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Me sobran tantas cosas. José Corbacho

José Corbacho publicó en su Instagram este texto que abusando de su buen sentido, copio y pego.  Tremendas reflexiones de sentido común, de simple dolor de tripas, de ganas de gritar y admitir que incluso es peor eso. Gracias por estas líneas.
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A un día histórico, le sucede otro que lo es más.
A un mal discurso, otro peor.
A una manifestación, la siguiente.
Y a mí, me siguen sobrando cosas.
Me sobran los que cantan "A por ellos".
Y los que llaman fascista a Serrat.
Me sobran los que cantan el "Cara al Sol", sobre todo los jóvenes ignorantes porque me consuelo pensando que los viejos que lo hacen, por ley de vida, morirán pronto.
Me sobran ex políticos pirómanos como Aznar, Guerra o González y sus declaraciones incendiarias.
Me sobran políticos en activo. Obviamente los corruptos, de los que nos hemos olvidado, pero también los que sobreactúan y pretenden imponer su discurso a cualquier precio.
Me sobran "rufianismos" y "hernandismos". Me sobra la justicia arbitraria que no es justa y me sobran los fiscales y jueces que la practican.
Me sobran independentistas con demasiada prisa.
Me sobran unionistas que desunen.
Me sobra la DUI y el 155.
Me sobran patriotas. Y me sobran sus banderas. Todas, sobre todo las de épocas pasadas.
Me sobra la violencia. Siempre.
Me sobran policías que se exceden en su trabajo y que cantan que "los dejen actuar".
Me sobran medios de comunicación que informan opinando y opinan desinformando.
Pero también me sobran los que insultan e increpan a policías y reporteros que hacen su trabajo.
Y me sobra, mucho, que mezclemos a los niños en esto y no seamos capaces de dejarlos de lado. Tal vez porque mi padre siempre antepuso mi seguridad a sus ideales cuando corría delante de los "grises"
Me sobra todo esto, y más que me dejo. Demasiadas cosas, lo sé. Igual soy al único al que le sobra tanto. Igual el que sobro soy yo.
Pero es que no puedo con tanta intransigencia, tanto odio y tanto amargado.
Me sobran porque son tóxicos para la convivencia.
Y nunca se equivocan. Y nunca piden perdón.
Me falta más gente que lo pida, como los que lo han hecho en los últimos días.
Y me falta gente que ceda. Creo que ese es el único camino hacia un diálogo. El que sea.
Me sobran muchos, lo sé.
Pero como tengo que convivir con ellos, seguiré intentando convencerles de que están equivocados.

Y sobre todo seguiré esforzándome día a día para que mi hijo no sea nunca uno de ellos.