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La bonita y entretenida forma de manipulación en internet

Hoy te voy hablar de la manipulación de internet, ese tema que sé que sospechas cuando no lo tienes asumido, y contra el que no podemos defendernos. Pero conocerlo al menos, es un pequeño camino para sonreir.


Cada día más, todos usamos internet como vehículo que nos trae la libertad de viajar por la redes en esa búsqueda del ”todo”. Creemos que es la libertad de expresión total, el almacén donde todo se guarda, la enorme biblioteca gratuita a donde poder ir a consultar lo que necesitamos o el almacén de nuestras ideas, de la realidad auténtica, de lo que sucede y de los pensamientos más libres que intentan adivinar qué nos va a suceder. 

Esta telaraña es inmensa y en ella podemos buscar remedios para nuestras enfermedades, libros para leer, noticias o fotografías, comentarios o recetas de cocina, pedagogía o aprendizajes. Gratis, pero sin los conceptos de control que nos gustaría.


Es tan enorme…, que es totalmente manipulable por los que quieren manipularnos a todos. Aprovechemos que hoy escribo disfrazado de agorero, para ver algunas pinceladas preocupantes. De entrada todo lo que sea información anterior al nacimiento de internet, es todavía un asunto muy minoritario y llegará un momento en que dejará de existir. En un tiempo y cuando nuestros nietos busquen, saldrá un millòn de veces Trump y 200 veces Lincon.


Si bien internet nace para promover y repartir el bien común entre ciudadanos, para facilitar la comunicación de las informaciones, enseguida algunos se dieron cuenta que era un sistema perfecto para manipular pensamientos. Para guardar los valores que algunos quieren conservar y propagar por encima de todos los demás.


Como ya nadie es tonto, y estos tampoco lo son, hay que hacerlo de forma que no se note, para que nadie salga escaldado de los sitios. 

La mejor forma de manipular es dar una dosis de libertad controlada y controlable.


¿Quien crea contenidos de gran uso para internet? ¿quien controla lo que se publica y lo que no debe pasar el filtro que ellos mismos ponen y cambian cuando quieren? ¿quien tiene poder económico para poner controles de acceso o de contenidos? ¿quien logra que una información que tú buscas salga en los buscadores en las páginas una o dos, o en la página trece o catorce?


Fijémonos en donde radican físicamente las grandes empresas que controlan internet. Desde estos blog a los contenidos de entretenimiento, o los grandes servidores, o los enormes nudos de reparto de información. Pensemos por un momento en quién tiene el grifo de todo este sistema. ¿Podemos vivir hoy sin internet abierto, simplemente con intranet como en Corea del Norte?


Yo con este blog gratuito simplemente estoy regalando mis contenidos a una empresa que me los deja guardar (y se los queda) en SUS almacenes para que vosotros los leáis cuando os venga en gana. Pero el que domina y es dueño de los contenidos es una empresa y unos almacenes a los que no tenemos acceso legal.


Las leyes que controlas estos flujos son de un país que no es el mío, que pueden cambiar uns personas que yo ni de lejos conozco ni elijo. Que las cambiaran no por mi bien como ciudadano español, sino por el bien de sus propios ciudadanos, como es lógico además.


Pero además y sin entrar en cuevas complejas, hay un dato aterrador. Los lobbies del poder de todo tipo, tienen dinero y tecnologías para poder llenar internet de contenidos favorables a sus tesis, sin que no demos cuenta. ¿Quién nos está informando (de verdad) en una página cutre que lo mejor para el dolor de rodillas es el paracetamol, el ibuprofeno o la aspirina?


Cuanto más grande es una empresa, más capacidad tiene para llenar de sus contenidos todo. Eso sí, tras estudiar tu propio comportamiento de defensa, y saber que no quieres marcas, que solo admites lo que parece blanco y neutro, que no entrarías en un lugar donde las empresas firmaran sus contenidos.


En política sucede igual. Los grandes partidos, nuevos o viejos, de la política zaragozana o española, tienen decenas de lugares desde donde emanan sus informaciones y opiniones, sin que aparezca el nombre de quien paga o sustenta. Uno puede creer que ese lugar es guay, pero no sabe quién está detrás.


Hay un truco. Cuando un lugar es gratuito, con poca publicidad y contenidos muy bien elaborados y de calidad, cuando se ve un diseño y una construcción profesional, normalmente es que alguien paga a unos profesionales para que lo mantengan vivo. ¿Quien? No lo sabemos. O casi no lo sabemos.


Pero las estrategias de marketing funcionan muy bien para distorsionar la información que sale a la luz y para pulir y dar brillo sin producir miedo o susto. Si cada día y de media vemos la pantalla de nuestro teléfono móvil unas 150 veces (ya, ya, ni tu ni yo llegamos a esa cifra, lo sé), imaginaros qué chollo poder influir en un acto tuyo, libre y decidido por tí, para meterte sus ideas, sus productos, sus informaciones.


Claro, claro, no en las 150 veces. Para engañarte y para engañarme, solo lo hacen en 15 ocasiones, el resto son contenidos gratuitos y entretenidos, para que sigamos entrando a mirar. Son profesionales de la venta de contenidos.