Era tan “Free Stile” que no quiso llamarlo Freestyle pues además de ser libre era suyo y cuando algo es tuyo le ponen el nombre que te sale de las ganas escondidas.
Estilo libre es tener libertad para tener estilo? ¿O es cosa de brujos?
Era tan “Free Stile” que no quiso llamarlo Freestyle pues además de ser libre era suyo y cuando algo es tuyo le ponen el nombre que te sale de las ganas escondidas.
¿Qué servicios no ofrece Internet? ¿Algo de poder hablar sin buscar ligar?
Debo ser medio tonto pues algo que me parece lógico, de sentido común y más en estos tiempos, no soy capaz de encontrarlo y estoy seguro que existe. Que tendría que existir. Me refiero a espacio en Internet donde simplemente las personas se reunieran a hablar, donde simplemente se hablar, sin buscar convencer a nadie, sin buscar sexo, sino simplemente escuchar y hablar.
Que insisto, debe existir pero yo no lo conozco. Una especie de Foro pero en plan moderno, del siglo XXI, una especie de Tinder pero sin ganas de buscar pareja o de tener o mirar sexo. Un espacio similar a Tumblr pero no para enseñarnos "cosas" sino para hablar con alguien de Cuenca, de Bolivia o de Sudáfrica.
Vamos, un sistema moderno de Radioaficionado, donde lanzaras tus mierdas al aire, esperando que alguien escondido te leyera o escuchar… y te respondiera, salvando el idioma pues ya hay traductores de todo tipo.
Está claro que Internet tiene todavía sorpresas que darnos a todos. Más en estos tiempos de soledad por una pandemia que nos ha bloqueado muchas relaciones de tocarnos o de vernos la cara. ¿Cómo son todas las personas que me han ido presentando como nuevas en este año y pico? ¿Los reconoceré cuando ya no tengamos mascarillas?
Dentro de unas décadas nos recordarán como los más tontos del siglo
Dentro de unas décadas, cuando se analice los estragos de la pandemia en las Universidades del futuro, nos recordarán como los ciudadanos del mundo más tontos del siglo por no haber sido capaces de entender la enfermedad, por crear otra enfermedad social encima de la enfermedad sanitaria, por no haber sido capaces de crear un producto farmacéutico válido para prevenir o curar la enfermedad y por apostar todo por la vacunas mal distribuidas que han dejado a la mitad del mundo sin opciones de poderse defender.
Pasaremos a la historia Universal como una generación mundial de imbéciles que no supo contar contagiados ni muertos, que no supo los motivos del inicio de la pandemia, que cambió de criterios de auto defensa contra los contagios varios veces en un año, que al menos suspendió dos primaveras y todo el deporte presencial, las escuelas y universidades, etc. algo que no había sucedido ni con als guerras más feroces.
Lo curioso es que desde dentro, desde el "ahora y aquí" no lo vemos así. Nos hemos logrado inocular contra la imbecilidad social, y creemos que lo hemos hecho bien. Pero si analizamos como se hizo contra la Gripe de 1918 podemos ver que lo estamos haciendo igual y la situación es muy similar. Tenemos internet, teléfonos que nos suena mientras cagamos, podemos ir a New York si nos dejaran ir, mientras tú estás durmiendo o podemos comernos un plato de comida coreana de un pueblo perdido en el Sur simplemente cambiando de calle en nuestro barrio.
Pero tuvimos durante dos primaveras, prohibido sonreír y hacer planes. Nos falta pagar la factura de todo esto, así que tranquilos, no hemos acabado. Cuando nos analicen se harán cruces o aspas. Cruces si creen que todo es culpa de dios o aspas para tacharnos del mapa de la historia.
¿Tenemos ansiedad? ¿Qué podemos hacer nosotros por nosotros?
Es por eso que hay que tener recursos a mano para controlar estos momentos de bajada de las defensas emocionales. Consejos o pautas que te aporten alguna solución temporal desde varios puntos, bien hablando con los profesionales dedicados a la salud mental, acudir a un libro, un familiar, o alguien conocido que ha pasado por algo similar.
Porque muchas veces nos entiende mejor quien ha sentido en sus carnes la ansiedad, la depresión o un hecho traumático (un accidente, una enfermedad…) que el personal sanitario que, sí, entiende mucho sobre la teoría, sobre medicaciones o consejos generales útiles en caso de urgencia y para saber controlar, a veces, una situación, pero las habilidades sociales son muy necesarias en estos casos y no siempre se tienen.
Por otro lado, el personal de salud mental te atiende cada tres/seis meses (o más) en la sanidad pública, y si por un casual el día de consulta estás más animado/a por lo que sea, pues te ve mucho mejor, y considera que lo que le cuentas es normal, y tal vez al día siguiente —o a la media hora de salir de la consulta— te de una llorera, una crisis ansiosa y no tienes ganas más que de estar dentro de la cama.
Por ello cada vez creo más en esas personas que nos conocen y entienden nuestras situaciones, que saben cuando queremos un abrazo, estar solos o salir a tomar un café para hablar, para soltar basuras o pensamientos.
Creo en la madre que te seca las lagrimas y te calma si estás nervioso, en la amiga que te saca de compras y te abraza, en los amigos que te llaman y se inventan cualquier cosa para hacerte reír.
Qué deben hacer los familiares ante un ataque de ansiedad?
En el segundo caso nos encontramos ante personas sensibles, que al ver a su familiar en situación de pánico creerán firmemente que les está ocurriendo algo grave y tras acudir al hospital, se pondrán a ayudar en la medida de lo posible, buscando a intentar soluciones.
¿Cuándo toca jubilarse y qué supone esto?
Una de las decisiones más importantes en la vida de cualquier persona, en el mundo occidental al menos, es la de tener que jubilarse, decidir en qué momento vital debemos jubilarnos. ¿A qué edad, cuándo, por qué, para qué? Normalmente es el Estado el que marca la edad de tu jubilación, no es una decisión totalmente libre pues como cualquier ser humano, tras dejar de trabajar cobrando tienes que seguir viviendo y alimentándote con unos gastos fijos. No es sencillo poder jubilarse en todas las posibles empresas cuando crees o quieres que debes hacerlo.
Digamos que entre los 55 y los 65 años estaría la edad práctica en la que casi todos nos jubilamos o prejubilamos. Algunos tienen la suerte de poder hacerlo o planificarlo un poco antes y otros se aferran a su trabajo para hacerlo después.
Pero en todas las personas hay una tónica que debería ser general. Vamos a ganar menos dinero, pero es posible que también tengamos menos gastos. Y además ya no deberíamos tener deudas y si un poco de ahorro y nuestros hijos nos necesitan mucho menos. Digo en teoría, pues estas cosas con las crisis desde el año 2008 se ha visto muy modificadas.
La jubilación no es otra cosa que el estado básico de regeneración social, para que otras personas más jóvenes, con otras ideas y más actualizadas formaciones, entren a ocupar nuestros puestos de trabajo o de decisión. Por ello mismo la jubilación es muy buena para las sociedades.
Si retrasamos la edad de jubilación, estamos retrasando la edad de emancipación de las generaciones que vienen detrás, y eso no es positivo para la sociedad por muy variados motivos, incluso la competitividad y la productividad del país.
La jubilación no debe ser nunca entrar en el periodo de inactividad total. Eso ni es beneficioso para la persona, ni para la sociedad, ni para el consumo o la cultura. Si tomamos como referencia esa edad desde los 55 a los 65 años de edad, estamos hablando de una media de entre 10 y 25 años donde la persona jubilada puede ser muy efectiva en muy diversas tareas.
No hablo solo del Voluntariado, que también, sino de la participación activa en muy diversas tareas de tipo social, político, artístico, cultural, deportivo incluso.
Admitiendo la persona que ya ha llegado a ciertas edades muy adultas, que su función no tiene que ser la misma que la anterior, cuando estaba en el mundo laboral.
Ahora toca si acaso la reflexión, la ayuda, el apoyo, el disfrute del tiempo, incluso el consumo y el apoyo familiar.
Muchos de nosotros hemos perdido muchos momentos importantes de la vida de nuestros familiares y de alguna manera hay que recomponer esos tiempos perdidos. Lo perdido no se recupera, pero al menos debemos intentar "estar" en los nuevos tiempos que nos toca vivir como familia.
La jubilación es de entrada positiva si se sabe utilizar y si no representa una meta decadente de las personas, que nunca lo es. Somos mayores, pero de entrada nuestra capacidad para disfrutar de la vida puede durar todavía bastantes años, así que lo primero es negarnos la capacidad de ser negativos.
Madrid bien vale unas tónicas, aunque esté vacía la Cultura
Hemos estado unos días en Madrid, como quien dice: "En la Capital" de la nada o del vacío. A mi marido le encanta ir de museos, íbamos con mochila, pues resulta que las consignas están cerradas tanto en la Estación como en los museos, por la pandemia nos decían, todo lo malo es por la pandemia, así que todo el Museo Reina Sofía nos lo recorrimos con la mochila a cuestas.
¿Tú sabes dónde estarán en el año 2050? Yo sí
Leo que Pedro Sánchez ha presentado hoy un Proyecto para la España de 2050 y me asusto. —¿En serio? —Me asombra que seamos incapaces de dominar las vacunaciones, de contar los fallecidos de la COVID o de plantear cambios profundos en la Sanidad Público actual para que nunca vuelva a suceder que nos pille un puto virus sin batas para los médicos…, pero en cambio somos capaces de imaginarnos el 2050 como el que se monta una película de ciencia (poca) y ficción (mucha).
Todo evoluciona a una velocidad nunca imaginada y hoy 30 años son como 100 a principios del siglo XX. Pero sin perder de vista esos 30 años por delante, sigo sin imaginarme a los ciudadanos de 1910 diseñando el 1940. Se habrían equivocado y mucho. Ni a los españoles de 1975 pensando en qué querían para la España de 2005.
No son muchos esos 30 años de imaginación social y hay que reflexionar sobre esas fechas mucho antes de que lleguen. Hay que diseñar el futuro con mucha antelación. Pero en secreto casi, con sordina para no meter la pata con las equivocaciones. Suena a redondo el 2050, incluso a bonito, pero sobre todo suena a mecagüenlalecheputa.
Yo no estaré en ese 2050, así que a mí… ¡qué me importa! —debería pensar— pero en cambio me gusta pensar en el 2050. Debo estar idiota. ¿Quién gobernará en España en el 2050? Un día me tengo que poner a pensar en el 2050 con ganas de pensar en serio, es decir, con ganas de perder el tiempo.
Para aprender a escribir, hay que leer y descubrir los estilos
Para aprender a escribir bien…, hay que aprender a leer bien. A ser críticos con las obras de los otros escritores que te gustan, a descubrir cómo se han escrito sus obras, cómo es el narrador, si se habla en futuro, en presente, desde primera persona, desde tercera.
Leer de forma crítica ayuda a encontrar los engranajes de la obra y a poderlos emplear luego en tus obras.
El silencio es aumentar la voz de los demás
Siempre hemos pensado —o nos han hecho pensar— que el silencio era inocente, y es un gran error. El silencio es culpable de que otros alcen la voz en solitario. No hay que hablar de más… pero tampoco hay que hacerlo de menos pues la responsabilidad está tanto en hablar como en callar.
Bésame en esta esquina. Y no seamos tan ariscos
Si existe la bondad y los buenos deseos… ¿por qué no los repartimos más y mejor? Es amor o no, pero sobre todo es contacto humano. Como seres vivos necesitamos más contacto de todo tipo. Aunque sean tiempos complicados para decir esto. Contacto de tocar, de escuchar, de vernos, de hablar, de saber qué cara tenemos. Contactos íntimos todos en el grado que cada uno y una quiera. Tampoco es cuestión de ir por la vida solicitando besarse con el primero que se cruza, pero aparcar los odios y repartir algo más de amor y de contacto, tampoco estaría mal. Hace mucho tiempo que no habíamos estado tan ariscos como somos ahora. ¿Y sirve de algo la frialdad? Pues ni para defenderse, pues al "malo" se la sopla la cara que le pongas.
La última vez que lloré. Y hay que decirlo con tranquilidad
Llorar es como una montaña en la que de niño se va subiendo de forma muy rápida hacia el NO llorar y con la edad vas bajando hasta reencontrarte otra vez con las lágrimas como casi terapia. Abajo de esa montaña está la situación que podríamos llamar "normal" que es el llorar cuando la vida lo necesita. Y arriba la situación que cada uno nos creamos como coraza para disimular y demostrar que somos fuertes por fuera, aunque seguimos siendo igual de humanos por dentro. Creo que los animales no lloran, y debe ser por mantener las formas. Por mi edad ya estoy bajando y casi llegando al suelo, así que me permito llorar cuando me da la real gana.
Hoy he llorado. Me han hablado de una persona que no conozco padre de un amigo, profesor de literatura y lengua, y me han explicado sus métodos de enseñanza con sus alumnos para lograr que aprendieran a hablar en público, en voz alta. Y me han enseñado un libro de haiku que había escrito. Tiene el profesor casi joven desde hace dos años… esa enfermedad de nombre alemán que le vino a los pocos meses de jubilarse.
Hoy —por fin— va a poder salir a la calle con su hijo desde la Residencia para Personas Mayores y podrá ver a sus nietos, más de un año después de la última visita con niños. Nadie sabe qué sentirá pues tiene lagunas y espacios en blanco. No sabe si los reconocerá. La semana pasada fue su esposa y una buena amiga a verlo y sin mediar palabras les cogió de la mano a ambas y se puso a llorar.
Somos tan débiles que las enfermedades de nombre alemán nos vencen aunque seamos buenos profesores y hayamos escrito poemas. Las enfermedades no entienden de utilidad humana.
La publicidad es provocación. Cartel Copa Davis
La publicidad es esto que vemos en la imagen, tiene que ser esto pues la publicidad es cara. Por eso la publicidad es provocación. Busca que le prestemos atención, que yo hable de ella, que tú la leas, que se rompa la cadena de la calma y se muevan entrañas. Así que casi todo vale dentro del buen gusto pero cercano al límite. No hay otra si queremos rentabilizar la inversión.
Este cartel de la Copa Davis es una excelente idea aunque suena a grotesca y provocadora en el mundo de las ideas. El resultado ya ha sido testado con éxito, se habla de este cartel en la ciudad de Madrid y fuera de ella.
La Agencia Kosmos que preside el futbolista Gerard Piqué sabe bien qué hay que hacer para llamar la atención. E incluso para explicarse pues sabe que se creará polémica en positivo y en negativo. Un trabajo entre la Agencia Kosmos y la Agencia Smäll que las pone en el mercado de la publicidad un peldaño más alto que hace una semana. Todos salen ganando.
Te propongo el cambio más sencillo para mejorar la salud. Caminar mas
No hay ejercicio más fácil, barato y que más mejora la salud de las personas… que CAMINAR. Caminar o moverte por tus localidades utilizando tu propia fuerza en una bicicleta o andando. O incluso corriendo si te apetece. Es lo más inteligente para cuidar tu salud, no contaminas nada, no hay que aprender nada nuevo y si sabes elegir el lugar respiras mucho mejor y disfrutas del paisaje de tu zona verde, parque o exteriores de tu localidad.
Caminar es un derecho de todos, y crear las ciudades en ese concepto que estamos intentando volver a sacar, el clásico "Ciudad de los 15 minutos" donde todo esté a 15 minutos de distancia andando, a lo sumo a 20 minutos, es un lujo.
No hay que ir por calles masificadas donde el aire está ya contaminado de otras personas junto a coches, aires acondicionados de locales, etc. No tiene sentido.
Caminar debajo de árboles es el cambio que te propongo.
Si nacimos erguidos y con la capacidad de andar, no es fácil de comprender que lo hayamos querido olvidar sentándonos dentro de vehículos para recorrer pequeñas distancias.
Y si la distancia que necesitas recorres supera esos 15 minutos de distancia andando, siempre hay transportes públicos, cada vez más modernos, cómodos y menos contaminantes, para ese desplazamiento. O bicicletas para darte un paseo.
Desear ciudades de 15 minutos no es inventar nada, era lo que ha existido de siempre. Localidades de un máximo de unos 40.000 a 300.000 habitantes donde en los barrios había "de todo".
Si hemos sido capaces de ver como en zonas de grandes ciudades de altísimo precio han retirado los coches de enormes y conocidas avenidas para convertirlas en peatonales, en zonas de paseo o de estancia en bancos y con árboles en grandes maceteros, tenemos que admitir que somos capaces de hacer casi todo por vivir mejor…, siempre que queramos.
¿Cuánto te ahorras en médicos, en farmacia por andar lo que debes, por andar lo que andaban tus padres?
No se pide más, simplemente andar lo que andaban nuestros padres, algo muy sencillo de recordar pues todos hemos sido niños.
Tener el poder sin que nadie lo sepa es fabuloso y muy cómodo
Hay auténticos artistas que saben mandar sin que se note, que logran que les obedezcamos sin darnos cuenta de que estamos siendo manipulados, creyendo incluso que las ideas, las decisiones son nuestras.
Es el grado de la excelencia en el mandar, conseguir que no se note y que además todos estén agradecidos a nosotros por lo poco que mandamos, ordenamos, gestionamos las vidas de los demás.
Cambiar esta manera de ser obedientes, de comportarnos ante el poder escondidos de otros, solo se consigue con una educación diferente. Pero no queremos pues nada hay más cómodo que tener el poder sin que nadie lo sepa.
Me dejo engañar con mis lecturas, y quiero cambiar
He llegado a la conclusión de que he perdido mi costumbre de leer cambiado por el de escribir. Salgo perdiendo yo. Antes devoraba libros de todo, incluso novelas, algo que ahora me parece hasta increíble. No cuentos, no, relatos: novelas. ¿Yo leyendo novelas? ¿Seguro que era yo?
Amar es simplemente vivir. Así de sencillo
Este grito de la Acción Poética Oscense en Huesca es una frase con grito incorporado.
—¡¡Llámame, pero sin LL!! —es toda una intención solicitada con deseos. Una forma de hablar de amor sin que se note a la primera. Excepto que estés muy preparado para amar. ¿Qué es amar? Pues posiblemente nadie lo sepa pues hay tantas formas de amor, de amar, de ser amado, que no es sencillo explicarlo y menos llegar a entenderlo.
Se ama por edades, por relaciones, por contactos, por deseos, por cercanía, por amistad, por tacto y olfato. Se ama de verdad e incluso se puede amar de mentiras. Y se ama de mentiras y se puede convertir en amor de verdad. Todo el amor está vivo y por eso se transforma. Casi siempre en más amor.
El desamor es quedarse sin gasolina, es perder le fuerza. No se pierden las ganas, se pierden las fuerzas de seguir amando, pues todavía sería posible. Pero en los últimos años nos rendimos enseguida. Amar es soñar, recordar, sentir, escuchar, padecer, sufrir. Amar es simplemente vivir.
La educación actual crea personas uniformes. No alumnos libres, sino necesarios
Por este sistema educativo las materias que se ofrecen a los alumnos —es decir a los niños, futuros adultos y llenos de imaginación y libertad— son unas pautas en formación hasta doblegarlos en la dirección que creemos en cada momento más útil para el sistema, incluso para ellos mismos como personas. Insisto, no hay que alarmarse.
En el camino de esta educación definida para crear individuos “necesarios”, perdemos muchas capacidades innatas de crítica a lo establecido, de exploración de los diferente, de los distinto, mucha pérdida de la sensibilidad, de la capacidad crítica para seguir teniendo imaginación cuando somos adultos.
En los últimos tiempos solicitamos desde el mundo del trabajo lo contrario. Personas que sobresalgan por su especialización.
La educación escolar está siempre en contínua transformación, algo lógico si sólo buscáramos la excelencia.
Las tablillas en los cementerios de Japón. Si eres turista, visita los cementerios
En Japón, en Tokio, son tantas las sencillas cosas que debemos ver, que una semana es muy poco tiempo para disfrutar de una sociedad diferente a la occidental. En los viajes de más de una semana que hagas a cualquier país distinto al tuyo yo siempre recomiendo que al menos unas horas se dediquen a visitar un cementerio, y admitiendo de que esto suena a barbaridad, es un ejercicio turístico que te adentra como pocos en sus culturas, en sus formas de ser y sentir.
Esta imagen de arriba nos muestra el cementerio de Yanaka ubicado al norte de Ueno en Yanaka, Tokio. Un cementerio donde poder ver y sentir la antigua atmósfera de Shitamachi, la historia de un pueblo, la cultura antigua de Japón.La calle que atraviesa el corazón del cementerio se llama Sakura Dori, la calle de los cerezos en flor. Si tienes la suerte de poderlo visitar cuando las flores rosas y blancas están en los árboles en primavera, verás un espectáculo inolvidable.
En las tumbas de los japoneses es habitual dejar unas tablillas con rezos y recuerdos para el difunto, que en días de viento se mueven y realizan un tintineo que suena a música celestial o como poco a sonido venidos desde el más allá. Como en Japón ciudad hay cementerios en algunos barrios entre las zonas habitadas, dentro de urbanizaciones, en días de viento este sonido entra en las habitaciones de las viviendas cercanas, para recordar que la vida es eso, una música que se acaba.
Hay moscardones que hablan demasiado, y moscardones que están en silencio
A veces los moscardones son terriblemente impertinentes, pesados, remolones alrededor de uno mismo. Tener un moscardón cerca es saber que te están tocando las morales. Cada día hay más moscardones y eso es porque los insecticidas sociales ya no funcionan como antes, ahora cualquier moscardón se cree con razones para seguir sobrevolando con zumbidos que te molestan.
—¡¡Coño!! que yo prefiero el silencio, la calma, que ya sé todas las mierdas que se dicen y no quiero seguir escuchando más tontadas.
Hemos dejado de estar en Estado de Alarma y los Presidentes que la impusieron hace ya… mas de cinco meses, el 25 de octubre, no se han dignado a salir a explicar nada de nada, no han querido hablar aunque fuera un poquito, para agradecer a la sociedad el esfuerzo requerido. Es posible que esta vez también se haya tomado buena nota de que los moscardones que si es bueno que hablen de vez en cuando no hayan dicho nada nuevo.
Hay moscardones que se pasan haciendo ruido. Y moscardones que incluso cuando deben hablar, prefieren el silencio.
Da la sensación de que no sabemos bien qué queremos, qué toca en cada momento. Seguiremos escuchando ruido, pero sin entender nada de nada. Es lo que tiene el ruido, que atonta.
¡Viva el desorden ordenado! Y dejémoslo tranquilo y sin cambiar
Me encanta mi desorden, es como vivir rodeado de lo que tengo dentro de mi cabeza, todo un lío perfectamente organizado. Me gusta el barullo pacífico, el de asentar cosas bien ordenadas dentro del desorden total. Imposible de aclarar esto último.
De la educación de nuestros hijos depende nuestra vejez
Quino nos dejó esta historieta, que es un relato tristemente real.
¿Cómo deben ser hoy los líderes de los equipos de trabajo?
Todos los equipos de trabajo que funcionen bien y estén adaptados a los nuevos tiempos son sistemas complejos en los que son muchas las variables y las influencias que hay entre estas variables, por lo que se convierten en procesos de gestión que deben mimarse, dotarlos de formación continua y espacios de análisis interno que sean eficaces. Saber elegir la persona que lidere estas funciones es fundamental para lograr éxito en los objetivos.
¿Por qué estamos tan cabreados si nos manipulan a todos?
Esta claro que gran parte de la gente ni entiende, ni quiere entender, pero estoy bastante indignada o cabreada con lo que ha pasado en Madrid y eso que a mi no me toca nada ni por Madrid ni por actividad política ni por edad que debe pelear por los futuros mejores. Observo todo desde la lejanía.
El español medio nada más levantarse de la cama
Esta sería la imagen del español medio sacando babas por la boca, con los dientes bien afilados y los ojos a la virulé, que es una manera un tanto especial de poner los ojos para no ver y asustar al contrincante. Vamos, poniendo los ojos con una mirada desordenada, extraña y con ganas de joder al que pregunte. Estamos en la fase de "…a por ellos…" sin saber quién son ellos. Así que tenemos que tener cuidado, no nos vayan a pillar en medio.
Tras Madrid, todos parecemos contra todos y quien se quede en medio es un asqueroso idiota que no sabe tomar posición. Es decir, que como poco a los que creemos que hay que tomarse las cosas con calma, nos llaman cobardes y se quedan todos los demás —que sois muy mayoría— tan tranquilos.
Es un error. Los que nos quedamos en medio somos los más valientes pues estar en estos momentos en tierra de nadie es de una inconsciencia brutal. Nos van a dar hostias por todos los dados. Así que o somos valientes o somos idiotas. No hay otra.
Hemos logrado entre todos, incluidos los que estamos en medio sin ser centristas, que todo esto hierva a borbotones en el pozal del país. Es decir, hemos logrado meter en el pozal de España todas las mierdas de cada uno, más las que ya venían de lejos…, y las hemos prendido fuego. Y no os podéis imaginar cómo huele la fogata.
O somos capaces de encontrar una salida con sentido común, calmada y válida, o nos prenderemos fuego entre nosotros mismos. Y no será porque algunos imbéciles como yo no os lo hayamos advertido.
Julio M. Puente Mateo
La mejor manera de no tener pánico, es crear miedos
Esta fotografía la tomé en Huesca y me parece el marco perfecto para una viñeta de Malagón. ¡¡Calma!! lo tenemos todo controlado. Controlado para nosotros mismos, claro, para que nada se desmadre. Y si para lograr la calma hay que desorganizar todo y crear miedos, pues no hay problema, se crean y punto.
Estamos dentro de unos tiempos en los que lo más importante es tener TODA la razón a costa de lo que sea. Tener la razón YO a costa de quitársela a los demás. No hay términos medios ni sentido común que valga. Y para ello hay que aparecer serio, con cara de responsabilidad y dar la nota.
Malos tiempos para la reflexión y las dudas con razón. Prohibido pensar de forma diferente, no vayas a joder el invento.
La derecha arrasa en Madrid, y la izquierda sigue dormida
Cuando los trabajadores de un país con poca seguridad laboral y bajos sueldos, los jóvenes sin capacidad de independencia personal para emanciparse o las personas sin una sociedad que les arrope con ilusión en un futuro mejor votan casi en masa opciones conservadoras, no es tanto ese error complicado de entender el que nos debe preocupar, sino los errores de una izquierda tonta y escasa la que nos debe sorprender pues son ellos los que se han equivocado y no están haciendo bien su trabajo de defender a los más débiles en una sociedad dura donde el más poderoso es el que domina todo.
Madrid con la derecha de Ayuso arrasando, ha demostrado que es un punto de atención crucial para aprender de los errores.
¿Qué elegimos, leer un libro o hacer algo de sexo? Un libro siempre dura más
Vamos a ser sinceros sin que nos de vergüenza. ¿Te atreves? ¿Cuántos libros han comprado este último año? Si estás leyendo esto es que te gusta leer y seguro que tu biblioteca en papel o en digital habrá aumentado en este año. Pues ahora voy yo y te voy a joder un poco el rato. ¿Cuántos libros crees que ya no podrás leer?
Si nos gusta leer y sobre todo si nos gusta tener libros de cualquier tipo… tenemos más de los que leeremos. Y los libros escaparán con nosotros pues es muy raro que un libro le diga algo a los que se quedan a recoger nuestras mierdas. Algunos se salvan de la basura, otros se los llevan los amigos, pero muchos se olvidan o se amontonan con el polvo.
Los libros, como los amores, solo dicen algo interesante a quien los tiene como suyos. Es posible que algún loco los quiera conservar vete a saber por qué motivo, pero casi seguro que no los leerá. Así que sino lo lees tú ahora, mientras te mueves en la cama y te sientes vivo, ya nadie los leerá.
¿Y qué es un libro? ¿Y qué es mejor un buen libro o un buen polvo? ¿Y un libro o una buena copa de vino? ¿Y entre un libro y una conversación? Mira… déjalo, lo mejor es que hagas en cada momento lo que te plazca. Incluso no hacer nada es también una buena elección.
Nota.: La viñeta es de Trampantojo de El País
En Mongolia también hay disparidad de posibilidades
En un programa del canal Viajar de televisión veía un reportaje sobre Mongolia, donde un motorista español llegaba a una pequeña localidad con un hotelito y dos tiendas a pasar la noche. Todo parecía de los años 50 pero no sabemos bien de qué siglo. Paredes descorchadas excepto en las zonas preparadas para un pequeño turismo, calles sin asfalto y solo tierra, e incluso un hotel sin restaurante y una localidad en donde era imposible comer nada si no te lo querían servir algún vecino despistado que no te entendía o el propio hotel que no tenía cocina abierta aunque sí comedor grande.
Un puré de harina, arroz o patata con algo de carne picada fue la cena hecha por favor, junto a agua y unas manzanas. Pero hay dos detalles que quiero resaltar.
No había WC en el hotel ni en las habitaciones, sino en la parte trasera del edificio, donde habían realizado un agujero en el suelo y a donde a modo de pozo negro iban los desaguisados personales.
Y si el WC era un servicio casi escondido, el intentar ducharse era casi prohibitivo. Tuvo que andar un kilómetro hasta unas escuelas para que le dejaran entrar en unas pequeñas habitaciones que esas sí, eran duchas de agua caliente. Los habitantes se lavaban, se mojaban y limpiaban con trapos, pero si no iban al río… no se duchaban.
Podríamos decir que es algo lógico si en la localidad no hay agua corriente, algo también habitual en algunas otras localidades pequeñas de por ejemplo el cercano Marruecos. O en los años 60 del siglo pasado en algunas localidades de Soria, por poner otro ejemplo.
Pero lo más curioso es que sí tenían teléfono móvil aunque sin cobertura buena, sí tenían karaoke en un local municipal o similar, tenían algunas televisiones planas y gasolinera.
Las tecnologías sí habían llegado, pero las comodidades para las personas no. Tenían lo que les vendemos los vendedores de sueños, no las necesidades básicas.
Incluso en Mongolia, unos dominan y otros se tienen que dejar dominar y manipular. Agua corriente no, pero karaoke sí.
Si nos dejemos llevar por lo que nos quieren vender los que fabrican, por el "mercado" que también domina Mongolia, no nos dejarán cagar ni ducharnos, pero tendremos la tecnología más puntera. Ver para copiar y aprender.
¿Y si Mingote tenía razón con esta viñeta?
Ayer era el Día del Trabajo y junto a las manifestaciones confinadas surgió otra vez las reivindicaciones matizadas, muy apagadas como siempre sucede cuando (casi) gobierna MI izquierda, aunque los logros sean tan flojos que nos de vergüenza reconocerlo. Seguimos con las leyes laborales de los gobiernos del PP y ni ganas tenemos de cambiarlas, excepto cuando nos obligan a tener que decirlo en público.
Seamos sinceros, hoy el trabajo, sus condiciones, sus sueldos, el desempleo, la formación profesional y continua es mucho más indigna que hace varias décadas. Y nos auto engañamos con que no es el momento, o con Europa, o con la pandemia, o con el desempleo. Excusas de malos gestores.
Si algo es peor que antes, debería ser sencillo saber a qué debemos aspirar. No más, pero como poco a volver al punto de salida.
Los sindicatos se mueven entre su NO fuerza, su Gremialismo, su incapacidad y su dependencia de excesivos condicionantes. Así no hay futuro, o lo que parece peor, el futuro que hay todavía nos cuesta menos que el presente. Así que cuando vemos esta viñeta de Mingote, conservador y del ABC, a uno le entran ganas de sonreír y de pensar que tenía razón. No damos más de nosotros mismos. Una pena.
Esas edades adultas en las que ya no eres como antes
A partir de ciertas edades adultas —para ser suaves— uno duda siempre si escribir o leer, si entregar o recibir, si soñar despierto o dejarse dormir con lo que otros te plantean.