actualidad, estamos hablando de atentados que en muchos casos eran de una persona. 


En aquel 1980, si sumamos los asesinados por la ultraderecha, por los GRAPO nos vamos a unos 122 asesinados. Si sumamos los fallecidos de ETA en enfrentamientos con las fuerzas del orden público nos vamos a 128 personas. Un total de 72 atentados en un solo año, más de un atentado a la semana.

Las primeras pegatinas sindicales en la Transición

En los primeros años del sindicalismo consentido pero no legalizado, hablo de mitad de los años 70, las comisiones obreras primeras, que luego formaron ya legalmente CCOO tenían que recurrir a métodos muy simples de impresión de pegatinas o de folletos y hojas informativas.

Estos son simples posit de la época, en blanco, que se imprimían en casa con aquellas imprentitas de juguete y tinta de tampón. Con estas pegatinas se inundaba la ciudad de información sobre luchas obreras con lemas simples y cortos, pues el tamaño de estas hojitas que se pegaban en paredes, farolas o árboles eran de 7 x 5 centímetros.

En 1970 ya se decía que peligraban las pensiones

Era 1970 cuando Perich publicó esta viñeta que os dejo arriba. Han pasado 47 años y seguimos en el mismo punto de partida. ¿Es o no es cierto que no hemos avanzado casi nada y que parece que seguimos anclados en la Transición?

Aunque tiene un punto de vista positivo. Muy positivo. En 1970 ya se temía por las pensiones. Y 47 años después las seguimos cobrando. Podría ser que dentro de otros 47 años también se cobren. Un país inteligente no puede prescindir de un montón de millones de personas ancianas y sin trabajo, pero también sin consumir. E incluso sin ayudar a sus hijos y nietos.

¿Cuantos sectores productivos de España o del mundo occidental se irían al traste si no pudieran gastar y consumir las personas jubiladas?

Objeción de conciencia en el franquismo

No es muy conocido que en el año 1970, en los años finales de una dictadura militar cruel, al Gobierno de Franco se le ocurrió la idea de hacer una Ley de Objeción de Conciencia para el Servicio Militar. Puede parecernos increíble que un régimen militar con numerosísimos militares en las Cortes franquistas como diputados, tuviera la idea de implantar una Ley de Objeción de Conciencia, pero el 2 de junio de 1970 se publicó dicho proyecto de Ley para luego pasar a las Cortes para su aprobación.

El motivo de aquella Ley es bien distinto al lógico y posterior, o al que existe en otros países. En aquellos años era el Opus Dei y no los falangistas los que copaban el Consejo de Ministros. Tecnócratas enfrentados a los militares. Y el motivo no era reconocer el pacifismo civil como un motivo de objeción de conciencia para no acudir al Servicio Militar obligatorio, sino reconocer a los que por objeciones religiosas, por conciencias y confesiones religiosas creían que tomar las armas y aprender a usarlas, iba en contra de su ideario religioso.

La Ley planteaba cambiar los 18 meses de Servicio Militar obligatorio por 36 meses de Servicios en Unidades Especiales, para aquellos que por sus convicciones religiosas les haga objetar el cumplimiento del Servicio Militar. 


En aquellos momentos había ya un número de personas en la cárcel por estos motivos que iban creciendo año a año. Normalmente eran Testigos de Jehová que eran condenados a cárcel hasta 6 años (en establecimientos militares y de castigo en mucho casos) y que además al salir de ella eran nuevamente convocados al Servicio Militar, al que se volvían a negar y volvían a entrar en la cárcel por el mismo motivo, en una cadena increible de privación de libertad en cadena.

Aquel Proyecto de Ley de 1970 no pasó los trámites en las Cortes franquistas y la Comisión de Defensa Nacional dictaminó que era un atentado contra la seguridad nacional y la conciencia de todos los españoles, que debían ser iguales ante esta obligación.

A finales de 1973 se retiró las condenas en cadena contra los objetores, y hubo que esperar hasta diciembre del año 1976 a que se considerara este asunto, siempre por motivos estrictamente religiosos. Ya con la nueva Constitución del año 1978 se empezó a regular como un tema de conciencia, no sólo por motivos religiosos claros.

Hay que recordar aquí a José Beunza Vázquez, militante del Sindicat Democràtic d'Estudiants, como uno de los impulsores de los cambios necesarios en aquellos primeros años de objeción de conciencia por la no violencia y en los finales del Franquismo. En el año 1971 ya fue juzgado por un Consejo de Guerra por estos motivos, sin declararse ni Testigo de Jehová ni nada parecido, sino por motivos estrictamente no violentos.

El abrazo de la distancia entre Aznar y Felipe

El 6 de junio de 1993 se celebraron Elecciones Generales en España donde el PSOE, o mejor dicho Felipe González, volvió a ganar por la mínima ante un Partido Popular que ascendía. Eran una elecciones anticipadas seis meses donde el PP logró 34 diputados más mientras que el PSOE perdió 16.

Aquel Felipe González no quiso el apoyo de IU y Julio Anguita para gobernar, que con sus 18 diputados hubiera supuesto la mayoría absoluta y prefirió el apoyo de nacionalistas catalanes y vascos. Aquella legislatura fue la última del PSOE de Felipe, marcada por el enfrentamiento político, pues aunque en la imagen vemos a un Aznar muy dispuesto a saludad a Felipe, no supo ni quiso digerir la derrota, sabedor que la prçóxima seria la suya.

Felipe se hizo acompañar en las listas por el juez Baltasar Garzón al que pronto desplazó pues no estaban de acuerdo en cómo tratar los problemas de corrupción que empezaban a salir en contra de un PSOE anclado en el poder institucional. 


En algo menos de 3 años todo lo construido por el socialismo en España se iba derrumbando acuciado por los problemas y escándalos. Aquel abrazo de la imagen bien indica que la distancia entre ambos era tremenda, pero también lo era entre el socialismo y la sociedad española.

La metamorfosis de Santiago Carrillo


En la Transición, casi desde los primeros meses, al político que menos se le perdonó su pragmatismo y su posición conciliadora fue a Santiago Carrillo, del que se esperaba una contundencia mayor. Nunca se le valoró correctamente en su papel de contrapeso ni en su actualización ideológica dentro de una Europa que luego con los años demostró que efectivamente el comunismo “viejo” se iba a desmoronar incluso en la propia URSS.

Era en aquellos años una mezcla de respeto hacia su figura histórica y una crítica a veces feroz contra las derivas que la propia política iba llevando a las ideas socialistas y comunistas. Si en algún momento fue entendida su postura por parte de algunos políticos comunistas —mientras crecía brutalmente su consideración de traidor al mismo— fue ya en los últimos años de su andadura política antes de hundirse su figura con la entrada de Gerardo Iglesias en la dirección del PC en 1982, con la integración y casi abandono del PC hacia las tesis de los embriones de una nueva formación política alejada de las tesis de Carrillo que en 1986 creó IU, y el abrazo de una pequeña parte de los comunistas al PSOE en sus últimos activos años políticos.

Y si se llegó a entender una parte de sus movimientos ideológico y de limpieza e integridad, no fue tanto por méritos propios, como por deméritos de los políticos socialistas del PSOE que demostraban que se podía ser más veletas que Carrillo, incluso sin viento de ninguna clase.

Expulsado del Comité Central del PC en 1985 (no se le perdonaron los malos resultados de 1982, y tampoco se entendieron en qué momento político se dieron, ni su abrazo al eurocomunismo como tendencia que se asentaba en otros paíse de la Europa occidental. Y crea con posterioridad el PTE-UC (Partido de los trabajadores de España-Unidad Comunista) que al no tener éxito en las elecciones posteriores se tiene que integrar en el PSOE, no así Santiago Carrillo que por respeto, abandona la militancia de todos los partidos políticos.

El Proceso de Cataluña es también el Proceso a España

Si nos atenemos al concepto “Transición” como elemento temporal en la historia de España que nos lleva de un lugar a otro, sin alcanzar (parece que nunca) la meta propuesta, podemos decir que seguimos en Transición Política cuando hablamos de las elecciones de mañana en Cataluña. Desde 1975 hemos sido incapaces de edificar un sistema territorial en España que sirva para nuestras diversidades. Y es posible que incluso nunca lo logremos, dada su complejidad.

Mañana, 21D tras el 1O, ahora que somos tan dados a poner todo con siglas, mañana digo, el 21 de diciembre de 2017 tras el duro y complicado 1 de octubre de 2017, se celebran elecciones anticipadas y atípicas en Cataluña para elegir un nuevo Parlamento que sea capaz de volver a edificar una nueva Generalitat.

Tras la aplicación del Artículo 155 de la Constitución contra la decisión de Puigdemont de proclamar la independencia de Cataluña en forma de República, todo se ha enrarecido hasta límites increíbles que los juzgados que entraron a saco contra las instituciones, decidan tras numerosas y largos procesos judiciales, qué ha supuesto realmente todo este “procés” de independencia, que no nos ha llevado más que a ningunear a Cataluña, quitarle sus instituciones, tener huído en Bélgica a su Presidente y a cuatro Consejeros o Ministro, y en la cárcel al vicepresidente, a otro Ministro y a dos líderes sociales.

Digo atípicas porque no es lógico que los dos líderes más reconocidos hasta el momento en su actividad política catalana actual, no hayan podido hacer campaña electoral. Uno por estar en la cárcel y el otro huído para evitar entrar en la misma. Sin duda la declaración unilateral de independencia de Cataluña fue un gran error, más cuando dentro de ella no existía ni base ni altura, ni fuerza ni Plan B, ni razones ni razón. Pero siempre que hay barros…, o se limpian en pocas horas o se endurecen y se quedan pegados a la ropa y los muebles.

Así que mañana los catalanes vuelven a votar como en el 1O, pero esta vez con todas (o casi) las de la Ley, en un proceso que nadie sabe de qué forma se desarrollará en días posteriores, pues nadie es capaz de adivinar si las encuestas tendrán razón, si se podrá formar gobierno y de qué color, y si este será capaz de levantar Cataluña hacia donde estaba antes del verano del 2017.

Hay siete posibilidades en las urnas. Los catalanes no lo tienen nada sencillo. ERC, PSC, C’S, CUP, PP, JxCAT y Podem. Tres constitucionalistas, tres independentistas, uno ambiguo, tres conservadores, cuatro progresistas, alguno en caída libre otro ascendiendo, algunos con voto oculto, otro con su líder en la cárcel, y todos sabiendo que se juega mañana no ya el futuro de Cataluña, que sin duda, sino el futuro de España.

Agonía del Dictador, un final manipulado

En el año 1984 la publicación en La Revista del Grupo Zeta de las imágenes de Franco agonizando rodeado de enfermeras y médicos, cables y gasas, dirigidos por su yerno el Marqués de Villaverde, supuso la constatación de que aquellas semanas se había vuelto a manipular la historia. Aquellas cuatro fotos (dicen algún médico de aquellos días que fueron más e incluso en algunas con sus nietos) fueron compradas por Jaime Peñafiel para La Revista por 15 millones de pesetas a un personaje muy importante del Franquismo que entendió en su momento que se estaba jugando con la muerte del dictador, haciéndole sufrir inútilmente.

Durante dos semanas se mantuvo a Franco artificialmente con vida, para no tener que certificar su fallecimiento antes de lograr que todo estuviera bien atado, como al propio Franco le gustaba decir.

Dicen los fontaneros de la época que se pretendía alargar su agonía hasta después del 26 de noviembre para poder renovar el mandato de Alejandro Rodríguez de Valcárcel como presidente del Consejo del Reino y de las Cortes y, así garantizarse el Franquismo, una persona fiel y con poderes para influir en la elección del futuro presidente del Consejo de Ministros, pensando estos fontaneros que de mantenerse vivo Franco y sin saber en qué estado de salud se encontraba, ningún parlamentario hubiera votado algo diferente a lo que indicaba el Régimen.

Porque hay que recordar pasadas muchas décadas, que aun sabiendo que estaba muy grave, no se informaba de su inevitable fallecimiento. Desde el 15 de octubre sufriendo un primer infarto silente dentro de en un proceso de gripe, su vida ya corría peligro dada su edad, pero se mantuvo un férreo control de la información incluso entre los ministros del momento, para que nadie moviera piezas e influencias. A las 5,25 de la mañana del 20 de noviembre de 1975 el enfermo de casi 83 años dejó de funcionarles al Régimen.

La viñeta de la portada de la revista Hermano Lobo de aquella fecha refleja perfectamente la sensación que se vivía en las calles. Eso sí, mezclada con una dosis de miedo, según las edades.

En 1977 no todos los partidos políticos eran legales

En las Elecciones Generales del año 1977—había pasado más de año y medio desde que se había muerto Franco— todavía no se podían presentar todos los partidos políticos y muchos de ellos eran ilegales por diversos motivos, entre ellos el más común era el no haber recibido todavía el visto bueno a la documentación que presentaban. Así que aunque muchos de los pequeños partidos de izquierda existían en la calle y eran consentido, en realidad con ellos se creó una discriminación contundente, pues al no poder presentarse por libre en las Primeras Elecciones Generales Democráticas y tenerlo que hacer en Coaliciones, no pudieron jugar en igualdad de condiciones con los que después se asentaron en la sociedad española, como fue el caso del PSOE y el PCE.

Este recorte de prensa es de Mundo Obrero, revista del PCE pero que acogía también en aquellos primeros tiempos de andadura democrática a todos los movimientos progresistas de izquierda, incluso en sus opiniones escritas. Aquellos movimientos y críticas también fueron capaces de presionar para que al final se legalizaran todos, ante el problema de que se exigiera una ruptura en vez de una reforma. Pero los partidos grandes ya habían ocupado su puesto importante en las instituciones.