Primeras ayudas, consejos básicos para una persona que se divorcia o se separa

Un divorcio es un punto y aparte, no es un punto final. Es muy duro, sobre todo si se dan condicionantes de hijos y familiares, pero hay que seguir caminando y construyendo vida. Tal vez de las mejores ayudas posibles es encontrar a gente con tu misma realidad vital, reunirte en asociaciones de separados, con gentes que estén en tu misma situación, de ambos sexos, y que sirva para relacionarte y no quedar hundida y para que tus nuevos problemas sean mejor entendidos. 
Es importante vigilar tu pratrimonio económico, pero tal vez más tu pratimonio vital, tus amistades, tus ganas de seguir peleando, de seguir teniendo razones para volver a intentárlo. Nada es pero en estos momentos, que sentirse culpable y hundido. ¿Culpable de qué?, ¿de tener que iniciar un nuevo camino vital, de rectificar, de tomar decisiones duras pero inevitables?
Ahora vamos a dar algunas cifras que nos indican que los divorcios en España siguen aumentando.

Aumentan las rupturas matrimoniales en España un 3,9 % durante 2010 llegando a las 110.311 parejas rotas. Se rompe el amor, la relación, parte de nuestra vida se disuelve y tenemos que enfrentarnos a otra manera de vida.

Durante 2010 se produjeron 102.933 divorcios (un 4,7% más que en el año anterior) y 7.248 separaciones (un 5,6% menos). Además, hubo 140 nulidades, un 10,2% más que en 2009. De esta manera, se consolida la tendencia al alza de los divorcios, ya que representan el 93,3 por ciento de las rupturas.
Asimismo, en 2010 se produjeron 245 disoluciones de matrimonios homosexuales, de los que 137 fueron entre hombres y 108 entre mujeres.
Del total de divorcios, el 67,4 % fueron de mutuo acuerdo y el 32,6 % no consensuados. Por su parte, el 70,7 % de las separaciones fueron de mutuo acuerdo y el 29,3 % contenciosas.
El mayor número de rupturas tuvo lugar en la franja de edad entre 40 y 49 años, tanto en hombres como en mujeres. La edad media de las mujeres en el momento de la disolución matrimonial fue de 42 años y de 44,6 años en el caso de los hombres, ambas edades ligeramente superiores a las registradas en 2009. El 86,2 % de las disoluciones tuvo lugar entre cónyuges de nacionalidad española, en el 8,9 % uno de los cónyuges fue extranjero y en el 4,9 % ambos cónyuges eran extranjeros.
La duración media de los matrimonios disueltos en el año 2010 fue de 15,5 años, cifra ligeramente inferior a la observada en 2009. Así, tres de cada diez divorcios se produjeron después de 20 años de matrimonio y dos de cada diez en uniones que duraron entre seis y 10 años. En el caso de las separaciones, el 45,5 % tuvo una duración superior a 20 años y el 15,8 % entre seis y diez años.
El 42,9 % de los matrimonios disueltos en el año 2010 no tenían hijos, el 48,5 por % tenían hijos menores de edad, el 3,8 % mayores de edad dependientes. La custodia de los hijos menores fue otorgada a la madre en el 83,2 % de las rupturas matrimoniales, cifra similar a la observada en el año anterior (84%). En el 5,7 % de las disoluciones la custodia la obtuvo el padre (similar al 5,6% de 2009), en el 10,5 % fue compartida (ligeramente superior al 9,7% del año anterior) y en el 0,6 % se otorgó a familiares o instituciones.
En lo que concierne a la presentación de la demanda de disolución matrimonial, en el 47,9 % de los casos la demanda fue presentada por ambos cónyuges , en el 32,5 % por la esposa y en el 19,6 % por el marido. Este orden de prelación se mantiene tanto en los divorcios como en las separaciones. El 72,4 % de las demandas de divorcio se resolvió en menos de seis meses, mientras que el 8,1 % se demoró más de un año. En las separaciones, el 76,7 % se resolvió en menos de seis meses y el 7,1 % tardó más de un año. Así, la duración media de los procesos fue de 4,8 meses, ligeramente inferior a los 4,9 meses observada en el año anterior.