Diccionario de mano. Fianza de fiar

Cantidad de billetes de verdad, que te permite salir de la cárcel aunque seas muy malo. En mi pueblo dicen que con dineros “chufletes” y eso más o menos es la fianza. Dicen desde la justicia que las fianzas se ponen de acuerdo a lo que se tiene. Es decir, a un pobre le ponen 10.000 euros y a un rico 300.000 euros. Lo malo es que el pobre no ha visto 10.000 euros juntos ni en las películas y al rico lo que le cuesta es demostrar que esos 300.000 son legales y los tenían en un banco o se los han regalado los amigos.


La fianza es la prenda que se deja por si te sigues portando mal y te tienen que ir a buscar y no te encuentran. Ese aval que demuestra que efectivamente, lo que te sobra es panoja de la buena y que te están jodiendo bien pues ya no te dejan disfrutarla.

Si tienes fianza eres de fiar. Si no tienes para la fianza, date por jodido.


Diccionario de mano. Asperjante. Asperjar

Tú, sí tú, eres mi aspergante. Mi hisopo. Quien me rocía todos los días de vida nueva. Daría igual quien fueras tú, si a mi me rocías de nuevas ganas.


Es bonita la palabra.

Asperjar. Asperjando. Asperjante. Yo te asperjo, tú me asperjas, él me asperja. Nosotros nos asperjamos, vosotros os asperjáis, ellos se asperjan.



Diccionario de mano. Posverdad


Como no lleva T no es la verdad posterior, sino la nueva verdad. La construida. La verdad pulida para convencernos. Cuando la verdad vieja no gusta, se crea la posverdad que es verdad limpia de lo que estorba. La posverdad se diferencia de la mentira en que está diseñada para parecer verdad. Es un trampantojo de la verdad, pero mucho más bonita que la auténtica verdad. La ventaja de la posverdad es que está construida para resultar agradable y para parecer una verdad de las inmutables, de las que siempre serán así. La posverdad es lógica, fácil de asimilar y querer, mucho más creíble que la verdad vieja de verdad. La posverdad es mucho mejor que la verdad, pues es más fácil de asimilar y no parece mentira.

Diccionario de mano. Caos ¿existe el caos?


¿Caos? Sopa de basura. Mezcolanza de varios sabores embarrados donde todo es malo y dan ganas de vomitar. Situación maravillosa para los que la crean, que son cada vez más. ¡¡Caos!!

Desahogo de las sociedades sin futuro, sin presente y que no saben leer su pasado. Cálculo impredecible de lo que puede suceder, para todos menos para los que lo crean, que sin poderlo controlar, sí saben que cuanto más mejor para ellos. 

El caos es incapaz de saberse mostrar en su tamaño real, por lo que no es posible medirlo. Tiende a ser de color claro, ocre y cálido, pero con ramalazos de gris marengo.

Diccionario de mano. Guerra

Posibilidad. Tristeza. Estado natural de los países imbéciles y de las sociedades que no saben leer libros de historia. Situación en la que las leyes se mueren y los precios de las cosas más simples suben una barbaridad, mientras que el precio de la vida no vale nada. Adjetivo que nos indica que el color ya ha desaparecido y todo se vuelve o gris o virado a sepia. La música se vuelve lenta y triste, mientras que tiende a llover más y a que los fríos entren en los huesos, formando barros entre el polvo de los muertos y la lluvia ácida de las bombas.

España no es una democracia reconocida

El profesor aragonés Ángel Cristóbal Montes en Heraldo de Aragón nos hace con este artículo, una referencia dura para las democracias que no estamos en primera línea, según también las opiniones del politólogo de New York: Samuel Huntington

España no estaría considera una nación genuinamente democrática. Y lo que sería peor, sin capacidad de avanzar para serlo. ¿Hacemos cada uno de nosotros todo lo necesario para llegar a serlo?

El Sistema y sus abogados políticos

El Sistema está logrando sin salirse de la democracia lo que nunca nadie se atrevió a lograr. Cuando los votos no son suficientes, se acude a los tribunales y se judicializa el asunto. Ya no es necesario tener a buenos políticos en mando en plaza, ahora hay que tener buenos abogados. Y no con sueldos de políticos, sino con sueldos de asesores, que es mucho más alto.

Debemos reconocer que El Sistema es listo de “arrestos”, que sabe darle la vuelta a sus propios inventos, para que nadie se los quite o los cambie. En breves tiempos se asegura en los mentideros que empezaremos a votar a los abogados en vez de a los políticos. Será un paso más para legalizar “El Sistema”.

El caso es no elegir nunca a carpinteros, electricistas o pescaderas para los trabajos de ordenar la Polis. Esta gente suele ser poca cosa para El Sistema, pues no son capaces de ver más allá y descubrir las tramas que sirven para joder. Un metalúrgico o carretillera o soldadora tan solo se dedica a su trabajo, a dar de funcionar a la familia, a currar como posesas por llevar a su casa las menos deudas posibles. Y no les queda tiempo para pensar en trampas.

Yo de mayor quiero ser abogado de los de joder. Pues esa es otra, hay miles y miles de abogados de Turno de Oficio y/o defensores de los más necesitados de justicia, que no salen de su asombro ni de su pobreza relativa. 

Incluso entre los abogados ha entrado “El Sistema” a joderlos.

El empleo en España es para llorar, no para aplaudir

Los agradecimientos a Mariano Rajoy de algunas personas por los premios de la Medalla de Oro al Trabajo, han resultado vomitivos. No eran necesarios, tapan un componente degradante del empleo en España, se oculta que la calidad del trabajo no es comparable al de hace una década ni al que existe en Europa para los nativos de cada país, y esconde una pátina de caspa sucia que denigra a quien la dice y a quien la recibe con cara sonriente y aplaudiéndose él mismo.

España no puede estar orgullosa de lo que le está sucediendo con el empleo. Ni cuando lo perdía en una sangría constante, ni ahora que lo recupera de forma rápida pero indigna en sueldos y condiciones. Así España no logrará ponerse a la altura de sus vecinos europeos históricos. Podemos ser como Bulgaria, como Rumanía o como Lituania, pero no como Francia, Italia, Alemania o Suecia.

Yo no me conformo con ser parecido a Bulgaria o Polonia, quiero ser francés o alemán. Y por eso no puedo aplaudir por crear empleo de servicios sin valor añadido, sin sueldos dignos, sin posibilidad de independencia para los jóvenes, sin cotizaciones que aseguren las pensiones. Lo siento.

Desde la izquierda podemos seguir perdiendo. Lo hacemos muy bien

El cainismo es una mala enfermedad invalidante en política, pero no es fácil que lo detectemos. Ahora en España podemos estar en la fase de convertir a la izquierda política en inútil como herramienta política para transformar la sociedad desde el poder, pero creemos que opinar así es no ser de izquierdas.

La izquierda como ideología social es MUY necesaria (e imprescindible) como herramienta de freno de abusos y de transformación en el reparto y control. Pero para ello y si seguimos jugando a dividirnos en trozos, no es necesario tener partidos políticos, sino organizaciones sociales, sindicatos, ONG, fundaciones políticas o asociaciones territoriales.

La izquierda empieza por asumir en pequeños corros, que somos “las izquierdas” como la mejor y más tonta forma de minusvalorarnos. El plural aquí divide salvajemente, en vez de sumar. Hay una ideología con algunos matices, con cambios lógicos según el momento histórico y las necesidades de cada momento.

Sin duda existen muchas derechas, pero sin duda entre ellos siempre son “la derecha”. Pero en cambio, a la izquierda nos hace hasta gracia sacar nuestras diferencias como un valor añadido. Incuso creemos que es un valor que nos da marchamo de una democracia superior, de más demócratas que los que van siempre unidos y de la mano. En realidad nadie habla de pensar igual, sino de actuar y trabajar por los mismos objetivos.

La diferencia es que existen muchas derechas, muy diferentes, pero todas ellas tiene un único objetivo. El PODER. Las izquierdas somos entre nosotras mucho más parecidas, pero la meta la queremos alcanzar desde muy diferentes caminos, por muy diferentes senderos. Y así nunca llegamos al final de los caminos con garantías de éxito. Nuestras tropas caen en todas las emboscadas, por debilidad.

Si la izquierda no va unida a los andurriales en los que han convertido la actual sociedad los manipuladores de laboratorio social, político, económico y laboral —si no va unida la izquierda, repito— no sirve de nada que sigamos existiendo.

Pues para perder ocasiones de cambiar la sociedad, para seguir jugando a darle el poder a la derecha, no hace falta que nos disfracemos de partidos políticos de izquierda. Hay muchas otras maneras de ayudar a la sociedad necesitada, de incidir y cortar los abusos sociales. Y la realidad es que cada vez hay más comprometidos con las ideas sociales de progreso que ya trabajan en esos campos, alejados de la política de partidos.

Comportamientos positivos 02 - Un café con un conocido

Escribíamos antes de esos mini comportamientos personales que nos ayudan a vivir, a disfrutar de nuestro camino vital, corto siempre, pero con una extensión en el tiempo, suficiente como para disfrutar y gozar o sufrir y hacerse eterno.

Si antes hablábamos de llevar dos listas siempre encima, ahora vamos a dar una idea muy simple y maravillosamente cariñosa.

Invita a un café a cinco personas que tu creas que son interesantes. Invita a una sola persona cada vez, engáñale un poco y simplemente le apuntas que quieres hacerle algunas preguntas sobre su actividad o sobre eso que tu consideras diferente o importante.

Calma, relajación, tiempo y ganas de hablar; y sobre todo de escuchar. Ellas y ellos te lo agradecerán sin decirte nada. Y tomar un café es uno de los actos sociales más importantes y sencillos que se han inventado.

Comportamientos positivos. Haz dos listas

Vamos a recordar una pequeña lista de pequeños comportamientos personales que nos pueden ayudar a vivir algo mejor. Iremos colocando en sucesivas entradas pequeñas ideas, para ayudarnos a caminar. 

Veamos la primera de ellas.

1/ Haz dos listas en una libreta o en un papel pequeño y guárdalas pero para tenerlas siempre a mano. Cuando tengas dudas las leerás y verás qué tal te estás moviendo en tu vida, para cumplir tus objetivos.

Una de ellas será una lista con los 10 objetivos que quieres cumplir antes de morir.

La otra será una lista con los 10 objetivos cumplidos, por los que tu vida está mereciendo la pena ser vivida.



Comportamientos positivos 01 - Dos listas

Vamos a recordar una pequeña lista de pequeños comportamientos personales que nos pueden ayudar a vivir algo mejor. Iremos colocando en sucesivas entradas pequeñas ideas, para ayudarnos a caminar. Veamos la primera de ellas.

1/ Haz dos listas en una libreta o en un papel pequeño y guárdalas pero para tenerlas siempre a mano. Cuando tengas dudas las leerás y verás qué tal te estás moviendo en tu vida, para cumplir tus objetivos.

Una de ellas será una lista con los 10 objetivos que quieres cumplir antes de morir.

La otra será una lista con los 10 objetivos cumplidos, por los que tu vida está mereciendo la pena ser vivida.



El cielo se reía de nuestras tonterías

El cielo se reía de todos nosotros. Era un guiño sarcástico a lo tontos que podemos ser a poco que nos juntemos para ser más tontos todavía. Somos tan débiles, que nuestras impotencias no las vemos, no las sentimos. No nos dominamos ni a nosotros mismos.

Cataluña se nos va. Lo vuelvo a avisar

Me da la sensación de que no estamos entendiendo nada de Cataluña, y es una pena, pues así no seremos capaces de encontrar soluciones. El “contra peor, mejor” que se quiere practicar desde Madrid ayuda a los independentistas a creer que se les odia y de que no hay más solución que la independencia.

Suena chulo intentar colapsar la financiación, pero eso no nos lleva a ningún lugar. Otro motivo más para que sientan la necesidad de salir de esta relación que a los catalanes, cada vez mas, les parece tóxica. Cuando a una sociedad de siete millones de personas se les intenta bloquear sus razones, suelen buscarse más razones para compensar.

Tampoco soy partidario de darles manga ancha ni de prometerles cancelaciones de deuda, son promesas absurdas que crearían más problemas. Pero tratarlos como a unos apestados, os puedo asegurar que supone no conocerlos. La mayoría NO quiere la independencia, por miedo, pero muchos de esa mayoría prefieren quedarse en casa a esperar.

Para resolver el órdago catalán hay que haber vivido en Cataluña sin prejuicios añadidos a tu propio entender social. Hay que saber sociología de las sociedades y analizar el camino lento emprendido hace muchas décadas. Y no pensar de antemano que el dinero es algo que los catalanes no saben administrarlo bien y para sus propios intereses. Si se les pide, lo darán. A quien ellos quieran. Que no haya duda.

A mi me preocupa y mucho la deriva de este asunto, pues no veo a nadie con capacidad de entender soluciones, ni de ser capaz de sentarse o de parar hacia un tiempo muerto. Este problema no es de testosterona, sino de movimientos finos. Y llevamos más de una década jugando a joder.

La Ley tiene razón, pero muchas veces no tiene razones. Y para ciertos problemas, son más importantes las razones de la razón, que la razón de la Ley.

Edificio Ágora de Bogotá. Buscando el futuro

Os dejo una imagen del edificio Ágora de Bogotá en Colombia del arquitecto español Juan Herreros, como ejemplo de lo que están construyendo las ciudades que deseas caminar en búsqueda de un futuro diferente. Un lugar algo alejado del centro de la ciudad (por falta de espacio libre del tamaño que se necesita, en el centro urbano) en donde se edifica un complejo que intenta agrupar todos los “nuevos” servicios que se necesitan para atraer valor añadido a las ciudades.

En un entorno amplio, agradable y relajado, se construyen nuevos edificios con hoteles de alta calidad, salones feriales y de convenciones, museos, actividades culturales, centros de gastronomía de la zona e internacional, centros comerciales integrados, lugares de ocio y relajación, y sobre todo muy buenas comunicaciones para salir y entrar del nuevo núcleo de servicios, para moverse hacia el centro de la ciudad y para ir a los aeropuertos o estaciones de transporte.

Lo ideal es que estos nuevos complejos se pudieran integrar en las ciudades, dentro de ellas y a ser posible aprovechando zonas degradadas de las mismas, con lo que se conseguiría en la inversión lograr el doble objetivo de crear unos nuevos servicios de alta calidad y regenerar el tejido social. Admitiendo que eso supondría un encarecimiento de la zona y un desplazamiento lento de su actual población.

Todas las ciudades deben estar constantemente adaptándose a sus necesidades futuras, proyectando actuaciones que busquen ampliar el valor añadido de sus propios servicios, pero siempre aprovechando al máximo lo que se puede hacer con lo que ya se tiene. El futuro parece ser de los servicios hacia las personas, de la innovación en el comercio diferente, de las atenciones globales hacia el ocio, de la movilidad sostenible y tranquila. De la promoción de la ciudad y sus economías dentro de mercados globales y excesivamente amplios.


Edificio Ágora de Bogotá. Buscando el futuro

Os dejo una imagen del edificio Ágora de Bogotá en Colombia del arquitecto español Juan Herreros, como ejemplo de lo que están construyendo las ciudades que deseas caminar en búsqueda de un futuro diferente. Un lugar algo alejado del centro de la ciudad (por falta de espacio libre del tamaño que se necesita, en el centro urbano) en donde se edifica un complejo que intenta agrupar todos los “nuevos” servicios que se necesitan para atraer valor añadido a las ciudades.

En un entorno amplio, agradable y relajado, se construyen nuevos edificios con hoteles de alta calidad, salones feriales y de convenciones, museos, actividades culturales, centros de gastronomía de la zona e internacional, centros comerciales integrados, lugares de ocio y relajación, y sobre todo muy buenas comunicaciones para salir y entrar del nuevo núcleo de servicios, para moverse hacia el centro de la ciudad y para ir a los aeropuertos o estaciones de transporte.

Lo ideal es que estos nuevos complejos se pudieran integrar en las ciudades, dentro de ellas y a ser posible aprovechando zonas degradadas de las mismas, con lo que se conseguiría en la inversión lograr el doble objetivo de crear unos nuevos servicios de alta calidad y regenerar el tejido social. Admitiendo que eso supondría un encarecimiento de la zona y un desplazamiento lento de su actual población.

Todas las ciudades deben estar constantemente adaptándose a sus necesidades futuras, proyectando actuaciones que busquen ampliar el valor añadido de sus propios servicios, pero siempre aprovechando al máximo lo que se puede hacer con lo que ya se tiene. El futuro parece ser de los servicios hacia las personas, de la innovación en el comercio diferente, de las atenciones globales hacia el ocio, de la movilidad sostenible y tranquila. De la promoción de la ciudad y sus economías dentro de mercados globales y excesivamente amplios.


El programa "Las Cloacas del Estado" no lo verás en televisión

Sin aportar nada nuevo, el programa de televisión que sólo lo han puesto las televisiones vasca y catalana “Las Cloacas del Estado” es suficiente contenedor en su poco más de hora de duración, como para que se te revuelvan las tripas. Todo junto, unido en una hora, es poco soportable y sobre todo esclarecedor para saber en qué país vivimos, y hacia dónde vamos si no hacemos nada.

Realizado por Mediapro se puede ver en YouTube para los masoquistas de querer saber más y mejor de qué va esa parte de España que nos está jodiendo el futuro. No ser capaces el resto de políticos, de poner remedio a esto, es otra vergüenza más.

Las plazas centrales, son los iconos de las ciudades

Esta plaza es un icono mundial. Como esas otras tres o cuatro plazas que repartidas por el mundo todos conocemos por el nombre y que muchas veces nos hemos planteado intentar visitarlas como deseo a veces muy complicado. Esta es Times Square, pero no voy a hablar de este lugar en concreto, sino de su uso y utilidad.

Las PLAZAS urbanas son los corazones de las ciudades, esos elementos centrales de reunión, de atractivo interno y externo, y sin las cuales las ciudades pierden su sentido. En Madrid tenemos la la Puerta del Sol o la Plaza Mayor, en Barcelona la Plaza de Cataluña, en Zaragoza la Plaza del Pilar, en Valencia la Plaza del Ayuntamiento.

En New York tienen Times Square desde donde juran su cargo alcaldes o desde donde se celebra el inicio del Nuevo Año. Pero las plazas viven cada día del año, y necesitan tener sentido los 365 días de cada año. Times Square siempre está lleno de personas que miran o visitan, deambulan o se quedan sentadas contemplando el paisaje. Es un paisaje único, curiosamente un paisaje natural pues está lleno de personas.

Aquí se hace danza o se venden pequeños recuerdos, se hacen barbaridades violentas o se montan pequeños altares de recuerdo. Aquí se come o se bebe con unas fuertes medidas de seguridad, como es lógico por ser el lugar que es. Pero sobre todo aquí el viajero se sorprende.

Una plaza central de una gran ciudad debe sorprender, debe tener su personalidad propia y demostrarla nada más mostrarse al viajero. Quien salga del Metro en la zona de Times Square debe quedar con la boca semiabierta, y darse cuenta que está ante un lugar icónico, como sucede si entras en la Plaza Roja de Moscú o en la Plaza de Tiananmén de Pekín. Cada una además con su propia y diferente personalidad. Cada una con su horario excelente y particular para ser visitadas con más éxito.

Las plazas centrales, son los iconos de todas las ciudades

Esta plaza que vemos en la imagen es un icono mundial. Como esas otras tres o cuatro plazas que repartidas por el mundo todos conocemos por el nombre y que muchas veces nos hemos planteado intentar visitarlas como deseo a veces muy complicado. Esta es Times Square de NY, pero no voy a hablar de este lugar en concreto, sino de su uso y utilidad.

Las Plazas Urbanas son los corazones de las ciudades, esos elementos centrales de reunión, de atractivo interno y externo, y sin las cuales las ciudades pierden su sentido. En Madrid tenemos la la Puerta del Sol o la Plaza Mayor, en Barcelona la Plaza de Cataluña, en Zaragoza la Plaza del Pilar, en Valencia la Plaza del Ayuntamiento.

En New York tienen Times Square desde donde juran su cargo alcaldes o desde donde se celebra el inicio del Nuevo Año. Pero las plazas viven cada día del año, y necesitan tener sentido los 365 días de cada año. Times Square siempre está lleno de personas que miran o visitan, deambulan o se quedan sentadas contemplando el paisaje. Es un paisaje único, curiosamente un paisaje natural pues está lleno de personas.

Aquí se hace danza o se venden pequeños recuerdos, se hacen barbaridades violentas o se montan pequeños altares de recuerdo. Aquí se come o se bebe con unas fuertes medidas de seguridad, como es lógico por ser el lugar que es. Pero sobre todo aquí el viajero se sorprende.

Una plaza central de una gran ciudad debe sorprender, debe tener su personalidad propia y demostrarla nada más mostrarse al viajero. Quien salga del Metro en la estación de Times Square debe quedar con la boca semiabierta, y darse cuenta que está ante un lugar icónico, como sucede si entras en la Plaza Roja de Moscú o en la Plaza de Tiananmén de Pekín. Cada una además con su propia y diferente personalidad. Cada una con su horario excelente y particular para ser visitadas con más éxito.

Un parque urbano muy conocido, que parece un bosque

Podríamos pensar que esto es un espacio natural, que lo es, un paisaje montañoso o un bosque con praderas, que lo parece. Y no. Es un simple y muy conocido parque urbano. Es una imagen del Central Park de New York en una mañana lluviosa.

Cuando nos quieran convencer los urbanistas o políticos que en las ciudades los parques tienen que ser como plazas grandes, con sus calles y mobiliarios urbanos, diseñados en plano, sin alternativa al engaño natural, les podemos decir que sí pero no. Que en un parque hay espacio para todos y que debemos saber utilizar en el diseño la copia simple de la naturaleza.

Un parque no debería ser un lugar plano y vacío al que le ponemos caminos y le plantemos setos y árboles sin tino. Un parque es mucho más sobre todo porque su durabilidad en el tiempo es muy alta. No es nada sencillo que un parque urbano deje de ser parque para ser otra cosa, por eso en el diseño deben primar criterios de uso natural.

Un parque urbano muy conocido, que parece un bosque

Podríamos pensar que esto es un espacio natural, que lo es, un paisaje montañoso o un bosque con praderas, que lo parece. Y no. Es un simple y muy conocido parque urbano. Es una imagen del Central Park de New York en una mañana lluviosa.

Cuando nos quieran convencer los urbanistas o políticos que en las ciudades los parques tienen que ser como plazas grandes, con sus calles y mobiliarios urbanos, diseñados en plano, sin alternativa al engaño natural, les podemos decir que sí pero no. Que en un parque hay espacio para todos y que debemos saber utilizar en el diseño la copia simple de la naturaleza.

Un parque no debería ser un lugar plano y vacío al que le ponemos caminos y le plantemos setos y árboles sin tino. Un parque es mucho más sobre todo porque su durabilidad en el tiempo es muy alta. No es nada sencillo que un parque urbano deje de ser parque para ser otra cosa, por eso en el diseño deben primar criterios de uso natural.

Hoy ha muerto un Alfil. Fiel y silencioso

Hay épocas en las que no debería producirse noticias, pues no hay periodistas, están de vacaciones y se nota. Normalmente en estas épocas se rellenas los noticieros de sucesos repetitivos, pero puede surgir la noticia real y pillar a contrapelo a los medios.

Miguel Blesa no quería volver a la cárcel a su edad. Tampoco quería participar en defensas teatrales ante jurados. Se había derrotado. Y cuando una persona se derrota…, Miguel Blesa ha decidido cerrar la puerta.

La inmensa mayoría de los que me leeis os creéis de antemano que Blesa era un vándalo, pero en realidad trabajaba para otros. Era un simple criado. Como mucho el Alfil del tablero, el que controla una diagonal de casillas, pero que no puede andarse por todo el tablero. No le dejan.

No lo estoy defendiendo, no me saldría, lo estoy colocando en el tablero con sus galones. Las Torres, la Dama y el Rey no sabemos quienes son pues nunca dan la cara y son los que al final ganan o pierden la partida. Esas piezas sí son el Sistema de verdad, estos otros son las herramientas para enquistarse en el poder oculto. Los Alfiles son los que acuden a las fiestas, para disimular y entre los “otros” hacerles creer que son importantes.

Lo curioso es la fidelidad de todos los alfiles y caballos con sus piezas importantes. Pueden morir, intercambiarse en un lance, podemos dejarlos quietos o incluso tirados en un rincón para asustar o amordazar al enemigo. Pero nunca son las piezas que ganan. Y eso que siempre permanecen fieles a la mano que mueve las intenciones del triunfo.

Ciudad de Padua, ejemplo del urbanismo en la Edad Media

En este grabado podemos ver el desarrollo de la ciudad italiana de Padua en el siglo XV, como ejemplo del desarrollo de las ciudades en aquellos siglos de la Edad Media. Ciudades en crecimiento como podemos ver por los añadidos de sus fortificaciones ampliando el terreno perimetral, y cómo en ellas y en muchas ocasiones, existían al menos dos ciudades. Y dos muralles diferentes.

Por una parte la zona central, donde estaba y viía el poder, la Catedral y conventos importantes donde vivían sacerdotes y monjas para servirles, los ciudadanos poderosos que mandaban en la zona y poseían los terrenos del entorno. Una ciudad más planificada y mejor defendida, controlado su crecimiento pues ya no era posible vivir en esa zona excepto si eras hijo o familiar directo de los poderosos y con zonas abiertas en su interior para el disfrute urbano, como plazas o enormes patios de recreo.

Mientras y a su alrededor iba creciendo el segundo anillo de ciudad, más desordenado, con un crecimiento irregular, que tenía que soportar en este caso el río y sus suciedades y algunos servicios públicos menores, donde vivían los militares de alguna graduación, los comerciantes y algunos artesanos no molestos.

Y fuera de esta segunda zona urbana es donde se asentaban los profesionales más molestos como carboneros o curtidores, las prostitutas y zonas de pobres, los asentamientos militares, los criados que no vivían con las familias que los contrataban e incluso los enfermos crónicos.

Los agricultores y ganaderos con sus criados vivían en el campo, en torres o asentamientos familiares y pequeños, donde tenían el trabajo mucho más cerca, pues los desplazamientos no eran como los actuales, y se debía vivir donde se trabajaba.

Si viéramos ahora el plano actual de la ciudad de Padua y siguiéramos con la vista el curso de los ríos Brenta y Bacchiglione, observaríamos que en la actualidad sigue existiendo —como en muchas ciudades romanas (por ejemplo Zaragoza)— un diseño y desarrollo urbano que ha seguido las líneas de su primitiva ciudad.

Ciudad de Padua, ejemplo del urbanismo en la Edad Media

En este grabado podemos ver el desarrollo de la ciudad italiana de Padua en el siglo XV, como ejemplo del desarrollo de las ciudades en aquellos siglos de la Edad Media. Ciudades en crecimiento como podemos ver por los añadidos de sus fortificaciones ampliando el terreno perimetral, y cómo en ellas y en muchas ocasiones, existían al menos dos ciudades. Y dos muralles diferentes.

Por una parte la zona central, donde estaba y viía el poder, la Catedral y conventos importantes donde vivían sacerdotes y monjas para servirles, los ciudadanos poderosos que mandaban en la zona y poseían los terrenos del entorno. Una ciudad más planificada y mejor defendida, controlado su crecimiento pues ya no era posible vivir en esa zona excepto si eras hijo o familiar directo de los poderosos y con zonas abiertas en su interior para el disfrute urbano, como plazas o enormes patios de recreo.

Mientras y a su alrededor iba creciendo el segundo anillo de ciudad, más desordenado, con un crecimiento irregular, que tenía que soportar en este caso el río y sus suciedades y algunos servicios públicos menores, donde vivían los militares de alguna graduación, los comerciantes y algunos artesanos no molestos.

Y fuera de esta segunda zona urbana es donde se asentaban los profesionales más molestos como carboneros o curtidores, las prostitutas y zonas de pobres, los asentamientos militares, los criados que no vivían con las familias que los contrataban e incluso los enfermos crónicos.

Los agricultores y ganaderos con sus criados vivían en el campo, en torres o asentamientos familiares y pequeños, donde tenían el trabajo mucho más cerca, pues los desplazamientos no eran como los actuales, y se debía vivir donde se trabajaba.

Si viéramos ahora el plano actual de la ciudad de Padua y siguiéramos con la vista el curso de los ríos Brenta y Bacchiglione, observaríamos que en la actualidad sigue existiendo —como en muchas ciudades romanas (por ejemplo Zaragoza)— un diseño y desarrollo urbano que ha seguido las líneas de su primitiva ciudad.

Diseño de los barrios en la Edad Media

En la Edad Media, las villas y localidades de las zonas comarcales eran poco numerosas en habitantes, pequeñas en tamaño comparadas con las actuales. A lo sumo contaban con unos pocos miles de habitantes, pues la mayoría de los ciudadanos vivían y trabajaban en el campo, alejados de los núcleos urbanos, a los que acudían a comprar o en busca de servicios.


Las ciudades en cambio sí estaban muy pobladas, aunque su tamaño físico era en comparación menor al actual para el número de personas que las habitaban, que se apiñaban en callejones estrechos, llenos de recovecos y a lo sumo de pequeñas plazas.


El crecimiento de las ciudades venía del comercio y de los beneficios que este generaba en cuanto a distribución o almacenaje. Junto a esta actividad, eran los artesanos los que predominaban, agrupados en cofradías o gremios, donde se protegían de sus intereses para que los precios fueran acorde con las necesidades vitales de sus negocios, y no se apoderaran de todo el control los propios comerciantes.


Por ello era normal en las grandes ciudades la existencia de barrios pequeños si los comparamos con la extensión de los actuales, donde vivían juntos los profesionales de los mismos gremios.

Esta imagen es del desarrollo urbano del barrio El Boterón de Zaragoza, cercano al de Sementales o al de Tenerías. Calles estrechas y que al modo árabe, se retorcían o configuraban callejones sin salida.

Diseño de los barrios en la Edad Media

En la Edad Media, las villas y localidades de las zonas comarcales eran poco numerosas en habitantes, pequeñas en tamaño comparadas con las actuales. A lo sumo contaban con unos pocos miles de habitantes, pues la mayoría de los ciudadanos vivían y trabajaban en el campo, alejados de los núcleos urbanos, a los que acudían a comprar o en busca de servicios.


Las ciudades en cambio sí estaban muy pobladas, aunque su tamaño físico era en comparación menor al actual para el número de personas que las habitaban, que se apiñaban en callejones estrechos, llenos de recovecos y a lo sumo de pequeñas plazas.


El crecimiento de las ciudades venía del comercio y de los beneficios que este generaba en cuanto a distribución o almacenaje. Junto a esta actividad, eran los artesanos los que predominaban, agrupados en cofradías o gremios, donde se protegían de sus intereses para que los precios fueran acorde con las necesidades vitales de sus negocios, y no se apoderaran de todo el control los propios comerciantes.


Por ello era normal en las grandes ciudades la existencia de barrios pequeños si los comparamos con la extensión de los actuales, donde vivían juntos los profesionales de los mismos gremios.

Esta imagen es del desarrollo urbano del barrio El Boterón de Zaragoza, cercano al de Sementales o al de Tenerías. Calles estrechas y que al modo árabe, se retorcían o configuraban callejones sin salida.