Páginas

El Mediterráneo sur se puede convertir en un polvorín peligrosísimo

Tras los levantamiento populares en Túnez y Egipto en donde los dirigentes cedieron tras pocos días de presión popular surgió Libia que tras ver las barbas de sus vecinos, decidió Gadafi que él no cedía. Y surgió la guerra civil con la implicación de occidente. Se continúa con Siria y Yemen que soportan la presión de sus ciudadanos, pero sin ceder los que mandan pues saben que si dejan el poder serán juzgados e irán a la cárcel.

Como a los sátrapas y dictadores no les damos solución alguna, prefieren morir matando que ir a la cárcel o a la horca.

Pero preparados ya los países vecinos del posible contagio, Irán ya interviene sin que se note mucho, en prevención de que se le traslade a su territorio las protestas y tenga que matar más de lo normal. ¿Y occidente qué?

Sin duda occidente tiene ya los mismo motivos para apoyar a los rebeldes de Siria, que el que tuvo para hacer con los de Libia lo que hizo. Poco y mal.

Las naciones de Oriente Medio se tocan y sufren, en muchos casos desde incluso la riqueza, aunque muy mal repartida. Y en los próximos meses podemos asistir a dos o tres posibles escenarios.

1/ Que todo se calme por el miedo de las poblaciones a las guerras civiles indiscriminadas.

2/ Que tenga que intervenir occidente en varios países a la vez para que no se convierta todo el Mediterráneo sur en una zona llena de guerras civiles.

3/ Que intervenga una nación (otra) poderosa a la vez que belicosa y con ganas de joder, para intentar dominar todo el proceso ante la falta de líderes regionales con capacidad de gestionar las crisis.

Los próximos meses serán cruciales para encontrar soluciones, mientras Europa parece estar mirando hacia otro lado, sin darse cuenta que es un problema grave que le afecta totalmente en su línea de flotación social, política, económica y militar. Quien piense que esta sucesión de problemas no nos afectan a los europeos, se equivoca totalmente pues somos parte del problema pero sobre todo, gran parte de la solución o de la realidad contagiosa, si todo aquellos se convierte en un polvorín de gran tamaño.