Todos en fila, para que sea muy fácil aplastarnos de un solo pisotón


Caminamos en fila, como corderos uno detrás de otro. Nos dejamos llevar tanto por las noticias verdaderas como con las falsas, sin saber diferenciarlas. Preferimos las negativas, debe ser porque consideramos que nuestra vida es negativa y se asemejan esas quejas a las que nosotros necesitamos resolver. 

Pero siempre en línea, uno detrás de la dirección que tome el otro.

En verdad esta decisión es de una debilidad tremenda, vital. Es muy fácil aplastarnos si seguimos así de torpes.

Todos en fila, uno detrás de otro y… con un simple pisotón del que quiera destrozar nuestro camino, con un solo pisotón lo tiene muy sencillo. 

No debe ni pensar, solo pisar siguiendo una única línea. Todos caeremos a la vez. Nadie se salva ni aunque sea un despistado el poderoso.

El teatro de los locales de alterne amable


Una ciudad no es nada sin la amabilidad de sus locales abiertos al público. Todas las ciudades modernas necesitan espacios interiores en donde esconderse de uno mismo, en donde convertirse en otra persona por unos minutos, en donde dejarse envolver por decoraciones diversas para hacernos soñar. Si además hay música, color, ambiente, bebidas bien preparadas, y amabilidad, el sueño se consigue.

En España somos muy amigos de locales de este tipo, de bares y similares. No son para beber, no nos confundamos, son para dejarnos llevar, para relacionarnos, para continuar con la vida, para saborear de otro modo el instante, las horas, las relaciones con personas.

Una ciudad mediterránea sin bares, tascas, pub, tabernas, cafeterías o similares, no es una ciudad. Si acaso la suma de calles y adoquines. 

La imagen es de nuestro corresponsal por el mundo.: Luis Iribarren. En esta imagen no estamos viendo un bar, sino un paisaje. Estamos viendo un escenario teatral para crear vidas con toques de amabilidad.

Anuncio de tabaco para ricos elegantes y serios


Hay anuncios en los que no se intenta vender el producto de forma directa, sino lo que ese producto representa en las personal, su símbolo social. Y este es un viejo ejemplo de esto. Aquí, hace casi un siglo no vendían el tabaco en cigarrillos de marca American Club, ni mostraban la cajetilla. No entendían necesario que se conociera la marca, el logo, la forma de su caja. Se entendía que a quién iba dirigido el anuncio, conocían de sobra este producto.

Simplemente transmitían una sensación de una clase social determinada. La gente "con posibles" fuma diferente a lo que fuman los pobres, se nota y no es necesario enseñarlo. Era la distinción y elegancia. 

Son impagables, aunque se les escape por un instante que además cuestan menos que otros. ¡Uff! aquí se salen de esa pretendida distinción de Clase.

El precio de la cajetilla se indica en la zona baja del anuncio.

Normas de trabajo muy celtibéricas


Hay auténticas normas de trabajo que son de una pura Celtiberia apabullante. Los horarios, el no poder utilizar ciertas zonas o parte de la vivienda, los minutos de la merienda, parece normas lógicas. pero llamar al dueño de la plantación AMO en los finales del siglo XX suena ya a curioso.

Esta cartel estaba en una masía mallorquina, pegado detrás de la puerta de la habitación en donde se cambiaban los trabajadores del campo. Y sí, fumar no está muy bien visto, pero lo que ya está prohibido es fumar porros. En el año 2007 todavía estaba pegado en la puerta, por si era necesario hacerle caso.

Acuerdo sobre el programa de saneamiento y reforma de la economía en España


Cuando el 25 de octubre de 1977 se firmó en la Moncloa el «Acuerdo sobre el programa de saneamiento y reforma de la economía», que fue firmado por el propio Suárez y por Leopoldo Calvo-Sotelo (UCD), Felipe González (PSOE), Manuel Fraga (AP), Santiago Carrillo (PCE), Miquel Roca (CiU), Juan Ajuriaguerra (PNV), Enrique Tierno Galván (PSP), Josep María Triginer (PSC) y Joan Reventós (Convergencia Socialista de Cataluña) pocos podían suponer que aquellos llamados desde el primer día Pactos de la Moncloa darían tanto que hablar por muy diversos motivos.

Eran novedosos, eran atrevidos y arriesgados, no había seguridad de que fueran a funcionar para lo que se necesitaba, muchos tuvieron que ceder lo que no se habían imaginado, con tal de que pudieran salir del atolladero para mejorar una economía española claramente en quiebra y obsoleta.

Hablar en el año 2022 que aquello fue un error, un fracaso o que nunca se deberían haber firmado desde la izqueirda, es tan idiota como pensar hoy y desde hoy, de lo que se podía hacer hace 45 años, con aquella situación en España tan distinta a la nuestra.

Y para muestra simplemente recordar que hace dos años nos prohibieron salir de casa durante varios meses, no nos dejaban luego salir fuera de nuestra localidad y tuvieron que cerrar comercios por ordenes desde arriba. 

Y sin decir que ahora en este marzo 2022 se está aplaudiendo que Alemania diga que debe rearmarse y de forma muy profunda, por los cambios en la Europa que surgirá desde la invasión de Rusia a Ucrania.

La decisiones se toman en los momentos, y analizarlas fuera del campo temporal es una idiotez, con independencia de que pensemos que los resultados fueran bueno o malos, o que desde el punto de vista actual había otra opciones.

Los nazis y España, una relación duradera


Que los alemanes tomaron a España como su guarida preferida hasta la muerte de Franco lo atestiguan infinidad de documentos, algunos todavía sin conocer.

Este mapa original de España y que podemos ver arriba se observa la red elaborada a partir del interrogatorio realizado por los aliados al espía alemán Friedrich Wilhelm Simmross, destinado en Cádiz y Sevilla durante la Segunda Guerra Mundial es una muestra clara de las zonas de España que interesaban a los alemanes importantes de los años 40 y 50, y qué poblaciones eran las elegidas para luego quedarse a vivir en España. La España del Interior no les gustaba ni a los nazis alemanes.

Friedrich Wilhelm Simmross fue interrogado entre el 25 de enero y el 16 de abril de 1946 y este mapa pertenece a la National Archives del Reino Unido, publicado por El País.

La zona de Galicia era un territorio en donde los navíos de guerra y submarinos alemanes llegaban para ser reparados en la II Guerra Mundial, aunque España fuera siempre considerado un país neutral. En Madrid estaba instalada la Zentralbüro, una oficina central administrativa de la KO Spanien (la Kriegsorganisation Spanien era la oficina de organización de los espías alemanes en España). Pero no todos eran alemanes los que trabajaban o pertenecían a esta red de espías, entre ellos había también un buen número de españoles que les ayudaban en sus trabajos de todo tipo.

El almirante Wilhelm Canaris, jefe del Abwehr (Servicio de Inteligencia Militar de las Fuerzas Armadas alemanas) era el que ejercía el papel de "Jefe" de los trabajos de espionaje en los países neutrales, y el que decidió que España fuera su centro de operaciones de todos ellos. Además de España se incluían a Portugal, Suiza, Suecia o Turquía.

En España además de en Madrid operaron oficinas en Barcelona, Palma de Mallorca, Valencia, Alicante, Cartagena, Sevilla, Cádiz, Málaga, Almería, Huelva, La Coruña, Vigo, Bilbao, San Sebastián, Logroño, Gijón, Santander y otras ciudades con menos peso estratégico, para controlar sobre todo los medios de comunicación españoles.

El papel de los falangistas que eran periodistas y tenían acreditación para estar y entrar en numerosos lugares, lo que les permitía comunicarse con el poder influir y enterarse de todo.

Según comenta el diario El País esta Red de espionaje en España tenía ocho secciones diferentes: tierra (Ab-I-Heer), aviación (Ab-I-Luftwaffe) ―con subsecciones de información, contraespionaje, comunicaciones, sabotaje y ‘subversión de minorías’―, naval (Ab-I-Marine), comunicaciones (Ab-I-i-W/T), economía (Ab-I-W), industria aeronáutica y tecnología de aviación (Ab-I-I/T/Lw), falsificación de documentos y tintas secretas (Ab-I-G) y fotografía (Ab-I-F). Todo un aparato que contaba con más de 500 personas a sueldo.

En julio del año 1945, Oliver Harvey, subsecretario de Estado británico, dijo en unas declaraaciones: “Por fortuna, España no es una amenaza para la paz o la integridad de sus vecinos. Únicamente es un peligro y una desgracia para sí misma”.





La España de 1982, vista en "El Sustituto"


Ayer ví la película "El Sustituto" de Óscar Aibar, una muestra de la España que en los años del franquismo, del inicio de la Democracia y la Transición, todavía mantenía vínculos con los nazis europeos escapados de todos los países que se creyeron dueños de Europa, y que se escondieron en España a vivir con sus rapiñas en círculos cerrados con el amparo y la seguridad del propio gobierno dictatorial de España.

La película se sitúa en el año 1982 y se basa en hechos reales, reflejando lo que parecía suceder en Denia con un tardofranquismo que dominaba todos los espacios sociales de aquella España. la policía, los hospitales, los bares y restaurantes, el turismo o las empresas de construcción.

Aquellos nazis se movían (¿se siguen moviendo?) con total impunidad, capaces de controlar por las buenas o por las malas el mundo de la marginalidad y la droga, el de los desarrollos urbanísticos o el de la policía, sintiéndose los dueños de sus destinos aunque hubieran sido torturadores a niveles industriales.

Es una recreación de aquella España, de la que todos conservamos imágenes tremendas, como la de batallones de falangistas desfilando por Madrid varios años después de la muerte de Franco, o de la impunidad con la que ciertos personajes se seguían moviendo sin control por los poderes ya democráticos.

Cuando escucho o leo criticar los periodos de "La Transición" en España desde el punto de vista actual, me parecen torpes interpretaciones sesgadas de una realidad que no conocieron. Teníamos la decoración de Democracia, pero nunca se dejaron penetrar en los núcleos de poder escondido. Parecíamos una democracia, incluso parecíamos socialistas. Pero dentro seguíamos siendo un país de ladrones dictadores, pues no se pudo hacer otra cosa, un país lleno de militares, policías y amigos de estos entramados, que seguían controlando el país desde los núcleos reales del poder, incluso económico.

¿Cómo afecta la inflación a los ahorros? El ejemplo de 1973


En 1973 una concatenación de malas decisiones económicas y políticas en el mundo nos llevó a todos a un desfase brutal de la inflación que sacudió el mundo y que costó mucho controlar, teniendo que adoptar algunos cambios de transformaron el mundo económico y social a partir de ellos. 

La OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) decidieron dejar de vender petróleo a los países occidentales por apoyar a Israel en la guerra entre árabes e israelitas que se inició el 6 de octubre de 1973. 

La falta de oferta del petroleo hizo subir los precios brutalmente, y lo que era una energía barata se convirtió en un modelo inasumible para todos los países occidentales que dependían de una energía muy barata. algo similar a lo que está sucediendo en este 2021 y 2022. 

En ese momento las primeras decisiones que se tomaron fueron las de por una parte rebajar el consumo de energía barata, el cambio de coches de alto consumo por coches de muy bajo consumo de gasolina (desaparecieron los grandes coches americanos) y los Bancos Centrales se pusieron a imprimir dinero para poder subvencionar la tremenda y ya inevitable subida brutal de la inflación. 

Por ejemplo en aquellos años se decidió hacer el cambio de hora entre verano e invierno, para consumir menos energía. El desempleo aumentó brutalmente pues muchas empresas no podían soportar la subida de la energía, y la recesión se apoderó de países y de sectores estratégicos. 

Hay que recordar que en aquellos años el barril de petróleo estaba en algo menos de 3 euros y en poco tiempo paso a los 12 euros. A principios de los 80 el barril estaba ya en casi 40 euros, y ahora hay veces que alcanza los 100 dólares. En este marzo de 2022 con el inicio de la Guerra contra Ucrania ha llegado a los 128 dólares.

Algunos países optaron —como solución— por la construcción de plantas de energía nuclear, o por el aumento de la rentabilidad del carbón o de la madera como métodos de energía admisible, aunque luego se ha demostrado que lo estamos pagando todavía en el aumento de la contaminación.

Aquellas decisiones de la OPEP duraron 6 meses, pero los cambios siguen durando hoy, sabemos qué sucedió, y que se tardaron muchos años en volver a la estabilidad anterior. Las malas decisiones mundiales afectaron mucho más a unos países que a otros, la inflación en economías débiles fue brutal y duró más de una década.

En España la inflación en el año 1972 fue de un 8,27%, pasando en el año 1973 a un 11,37% y en 1974 a un 15,66%. En 1975% era ya de un 17,02%, en 1976 de un 17,56%, en 1977 de un 24,44%, en 1978 de un 19,98%, en 1979 de un 15,68%, en 1980 de un 15,59%, en 1981 de un 14,56%. Eso supone para los ahorros una pérdida brutal, que hasta finales de los años 80 no se pudo controlar. Casi dos décadas con un dinero que cada año valía mucho menos.

Quien tenía bastante dinero no lo podía dejar quieto, le sacaba rentabilidad como fuera para no perderlo, y eso suponía también una separación clara entre quien tenía ahorros y los ponía a trabajar para él y quien no los tenía o los dejaba quieto hasta casi perderlos. Ambos grupos de sociedad que en 1970 partían de similares posiciones económicas, se había separado mucho en dos décadas, sin producir nada para la sociedad, simplemente a veces comprando viviendas, locales, o jugando en Bolsa, acciones o en Plazos Fijos que evitaran la pérdida por la inflación. O creando pequeños comercios que sirvieran para no dejar el dinero quieto. 

Imaginemos 1.000 pesetas o euros de 1972 que los tenemos sin sacarles rentabilidad ninguna, al aire de soportar la inflación. En un cajón o en un banco sin rentabilidad. Aquellas 1.000 pesetas (o 1.000 euros) se habían convertido 10 años después en 203 pesetas o 203 euros. Ese es el gran problema de la inflación si no se sabe controlar.

¿Puede suceder algo similar en este 2022? Pues por si acaso, estemos preparados y analicemos las opciones actuales para defendernos.


De Ucrania vemos en directo… lo que nos quieren enseñar


Hoy desde El País, Kiko Llaneras nos da unas pinceladas muy ciertas del inicio de la Guerra en Ucrania. Es cierto que la realidad de la tecnología actual nos permite ver el instante al instante, saber todo. Pero también es cierto que ese "todo" lo controlan los que tienen más poder para controlarlo. Lo sabemos todos, incluidos los que pueden manipular la opinión, que todo llega al instante.

Por ejemplo es muy poco lo que sabemos de Rusia en estas semanas. No vemos nada de Rusia, excepto algunos golpes suaves, pero nada más. No hay periodistas que nos ofrezcan ese punto de vista. Por diversos motivos.

Tampoco tenemos casi imágenes del frente de batalla, de los frentes de guerra. En cambio sí vemos con excesiva profundidad los daños en la sociedad civil, en las ciudades, en las calles, en los barrios de las grandes ciudades.

Incluso vemos con todo detalle los inicios de las mesas de diálogo, de las muchas reuniones de políticos, como si eso fuera a ser lo que pasará a la historia. Excepto que a uno de los negociadores lo han fusilado (previsiblemente) por ser espía de la otra "parte". Y seguro, que excepto también de las numerosas reuniones y contactos que se tienen sin que lo sepamos en la sociedad.

No es culpa de los periodistas, o al menos no es culpa solo de ellos. Las guerras destruyen las verdades y es imposible estar fuera de uno de los dos bandos. Vemos todo en el acto, pero no todo lo que vemos es verdad, y sobre todo no se nos muestra toda la verdad.

Habrá que esperar meses, incluso tal vez años, para saber qué está sucediendo, qué movimientos reales de países, de ventas y comprar, de militares, de asesores, de soldados de alquiles se están produciendo de verdad entre todo ese mapa que no siempre entendemos en su profunda complejidad. 


España estuvo cerca de no entrar en la OTAN


Todo en la vida es muy relativo, incluso las grandes materias que nos afectan, son muy relativas. Durante 1985 y 1986 en España estuvimos convenciéndonos todos de que entrar en la OTAN era un gran error que no conduciría a nada bueno. Se hizo un referéndum en marzo de 1986 y el 56,85% de los votos válidos dijo que SI a la OTAN, con casi un 7% de votos en blanco. 

En este 2022 han invadido Ucrania por la sospecha de que podría entrar en la OTAN; por el deseo de la OTAN de seguir incorporado países a su Organización. Y se está destrozando un país libre por parte de Rusia simplemente por ese deseo.  Las personas mueren sin saber todavía que les hubiera supuesto plantearse entrar o no entrar en le OTAN.

Todo depende de planteamientos estratégicos que se escapan de las necesidades reales de las personas, y sin duda de las opiniones válidas de estas mismas personas. No importa mucho qué podemos opinar, sobre todo si opinamos lo contrario de lo que quiere el Jefe que se opine. 

¿En qué punto estaría hoy España si se hubiera votado NO a la OTAN? No lo sabemos, no es posible imaginárselo desde ninguna de las dos opciones. Es posible que se hubiera intentado otra vez en otro momento. Esos "Jefes" mundiales no querían que España estuviera fuera de la OTAN. Lo cierto es que como personas, contamos muy poco, se nos respeta muy poco.

¿Es posible que Europa explote en el 2022?


Que en el año 2022 hayamos entrado en una debacle de violencia en Europa, es cuando menos preocupante y complicado de entender. Creíamos que en Europa ya todos estábamos curaos de los espantos de las guerras, y que no sería posible un enfrentamiento entre países vecinos. pero Rusia ha invadido Ucrania, y no será porque no se veía venir.

Tras la caída del Muro de Berlín en el año 1989 toda Europa se transformó. Parecía acabar la Guerra Fría o eso nos quisieron decir. Pero 33 años después ha estallado lo que no supimos construir en este periodo de paz tensionada. 

Es verdad que en Rusia se dieron diversos dirigentes que tras deshacer el pacto de Varsovia, y la URSS, no supieron construir una sociedad que atendiera bien a la sociedad de todos sus países. Crecieron mucho los ricos sin crear una Clase Media suficiente, y la economía como siempre, no supo asentarse bien en los nuevos países. 

Todo eso creó la aparición de diversos políticos que deseaban volver a los viejos tiempos, fuera en Crimea, Bielorrusia o directamente en Rusia con Putin. Sin duda la mezcla de personalidades complejas también afecta a las decisiones de los países, pero el error de querer la OTAN entrar excesivamente cerca de Rusia no tiene explicación válida.

Tan complicado es que estalle Europa, como que pueda quedarse ajena a la violencia tremenda de una III Guerra Mundial. Lo curioso es que no depende de Europa, sino posiblemente de los EEUU y de China. Como casi siempre en las Grandes Guerras, Europa pone los muertos y los territorios, y algunos se aprovechan para ocupar las estrategias mundiales.

¿Qué actividad física recomienda la OMS para los adultos?

 Los adultos de 18 a 64 años

      • deberían realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos;
      • actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos; o una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana;
      • también deberían realizar actividades de fortalecimiento muscular moderadas o más intensas que ejerciten todos los grupos musculares principales durante dos o más días a la semana, ya que tales actividades aportan beneficios adicionales para la salud;
      • pueden prolongar la actividad física aeróbica moderada más allá de 300 minutos; o realizar actividades físicas aeróbicas intensas durante más de 150 minutos; o una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana para obtener beneficios adicionales para la salud;
      • deberían limitar el tiempo dedicado a actividades sedentarias. La sustitución del tiempo dedicado a actividades sedentarias por actividades físicas de cualquier intensidad (incluidas las de baja intensidad) es beneficiosa para la salud, y
      • para ayudar a reducir los efectos perjudiciales de los comportamientos más sedentarios en la salud, todos los adultos y los adultos mayores deberían tratar de incrementar su actividad física moderada a intensa por encima del nivel recomendado.

    Los adultos de 65 o más años

    • se aplican las mismas recomendaciones que para los adultos; y
    • como parte de su actividad física semanal, los adultos mayores deberían realizar actividades físicas variadas y con diversos componentes, que hagan hincapié en el equilibrio funcional y en un entrenamiento de la fuerza muscular moderado o de mayor intensidad, tres o más días a la semana, para mejorar la capacidad funcional y prevenir las caídas.



Ante los tiempos complicado, mucha más autoestima y naturaleza


No son tiempos fáciles, nos creíamos ya capaces de salir de una pandemia mundial de dos años con las menos heridas mentales posibles, y entramos en una guerra en Europa de la que no vemos mas que dramas, violencias inútiles, muerte y destrucción. Todo esto nos afecta a todos, lo digamos o nos lo traguemos en silencio. Lo notemos o lo suframos sin darnos mucha cuenta.

No es sencillo vivir en estos tiempos, pues los miedos son fáciles de contagiar. pero debemos aprender a defendernos. Y una de las primeras decisiones, tal vez sea dosificar el consumo de noticias, de elegir desde dónde queremos saber qué sucede, y solo escucharlas desde esos foros. 

Y para el resto del tiempo, dedicarnos a actividades que nos lleven a situaciones mejores. 

Cuidar de los amigos, de la familia, de una buena lectura, de un animal de compañía, de un trabajo de jardinería, de la cocina, de escribir, de pasear por la naturaleza, de amar a los que tenemos cerca, de escuchar música, de alguna manualidad, de salir a pasear, de hacer deporte. 

La vida la tenemos que llenar de cosas positivas, pues las negativas intentan colarse por muy diversos espacios. 

Y en tiempos complicados, hay que ayudar a los demás, pero desde el optimismo y autoestima de que nosotros somos capaces de salir airosos de casi todos los problemas.


¿Somos capaces de vencer los miedos sociales, las depresiones actuales?

Ayer recibí de una amigo desde hace 56 años el siguiente texto.: En estos momentos sólo me supera la situación general, simplemente me da miedo. Sí, y el futuro de nuestros hijos también.  Si solo fuéramos nosotros me daría igual.

Es una condensación de lo que hablamos, de lo que yo ya llevo meses detectando entre la sociedad a través de mis participaciones en diversos Foros de Sanidad y Salud

Hay miedo, hay depresión social, primero con una pandemia de dos años que nos ha tocado los pilares de lo establecido, y ahora con una guerra que se nos ha venido encima casi sin preverlo. 

En las consultas médicas ha crecido poco a poco la llegada de problemas de seguridad personal y familiar, de miedo, de ansiedad, de hundimiento moral que no se expresa como algo que nos sucede por los "de fuera" sino como algo que sucede "por lo que nos pasa dentro".

Nadie nos ha preparado nunca para entender lo que sucede. Ni la pandemia, ni las debilidades sociales, ni tampoco el funcionamiento de la sociedad. Nos hemos ido llenando de insultos, de violencias verbales mentirosas y nos hemos creído que todo es así.

Yo —que como ya se sabe pertenezco a un partido de izquierdas— me reuní hace mes y medio con una representación de todos los partidos políticos en las Cotes de Aragón. Estaban desde VOX a Podemos, desde el PSOE y el PP a Ciudadanos y CHA, y estuvimos tres horas debatiendo sobre un problema, el sanitario, pero de una manera muy amplia. Solo entre nosotros y una representación minoritaria de laboratorios, farmacias y profesionales de sanidad. NO DISCUTIMOS, NO NOS INSULTAMOS aunque difiriéramos con educación de nuestros puntos de vista.

La semana pasada asistí a una Jornada sobre Enfermedades Raras también como representante de mi partido, por Zoom, con representantes de todos los partidos políticos del Congreso de los Diputados.  NO DISCUTIMOS, NO NOS INSULTAMOS aunque difiriéramos con educación de nuestros puntos de vista.

La percepción que tiene la sociedad es MUY DIFERENTE, cree que nos odiamos a muerte, que nos insultamos en cuanto nos vemos, que no somos capaces de hablar con la educación que aprendimos en nuestros diferentes colegios. Y todo se mueve a través de que no somos iguales cuando hablamos entre nosotros, que cuando hablamos para vosotros. 

Y eso crea tensión, y odios, y multiplica las reacciones adversas de la sociedad, que cae en los miedos, en las violencias de todo tipo, en las tonterías torpes e inútiles. Tenemos que empezar nosotros, por explicar, que a veces quedamos para tomar unos vinos aunque seamos de partidos muy diferentes. Y eso no quita que sigamos diciéndonos cosas fuertes.

Y tenemos que explicar más veces, que nos debemos a vosotros, que gestionar lo que sea, solo es posible desde el consenso, la educación, la tranquilidad, la reflexión. Y que creerse todo lo que nos cuentan, no siempre es bueno, pues se vende la espectacularidad.

La próxima semana tengo una jornada en donde debo explicar de qué manera se han logrado ciertos consensos que parecen complicados de lograr. En una reunión deberé comentar los caminos emprendidos hasta conseguir que unas personas dispares se pongan de acuerda para trabajar por un objetivo común.

Parece "buenismo", pero la diferencia entre el "buenismo" y la capacidad de lograr avances, radica en los objetivos conseguidos. 

Solo una última apreciación. Apuntarse los tantos, los éxitos, es uno de los primeros errores para conseguir los logros. Las cosas que se consiguen no depende de una persona, sino de varias y de diversos elementos que están esperándonos para ponerse a funcionar. Nadie es importante, pero la suma de varios logran los objetivos. Así que el único truco consiste en saber y poder unir a varias personas en el mismo trabajo.

Julio Puente

¿Y qué podemos hacer si ya no tenemos yodo? ¡Uff!

Primero fue el aceite de girasol a finales de la semana pasada, luego vinieron enseguida el papel de wc, las legumbres en botes de cristal, incluso las bombonas de butano. Ahora escucho que están aumentando en España (hablo siempre de España) del agotamiento en algunas farmacias del yodo, y del crecimiento de empresas que se dedican a construir búnker. ¿Estamos tontos?

Lo del yodo es demencial, no sirve de casi nada, es peor con sus efectos secundarios, para lo poco que podría resolver si nos cayera una bomba atómica encima. Los miedos del aceite, siendo posible que nos falte, se resolverá con otros aceites. Peor puede ser la falta de piensos para las granjas. 

¿Compramos corderos enteros y los congelamos?

¿Y si se nos va la electricidad por una bomba atómica y no tenemos yodo para sobrevivir y para comernos el cordero frito con aceite?

Puede suceder de todo, pero lo más grave, de momento, es tener miedo, y lo peor si al final sucede lo que nadie queremos ni nombrar, no será la falta de aceite, ni de papel de wc, sino nuestras calles hechas mierda y puré. 

Así que de momento, tranquilos todos, y a seguir viendo los menos Telediarios posibles, que también tienen efectos secundarios y que estos no se curan con yodo.

Sí, la imagen es de Zaragoza, de finales de la semana pasada. Somos torpes hasta para comprar. Hace poco meses ese aceite estaba en el Día a 0,99 euros la botella.


Nuestro hogar o nación no es perfecta, pero es nuestro hogar


Seamos sinceros, nuestro hogar no es perfecto, lo admitimos, lo asumimos, sabemos que podría mejorar mucho, que nos gustaría que tuviera otros componentes, otras calidades, pero… es nuestro hogar.

Si cada uno de nosotros no defendemos nuestro propio hogar, nuestra cueva, nuestra vivienda, nuestro barrio, nuestra ciudad… ¿quién lo va a hacer por nosotros?

Tenemos la obligación egoísta de defender lo que tenemos, lo que está cerca de nosotros, lo que depende de nosotros. Pero no solo lo más cercano, no solo nuestra habitación, sino en conjunto con los que nos rodean, todo lo que utilizamos.

Nuestros parques, nuestras calles, nuestro sistema de convivencia en nuestra Nación, nuestra Cultura, nuestra forma de vida y nuestra economía global. 

Puede que no nos gusten muchas cosas, sabemos que no es perfecto, pero lo que tenemos que hacer es trabajar por mejorarlo, no estar siempre quejándonos y metiendo la cabeza debajo de la tierra.

 

La Democracia no es una Meta, es un camino


Desgraciadamente la viñeta de Quino es totalmente cierta. Las opciones de poder entrar a los lugares públicos de gestión, los de todos, son cada vez más escasas. Ya no hay la misma capacidad de participación o de consulta, o de reclamación que antes. Ahora los que mandan han aprendido a poder mandar desde la democracia…, pero cerrando las puertas para no ser molestados.

Utilizan la democracia para llegar al despacho, pero luego ya en el sillón, cierran las puertas hasta que sean despedidos por el mismo procedimiento con el que entraron. Y eso no es democracia.

A veces nos han explicado que la Democracia es un Meta, y es un gran error; la Democracia es un camino, es una herramienta, nunca llegamos a ella pues hay que estar constantemente alimentándola, avanzando, cuidándola, revisándola incluso para que no se nos ponga malita. 

No hay tampoco una sola forma de ser Democracia, hay varios tipos de democracia, y ese es otro error. Se puede ser demócrata y ser un dictador, se puede ser demócrata y ser un inútil, se puede ser demócrata y ser un ácrata, incluso se puede ser demócrata y no querer que lo sean los demás. 

En 1967, a la censura se le escapaban críticas


Las viñetas y el humor, como modelo de explicación social de esta España celtibérica, no completa las miradas pero ayudan mucho. A veces el humor es capaz de dibujar mejor que nadie las realidades que vemos de soslayo.

En el cartel de la mínima manifestación que vemos arriba, de una viñeta de Chumy Chumez, se dice algo que se contradice.

Se admite que existen los "superiores" y a su vez se les reconoce como "inferiores". Todos somos iguales, algo en aquellos años complejo de admitir, pero los que mandan (en donde sean) son los más tontos de todos.

La viñeta se publicó en el año 1967, en plena Dictadura, pero ya se quiere rebelar levemente contra los que en teoría mandan, a los que se llama superiores…, pero llamándoles inferiores. Es decir tontos pero con la forma muy suave de decírselo a la cara, pues en aquellos años no era posible decir lo que se pensaba.

Billete del Metro de Valencia (España)


Curiosamente este billete del Metro de Valencia del año 2001, todavía permite cargarse y funcionar en el año 2022, sigue vivo 21 años después de ser emitido en un cartoncito que parecería que no sirve para mucho. Arrugada, algo doblada, pero con ganas de seguir trabajado.

Billete de tren de la compañía Larnród Éireann de Irlanda


De mi colección de billetes de transportes os dejo esta de tren entre las estaciones de Pearse y la ciudad de Raheny en Irlanda, cerca de Dublín, del año 2014. Un billete de adulto simple, sencillo, y que es un ejemplo de los muchos que hoy hay, aburridos casi todos, y que no se parecen en nada a los que había antes de estas infernales máquinas de papel continuo. 

Si quieres mandarnos tus billetes, los de tu ciudad, te los recogeremos encantados y te los publicaremos aquí, para dar una ventana pequeña a tu ciudad. Recogemos papelitos que se pueden enseñar. Pequeñas muestras en papel de la vida ciudadana.

¿Cuánto se calla Felipe González?


Jordi Évole entrevistó a Felipe Gonzáles en La Sexta y nos dejó casi vacío de contenido lo que allí vimos, muy interesante, pero escaso para lo que creíamos que iba a suceder. Es tanto lo que Felipe González puede opinar, que todo se nos queda corto.

Llevar al terreno de la edad, casi de la ancianidad, a un líder mundial, que lo fue y que dejó claro que para reflexionar todavía lo es, creo que es perder una ocasión de sacar jugo a un momento importante, más cuando en el mundo hay tanto de lo que hablar. 

No son tiempos para hablar mucho de su vida privada, aunque sea lo que ahora está de moda en muchos medios de comunicación.

Pero incluso para hablar de sus tiempos como Presidente del Gobierno, o de líder de la oposición. Quedaron decenas de temas en el cajón, simplemente porque Évole no quiso enfocar la entrevista sobre esos espacios. O porque Felipe no quiso que se le preguntara, y nos quedamos con las dudas.

Es cierto que Felipe González dice mucho, deja en su Fundación mucho material para explicar y explicarse, pero también es cierto que muchas veces es tan importante lo que dice como lo que calla. O más. 

Sus años en la Historia de España fueron fundamentales para entender la Transición, el reinado de un Rey Juan Carlos I que ha salido equivocado por mucho que se piense lo contrario en algunos espacios, pero además tuvo contactos con los líderes mundiales más importantes de la segunda mitad del siglo XX, los que han ido construyendo este inicio raro y complejo del siglo XXI.

Otras vendrán, que tal vez, quieran sacarle más jugo. O por qué no, tal vez él mismo, quiera escribir lo que no le saben o quieren preguntar.

¿Y si me hubiera dedicado a una sola cosa?


Creo que en la distorsión de nuestras palabras con el tiempo, de la inconstancia casi constante que nosotros mismos tenemos, vamos construyendo la realidad de estos tiempos, aunque parezca todo una obra casi abstracta. Somos la suma como sociedad, de todos nuestros errores y nuestras mierdas.

Somos flojos, no queremos, sabemos, podemos continuar con lo que empezamos con muchas ganas. Y a veces esto es —incluso— mucho mejor que sea así. 

¿Merecemos la pena? Pues desde dentro podríamos pensar que no lo sabemos, pero sí debemos admitir que cada uno de nosotros somos una parte diminuta del todo, y por ello somos parte de lo que finalmente se va formando.

Yo por ejemplo, bastante bobo pero sencillo (creo), voy cambiando de ilusiones, de proyectos, con excesiva facilidad. 

Pero a la vez soy MUY fiel a mis principios, mis herramientas, mis amigos, mis lugares. Cambio de proyectos, pero en su substancia son los mismos, es un cambio leve en el fondo, tremendo en la forma.

Reconozco que con mis ya casi 66 años he vivido importantes situaciones de muy variado tipo. 

Tremendas por lo importantes, desde el punto de vista de muchas personas que no tienen esa suerte. Por su variedad, por lo que nos ha tocado vivir a la gente de nuestra generación. Y también por el lugar en las que me ha tocado mirarlas.

Podríamos —la gente de nuestra edad— tener una visión compacta casi de muchísimas cosas, pero no siempre es sencillo sumar todas las experiencias, agruparlas, recordarlas incluso. Unas tapan a las otras, las evitan, nos obligan a olvidarlas.

Llevo años —¿excesivos?— escribiendo diarios, textos, relatos, cuentos, libros de variado tipo. Y para nada, lo sé, lo cual ni me importa. Me gusta y eso para mi ya es suficiente.

Pero a veces me pregunto…: ¿Y si me hubiera dedicado a una sola cosa?

Nadie tiene razón en una guerra. Ni tampoco razones



¿Para qué sirven las guerras? Para vender. Para fabricar odios y para apoderarse de territorios. Para matar y hacer vacíos. Para crear odios entre los jóvenes, que tardan muchos años en curarse. Las guerras son un gran invento para los poderosos y una forma legal de matar inocentes voluntarios o no. Las guerras son tan fuertes, que llevamos miel de años con ellas y no sabemos derrotarlas. Hay que joderse y aguantarlas.