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No somos rebaños, y por eso la inmunidad es individual


En tiempos de pandemia, de aquel Covid19 que nos metió mucho miedo y se llevó a miles de personas en nuestro país, surgió una frase que escuchada ahora suena mal. Muy mal.

Inmunidad de Rebaño.

Sí, en realidad todos somos como rebaños ante la realidad de una sociedad que se mueve a golpes de decisiones que no siempre entendemos bien. 

En periodos tranquilos no aceptaríamos bien esa frase. No nos sentimos rebaño. pero en crisis de todo tipo, y no solo de pandemias contra la salud, ser tratados como rebaños es desgraciadamente lo habitual.

Viñeta zaragozana del año 1955 de José Cerdá


Del año 1955 es esta viñeta del dibujante y taxista zaragozano José Cerdá que creó diversos personajes y casi todos ellos caían ante la censura pues en aquellos años era complicado expresarse y mucho más que entendieran la realidad de los textos, unos censores que solo sabían ver fantasmas.

El Tío Zambombo, Mendo y Bruto o esta de La Usebia y el Zequiel fueron tornándose en el diario de la Falange Amanecer. El absurdo matraco aragonés y ocurrente constituía un tipo de costumbrismo que parecía hacer gracia en aquellos años sin humor suficiente. 

Durante el franquismo esta imagen se vulgarizó alcanzando lo que se hoy la percibimos como bases absurdas y de humor de las contradicciones que había entre un pretendido desarrollo de aquella España retrasada y el testarudo que no entendía casi nada.

La libertad de prensa depende de la publicidad

Uno de los pilares de todas las democracias es la libertad de prensa, de opinión, de información.

Algo tan complicado de lograr que no se nota cuando la vamos perdiendo. 

También el dinero es el que dicta el tipo de noticias, el enfoque y la profundidad de las mismas.  

Quien tiene capacidad de poner anuncios, tiene capacidad de influir en la libertad de prensa.

La vida de 8 soldados de Ferrocarriles


La vida es larga, sobre todo mientras no se piensa en su duración. La vida es muy hermosa para disfrutarla, para construir más vida, para crecer y "hacer".

Y por la vida van pasando personas, amigos, familias, gentes con las que te vas relacionando, con las que vives a la vez que ellos. 

Personas que viven contigo, que vives lo mismo, y que con el tiempo se tienden a separar, a perderse, y por ello a no tener ya más contacto, a no saber nada de ellos.

En esta fotografía del año yo creo que de 1977 o principios de 1978, vemos a ocho soldados de Ferrocarriles. Había gente de León, de Madrid, de Málaga, de Zaragoza, etc. Jóvenes que hoy son ya casi setentones. 

No sé si todos habrán sobrevivido a estas fechas. Sé que algunos era cocinero, otro peluquero, alguno era político, otro abogado. Pero hoy sé poco más. Con algunos me volví a ver varias veces años después, y cada uno de nosotros tendremos, seguro, una visión muy distinta de aquel lugar, de aquellos meses.

La vida va circulando. Nosotros nos vamos moviendo y a su vez nos vamos perdiendo. Sé lo que éramos en aquel momento. No sé qué somos ahora. Me quedan algunas fotografías, benditas fotografías para no perder del todo la memoria, y la convicción de que casi todos nosotros, "Los 8 de Ferrocarriles" hemos cumplido una vida como hemos podido.

Si alguien conoce a alguien, que avise, por nada… y por todo. Un abrazo a los otros siete.

Inestabilidad Laboral en el Siglo XXI: Claves para Adaptarse y Prosperar

En el siglo XXI, perder el empleo es una realidad común. Las nuevas generaciones lo entienden y lo aceptan; saben que la seguridad laboral del pasado ya no existe. Todo evoluciona a un ritmo vertiginoso. El trabajo y el oficio no es para siempre como antes.

Es fundamental aceptar y asumir esta realidad y prepararse para ella. Es crucial estar constantemente en formación para tener opciones diversas de recambio laboral y contar con una red de contactos amplia.

La pérdida del empleo puede depender de múltiples factores, algunos de los cuales están fuera de nuestro control. Sin embargo, la capacidad de formarse para afrontar este tipo de situaciones recae en nosotros mismos.

La formación en el siglo XXI debe ser continua, constante, amplia. 

No me refiero solo a actualizar conocimientos, contactos o información, sino a expandir horizontes y crecer como individuos. 

Se trata de convertirnos en alguien mejor formado, e incluso único a través de la adquisición de nuevos conocimientos y habilidades. En cualquier selección de personal tus contrincantes serán los que estén mejor formados que tú.



8 ejercicios antiestrés en 2 minutos

Todos padecemos situaciones de estrés en nuestro trabajo o en nuestras relaciones comunes, todos debemos saber controlarlas para que no se apoderen de nosotros. 

No siempre es sencillo, pero hay que intentar rebajar el nivel, para poder defendernos mejor de las situaciones tirantes.

Y para ello nada mejor que unos pequeños ejercicios físicos que no duran más de un par de minutos, que nos destensarán y lograrán hacernos pensar en otro asunto, suficiente como para dejar de pensar en la situación estresante, antes de que se asiente excesivamente dentro de nosotros. 

Sumados estos ejercicios a unas respiraciones profundas pero lentas. nos dejarán casi como nuevos, casi como si nos hubiéramos hecho reset, para empezar limpios de cargas negativas.



“Mujer, todos somos una” en el Museo de Antropología de Madrid


El fotógrafo Francisco Magallón nos presentó durante 2013 y en el Museo de Antropología de Madrid en colaboración con ACNUR una exposición de 37 rostros de distintas mujeres que sufren en distintos países.

“Mujer, todos somos una” era el título de esa recopilación de historias duras de mujeres que sufren discriminación, desigualdad, exclusión o violencia de género.

Para Francisco Magallón, el título de la exposición hacía referencia a esa: "…responsabilidad que tenemos tanto hombres como mujeres de cambiar esa visión androcéntrica del mundo que conduce a la invisibilidad de las mujeres, la negación de sus derechos y la ocultación de sus aportaciones".

Un estigma social para el que el único remedio que vemos es aumentar la educación a todas las personas. Curiosamente hemos avanzado mucho en cuidar a las mujeres del mundo occidental y casi nada en hacerlo con el resto de mujeres. 

Todas las mujeres deberían tener los mismos derechos.

Despedir es asumir el fracaso como empresario

Las empresas sin trabajadores no son empresas suficientes. Ni para ellas ni para la sociedad. Todas las empresas tiene dos metas claras. Ganar dinero y crecer.

Cuando una empresa despide a un trabajador está asumiendo su gran error al contratarlo, pues no ha sido capaz de tener plusvalías con sus trabajos. 

No ha sabido gestionar su empresa para obtener beneficios para toda ella y para él mismo. Se ha equivocado, aunque ahora todavía no sepa bien por qué.

Despedir es asumir el fracaso. Es cambiar una decisión que él antes tomó.

Pero ahora está de moda despedir. Jugar a decrecer, a pensar que despidiendo se gana. 

Gestionar los RRHH no es aprender a despedir cuando es necesario, es aprender a gestionar mejor para no tener que despedir nunca. 

El futuro lógico de todas las empresas es crecer. España necesita empresarios que su meta sea la de intentar hacer crecer sus empresas. 

Para especuladores baratos ya tenemos las rémoras de hace décadas y sus familias de herencia empresarial.

Nota.: La viñeta es de El Roto.


¿Debe Europa impulsar sus sistemas de Defensa?


La invasión de Ucrania por parte de Rusia ha supuesto un punto de inflexión del concepto de seguridad global que tenía Europa con su zona de influencia y balanceándose casi en exclusividad sobre la OTAN. Europa necesita saber defenderse y avanzar en sus procesos de integración militar, pero a la vez de todo de seguridades estratégicas.

No se trata solo de impulsar nuevas industrias militares, sino sobre todo de empezar a depender más de ella misma para tomar decisiones y para saber defenderse en caso de conflictos. Hoy Europa no tiene ejército propio aunque lo parezca, pero tampoco tiene un sistema de información propio, ni un mecanismo de vigilancia efectiva en las guerras económicas o tecnológicas.

Las guerras ya no se ganan con infantería aunque se pueden perder por malos ejércitos de personas. Más que nunca hay que ir pensando en guerras tecnológicas, capaces de controlar herramientas de información, de "nubes y redes", de máquinas de guerra pequeñas pero mucho más efectivas. Y a su vez, hay que estar preparados para en medio de la Globalización, nunca depender de mercados lejanos, de mercados en productos clave que pueden ser manipulados en sus suministros.

Los riesgos son hoy sobre todo estratégicos, incluso geoestratégicos. Tan importante es tener suministro como asegurar esos suministros. De todo tipo. Y el COVID nos enseñó claramente nuestros tontos límites.

Hay que cuidar los recursos de todo tipo, y los sectores militares tienen que replantearse que además de soldados deben disponer de herramientas tecnológicas de primer nivel para poderse defender.

Sin equipos multidisciplinares que siendo militares beban de formaciones económicas, informáticas, de comunicación, de micro tecnologías, será imposible defendernos en igualdad de condiciones. La IA no debe servir solo para crear imágenes de tontadas, ya se están explorando procesos de toma de decisiones en todos los campos en donde se puede ser atacado.

En las nuevas guerras ya no será suficiente con saber defender bien los territorios geográficos, pues la globalización nos ha abierto esos espacios a muchos otros lugares. Ya no se trata o se tratará de conquistar una ciudad (que desgraciadamente también) sino sobre todo de conquistar suministros vitales, de opacar servicios que no se pueden meter en un cajón y esconder.

Una bomba atómica es tremendamente peligrosa, pero un ataque cibernético bien planificado con años de anticipación puede serlo igual, o un sabotaje terrorista a ciertos sistemas de infraestructuras críticas sin estar cerca del lugar, puede ser igual de crítico. Europa depende en gran medida de su propia capacidad para defender y sobre todo de ser respetada.