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Palabras de sabio, sobre el uso de la palabra


El sabio no dice nunca toda lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice.
(Aristóteles; filósofo griego)

Hay que saber hablar, no por lo que se dice, sino por lo que se calla. Hablar de más es peor que medir justamente lo que somos capaces de decir.

Ser distintos es ser mejores. La diversidad humana.

Toda la vida que nos rodea está hecha para moldearnos hacia unos objetivos muy comunes, muy estandarizados. Nadie puede ser un poco loco en la sociedad, sin que se nos señale como locos totales. No se puede ser un poquito loco, o un poquito niño, o un poquito raro. No nos dejan.
Eso es quitar libertad y personalidad a los que nos separamos de los estandar, de lo común. Y no debemos permitirlo.
Somos como somos, cada un@ distinto al otro. Y debemos luchar para mantener nuestro espacio de diversidad. Sólo si somos disitntos, conseguiremos que la sociedad en su conjunto sea más rica y plural.
Si con 50 años te apetece pintar cuadros, ir desnud@ por casa, viajar a África, vestir de negro o tener un novio nuevo, es tu libertad, tu vida.
Ser tú, es ser libre.

Practiquemos algo de literatura creativa, incluso sin saber escribir

Acabo de titular "casi" con una barbaridad la entrada.
Practiquemos algo de literatura creativa, incluso sin saber escribir

Si, ¿porqué no van a poder crear los que saben escribir aun sin tener "escuela?
Ponerse delante de una hoja en blanco merece un respeto, trasmitir ideas más, atreverse a escribir es de premio. Poco a poco se aprenderá más, no hay que tener miedo a escribir.

Elige un vecino tuyo como protagonista y ponlo en una situación cómica. Si es serio mucho mejor. Juega con él como personaje, no hagas más de un par de páginas en cada situación, pero practica a ponerlo en diferentes situaciones. Es una persona que conoces, que piensas que sabes cómo se comportará. Juega a ponerle diferentes responsabilidades y disfruta de aprender a jugar con un personajes mitad ficción pero mitad real.
A la semana vuelve a leer lo que has escrito y analiza si cambiarías algo, si le sobran partes.
Estás creando un personaje que te podrá servir para otros trabajos más largos.

Para finalizar crea un relato en donde este personaje hable a los lectores, sobre cómo ha vivido él las experiencias de verse envuelto en todas esas situaciones a las que le ha sumido el autor.

¿Qué podemos hacer con los egoístas?

La gente es egoísta, yo soy egoísta, todos somos egoístas y sólo si lo aceptamos podremos vivir un poco más felices.
Ser egoístas es lo que nos ha servido para sobrevivir en esta selva.
Con los egoístas lo que hay que hacer es copiarlos.

No es fácil ver a Dios

No es fácil encontrar representanciones de Dios. Debe ser porque no tenemos claro como es, y la imaginación tiene un límite.
Pero en una catedral andaluza se puede ver el retablo que arriba muestro, con Dios en forma de ojo, para poderle orar.
Es lo lógico, tras tantas muestras de santos conocidos.
En Zaragoza también hay una representación de Dios, en una de sus dos catedrales, y puede asegurar que mucho más lógica.
No doy más pistas, porque según me explicaron los Maristas allá por los años 60, Dios está en todas partes, luego, no hay que buscarle.

Un paseo o una carrera, como terapia. Correr no siempre es huir.


Si tiene un día malo, si hoy no tiene ganas de muchas cosas, si está adormilado y triste, si no es su día, intente correr.
Busque cerca de su casa un lugar aceptable para corrrer con calma, sin coches, con verde por arriba, con aire envolviéndole. Se ponga su ripa deportiva y sus zapatillas, coja su música o radio y lánzese unos minutos a correr o a andar deprisa.
No piense en lo que no hace, en lo que deja sin hacer, es igual, no se hundirá el mundo.
Cuando vuelva se duche con calma, con agua a presión, disfrute de su cuerpo, de su desnudez, póngase agradable y respira.

¿Está mejor?

Bien, lo has conseguido.

Aprender ayuda a explorar nuevos caminos de vida.

Cuando se sienta mal, derrotado, algo hundido por una vida que no cree que le funcione, todavía puede retomar rumbos perdidos, puede cambiar sus decisiones y buscar la luz.
Aprender.
Es tan sencillo como aprender.
Nada gratifica tanto y consigue hacer cambiar los puntos de vista dormidos, como embarcarse en la aventura de aprender cosas nuevas. Todos podemos intentarlo y casi todos, conseguirlo.
Es amueblar una nueva vida, pues a la que ya tiene le puede seguir la nueva con los cambios que incorpore.
Aprender supone abrir nuevas ventanas, explorar nuevas relaciones, vivir nuevas experiencias, ver el resto de sus días con otro color. Aprender es sencillo, barato, moldeable según sus gustos y posibilidades.
Los adultos también podemos seguir aprendiendo, no lo olvide.

Usted es perfecto. W. Dyer

Es absolutamente válido considerarse a sí mismo perfecto. No equivale, ni mucho menos, a ser presuntuoso, a creerse superior al resto de la humanidad ni a carecer de motivaciones para seguir desarrollando la propia personalidad".
Sabe usted muy bien que el océano es perfecto. También lo son las flores, el cielo, su gatito y todas las cosas existentes. Son todo lo perfectas que pueden ser, aunque estén continuamente cambiando.
El cielo no es el mismo de hace una hora, pero sigue siendo perfecto. Su gato cambia continuamente, y, sin embargo, no es menos perfecto por ello. Usted puede evolucionar, cambiar y ser distinto de mil modos, y, sin embargo, ser una criatura perfecta.
La esencia de su perfección es su propia capacidad para verse a sí mismo, para aceptar lo que ve como perfecto en el momento presente, y ser luego capaz de convertirse en algo completamente distinto, pero perfecto aún.
Resulta irónico que consideremos siempre perfectos a los animales, y nos neguemos, por otra parte, esa misma cualidad a nosotros mismos.
W. Dyer

Creer es una enfermedad vieja pero necesaria

Creer en algo necesario; creer en su veracidad y en su importancia, es poseer una enfermedad silenciosa, que en cualquier momento te puede dar un golpe fuerte.
Creer es entregar, es vivir para y por algo que muchas veces falla cuando más se necesita.
Hay que creer en esta vida, sin duda, pero en una medida controlable para que los daños cuando falle la creencia, no sean muy altos.
Creer es un ejercicio natural, que tod@s hacemos, pero peligroso y por ello doloroso.
No hablo de religiones (sólo), hablo de creencias, de ideas, de personas, de proyectos, de relaciones, de empresas personales.
No existe medicación universal para esta enfermedad.

Miedo a la muerte. Se puede superar con la edad.

Curiosamente el miedo a la muerte se va perdiendo según uno se acerca a la edad teórica de su encuentro.
Eso si, aumenta el miedo a la enfermedad incapacitante, a la asistencia total.
De niño todos tenemos algunos episorios de miedo a la muerte que nos paraliza al menos unos instantes. Descubrimos la muerte como algo real, que nos sucederá, que les sucederá a los que nos rodean.
Creemos todavía que puede ser evitable, que tal vez no siempre sea real, pero poco a pocovamos asumiendo este hecho y lo aceptamos.
Cuando la edad empieza a pesar, cuando ya hemos visto a grandes compañeros que se nos han ido, se asume como "normal" el propio hecho de la muerte, y uno suele encontrar la paz en esta asimilación, porque entiende que es inevitable.
Nadie desea la muerte, excepto los enfermos graves, pero se empeiza a valorar más la vida, una vez que se sabe que al final está la desaparición física.
Los creyentes lo tiene más fácil, creen en la esperanza de una nueva vida y esto les da ganas de pensar en el futuro, sin este cuerpo. Pero los no creyentes asimilan que este es un trayecto casual, y que la suma de toda la experiencia les hace disfrutar de su camino ya andado.
Asumir la muerte es un signo de madurez.
Quienes no la asumen, sufren más.