Páginas

Dibujos de frutas para colorear niños pequeños

En estos días de verano donde tenemos a nuestros hijos o nietos en casa más tiempo que en otros periodos y además con un confinamiento que parece no acabar nunca, no es mala idea que saquemos del cajón algunas viejas ideas, algunos pequeños ejercicios de pintura para que nuestros niños practiquen simplemente dando color.

Se deben utilizar figuras muy conocidas por ellos para que no tengan dudas con los colores que deben aplicar, y estos ejercicios son válidos casi para cualquier edad que ellos mismos quieran practicar. Y son útiles pues sirven para varios ejercicios distintos.

Estas frutas se pueden dibujar con lápices en blanco y negro y carboncillo para darles volumen y repasar las líneas y perfiles. O se pueden utilizar para colorear con lápices de colores. O también con acuarelas o con temperas. O con rotuladores de colores. O se puede jugar a cambiarles los colores y pintar una pera morada o un melocotón verde. O una cerezas naranjas o lilas. 


Sencillo juego para preescolares hecho en casa

Este es un simple juego muy conocido para que los niños preescolares hagan en su casa, con ayuda de sus padres mientras todos se entretienen. Sirve para seguir caminos con el dedo, para dibujar y pintar, para conocer números y letras, figuras geométricas, frutas o animales. 

Y si queremos complicar más el asunto, en vez de cuatro casillas lo podemos hacer con seis o con ocho casillas. Y con imágenes más complicadas que podemos escanear y pegar en los huecos. 

Es decir, os estoy proponiendo un juego para niños que también sirve para que alguna madre o padre se entretenga mientras lo hace. Y es muy sencillo de preparar y de imprimir en casa. A color o en blanco y negro.

El caso es aprender estando entretenidos, aprender jugando, jugar entre hijos y padres. Jugar con los juegos que cada uno se hace así mismo.


Los padres son los maestros. Ahora mucho más

Estamos en tiempos de educación no presencial, así que los padres debemos ocupar un espacio educativo que siempre hemos tenido, pero ahora más reforzado al faltar momentáneamente el papel de la escuela, del maestro, de la educadora sobre todo en preescolar e infantil. Años claves para ir formando el amor por aprender, por incluso "ser".

Tu (sus) hijo(s) son lo más valioso que tienes, así que debemos tratarlos con cariño, sin duda, pero también con esa prudencia necesaria para que se forman como excelentes personas. En gran medida dependen de sus padres para construir su propio carácter.

Y vosotros como padres tenías que aprender a ser también maestros. Algo que no es sencillo y con lo que no se nace.

Vuestros hijos os imitaran, es inevitable, pues sois la referencia. Y en ese imitar ellos todavía no saben separar claramente qué es positivo y qué es negativo para sus vidas.

Los padres debemos ser serios cuando hay que ser serios pues somos el modelo de vida. Y debemos dedicar a nuestros hijos todo el tiempo que podamos dedicar. Algo que no es nada fácil pues en los últimos años nos han llevado hacia la trampa de estar mucho más tiempo en los trabajos (para otros que están con sus hijos) y restárselo a nuestros propios hijos.

Aprender no está separado de jugar. El impulso intelectual y cultural de vuestros hijos no está muy separado del trabajo que busca la curiosidad, el descubrir, el aprender simplemente viendo, escuchando, tocando, disfrutando aprendiendo mientras se juega. Pero no todos los juegos son positivos.

Si nuestros hijos tienen resultados positivos deben saberlo, deben recibir su premio y alabanza, para que sientan dentro que merece la pena esforzarse y aprender trabajando. Y si algo sale mal hay que ayudar con seguridad y paciencia a quien se ha equivocado. Esto no tiene nada que ver con saber poner límites. 

Aprender, siempre, debe ser agradable, hermoso, para que sea recordado como una actividad beneficiosa y entretenida. Es posible que entendamos que aprender mientras se juega no es aprender. pero es que para la mentalidad de los niños los juegos ocupan un espacio que no es similar al nuestro. Para ellos jugar es utilizar el tiempo para aprender. Mientras que para los adultos el jugar es muchas veces entretenernos con ocio vacío y fácil. Para los niños jugar no siempre es fácil, pero siempre debe ser agradable.

Nota.: Las líneas de arriba son un río para un niño de tres años que lo está viendo en la orilla de un parque.

Una vacuna a medida. Y algunos no se fían

Podría parecer el anticipo del Fin del Mundo, sin duda es el Caos, esa Tormenta Perfecta que se anunciaba en las películas para entretener y que nos tiene copados de miedo y de incertidumbre ante el futuro económico. Seguro es ya, que no seremos igual si es que en algún momento volvemos a ser.

Reino Unido advierte hoy (es más que un aviso) que ya ha comprado sesenta millones de vacunas que se podría poner en el verano del año… 2021. Esto es la Guerra o como decían los Hermanos Marx: "Másssss madeeeraaaaa" pues estamos desatados. ¿Ya compramos para dentro de un año? Son ganicas de advertir quien la tiene más larga.

Al menos nuestra ministra Isabel Celaá en un alarde de sentido común ha advertido que en septiembre habrá colegio presencial pase lo que pase. Deberíamos haber tenido al menos alguna clase presencial en junio como muestra de que la Escuela no está muerta. 

¿Y si tontín tonteando a este puto virus no se le logra vencer y aprende a adaptarse a vacunas y similares? No quiero nombrar a Vietnam y esos rumores tontos sino a la lógica de que al ser contagiador antes de producir síntomas, sea capaz de seguir intentando contagiar incluso desde los vacunados.

Hoy me preguntaba un amigo con mis 64 años si yo me vacunaba. Como es lógico a mi edad y mis problemas de corazón le he dicho que sí. Y él… el me ha respondido que no sabe qué hacer cuando salga la vacuna, pues no cree en estas vacunas fabricadas a medida. Con dos cojones. 

Tenemos a medio mundo ahorrando para poder comprar la vacuna que será para los países ricos, y tenemos a su vez a gentes de riesgo que dicen que está hecha a medida y que… no se fía. Pues sí, a medida del virus, para intentar que aprendamos a defendernos. ¡¡Uff!!

Nos lanzan a la cabeza el virus, para motivarnos. ¿Nos despertaremos?

No es buen invento pensar y hacer pensar que la economía no va con nosotros, que es algo ajeno a los trabajadores, a los pobres, incluso a las clases medias. Es equivocado y más cuando hay crisis. La economía afecta sobre todo en periodos de crisis a los que menos economía tienen.

Así que en esa dicotomía entre salud y economía, cuidado con no equivocarnos, pues la salud se puede comprar con economía y la economía (casi) nunca afecta negativamente a los que más tienen. Y en cambio a los primeros que afecta y sin muchas posibilidades de defensa es a los que menos tienen.

De esta crisis por pandemia saldremos con vacuna no sabemos todavía cuándo, pero muchos saldremos más pobres y algunos saldrán más ricos. Así que sí, la economía y su gestión sí nos afecta a todos, algunos para empobrecernos y por ello hay que saber defendernos bien.

Nota.: La viñeta de J. R. Mora en CTXT es sumamente aclaratoria (además de bella), pues además incide en que el virus es un arma arrojadiza contra precisamente los que menos nos podemos defender.


Al final encontraremos por casualidad una solución al problema

Escucho y leo por los medios de comunicación decenas de noticias y comentarios sobre la pandemia, sus consecuencias y sus dramas. Muy pocos de esos segundos informativos que nos meten entre pecho y espalda son para hablar de soluciones, de cambios, de rectificaciones o reflexiones que sirvan para encontrar un camino nuevo. 

Así que me imagino a la sociedad hastiada, muy preocupada y carente de fe en los que hablan.

No es entendible que es una situación global como esta, la peor después de la II Guerra Mundial, no seamos capaces de encontrar mentes lúcidas hablando y marcando objetivos y reformas, cambios profundos que sirvan para salir medianamente airosos de este trance. Ni a nivel mundial, ni europeo ni español. Tampoco aragonés.

Les hemos entregado la gestión de este inmenso problema que durará varios años entre enfermedad sanitaria y enfermedad social, a los sanitarios. Pero ellos están enseñados para resolver problemas médicos, no sociales o económicos. Y lo curioso es que con los problemas médicos tampoco están demostrando mucha pericia. Atender con esfuerzo a los enfermos es lo lógico, faltaría más que no fuera así.

Pero ni tenemos Plan B ni Plan para el Futuro, ni sabemos contar bien a los muertos o a los contagiados. Es decir, ni lo más básico lo queremos hacer bien. 

Tardamos meses en decir que las mascarillas eran la solución para pasar en pocas semanas a exigirlas incluso en los paseos por los Pirineos. Cerramos los colegios a primeros de marzo y no sabemos cuando los podremos abrir, algo que no le ha sucedido al fútbol profesional pero sí a la Atención Primaria en Sanidad. 

Es curioso que hayamos ideado decenas de sistemas para que las playas tengan distancia social, aunque luego por las noches nos dediquemos a emborracharos muy juntos, pero no hayamos sabido diseñar un sistema para que las escuelas al menos abrieran una tarde para despedirse del Curso Escolar. Para que no se les olvidara a los alumnos que los maestros existen de verdad y huelen a personas y no a pantalla de cristal.

Siempre recordaremos lo cerca que estuvimos el mundo mundial de irnos a la mierda. Pero al final tuvimos suerte y nos dio tiempo a encontrar por casualidad una solución.


Nos muestran los yates nocturnos llenos de juergas para… ¿para darnos envidia?

Con la pandemia hay medios de comunicación que están todo el día refrotando por los morros de los espectadores las imágenes de esos jóvenes que se van de fiestas nocturnas, los catamaranes o los yates llenos de juergas de alcohol y sexo saltándose el confinamiento. Que me digo yo… ¿lo hacen los periodista para darnos envidia? 

No me da igual, pero es el síntoma de una sociedad equivocada en la que todos tenemos culpa. Existen porque los alentamos y además ahora los publicitamos con nocturnidad. Desobedecen porque pueden y quieren.

Mientras tanto los que no podemos ir de yates a emborracharnos por precios casi prohibitivos, sufrimos el confinamiento con más envidia si cabe. Pero somos los responsables de construir esta sociedad.

Si tras todo esto no explotamos como sociedad, es que hay campo libre para seguir jodiéndonos durante otro puñado de siglos. ¿Quién contra quién?

Los políticos somos "El capacico las tortas"

Los políticos se inventaron (como profesión y necesidad) hace miles de años para gestionar lo público, lo de todos. Y eso es lo que a veces no entendemos bien. Los criticamos por ser políticos, cuando el enorme error no sería la corrupción, que es un dato muy preocupante, sino sus malas o equivocadas gestiones por incapacidad.

La sociedad pierde muchos más millones por decisiones equivocadas aunque tomadas con el mejor sentido del gestor, pero que no sirven por su falta de capacidad para tomar otras mejores. 

Y tenemos que entenderlo. Los mejores posibles políticos es posible que hayan huido aterrados por las críticas que se saben van a recibir. Daría igual qué hacen, incluso daría igual la ideología, lo que es seguro es que en cuanto los nombremos los pondremos contra la pared para analizarle cualquier movimiento.

Es curioso pues los que realmente mandan, los que NO gestionan pero mandan, esos… no son revisados ni perseguidos. Incluso ni los conocemos ni se dejan conocer. 

Uno de los trabajos de los gestores políticos es que estos "dueños" —que son los que mandan de verdad— estén siempre en el anonimato. Los políticos al final, somos los criados de los poderosos, pero disfrazados de capacidad para gestionar y hablar. 

En Aragón se llama a la persona que se tiene que comportar así: "El capacico las tortas". De hecho en estos tiempos no es muy complicado ser político con capacidad de gestión. A poco listo o listillo que sea lo consigues. Así que si te gusta ser "El capacico las tortas" inténtalo.

Hay que tener mejores profesores para que formen a mejores alumnos

A estas alturas de la pandemia hablar de ella y dar datos es absurdo. Se los conocen todos. Pero es cierto que podría ser la hora de reflexionar sobre lo que somos, lo que queremos, lo que no hemos sido capaces de mimar lo suficiente en estos años o décadas pasadas. 

Yo he asistido a reuniones de directivos del SALUD aragonés y se vanagloriaban de que nuestra Sanidad era la mejor del mundo. Y todos los asistentes asentíamos con la cabeza. Éramos los mejores, sin saber que aplaudirnos no sirve de casi nada. No lo éramos pero además fuimos en los últimos años dejando el buen camino hasta llegar al punto actual.

Seamos sinceros, no tener en la Bolsa de Trabajo a dos matronas para cubrir en Zaragoza es de premio al error continuado. ¿Dónde se ha escondido la planificación educativa? ¿Para qué sirve la Formación Profesional total y amplia, contínua y sin parar? 

Estamos llenos de academias pequeñitas con cientos de cursillitos de juguete para cobrar subvenciones y tener entretenidos a los desempleados de larga duración. Hay que decirlo. Incluso hay que gritarlo. ¡¡NO!!

Lo que necesitamos es una Formación Profesional de verdad, para todos los sectores, constante y contínua, que se dedique también a los profesionales que quieren seguir aprendiendo, que desean ampliar sus conocimientos. Y a esa FP se deben enganchar las empresas, sean privadas o públicas, pues en todos los espacios se necesita aprender.

Necesitamos con urgencia una Formación Profesional que enseña a crear empresas, que sirva de aliento a nuevos empresarios con ganas, con conocimientos, con deseos de innovar y seguir aprendiendo. Hay que tener mejores profesores para que formen a mejores alumnos.

¿Cuántos profesores de Universidad les ha venido grande tener que dar clases NO presenciales? ¿Cuántos no saben crear vídeos de sus clases para colgar en Red? ¿Cuántos han tenido dificultades para organizar exámenes con seguridad desde internet? Pero no tenemos formación suficiente y planificada para estas necesidades de nivel alto.

Pero lo mismos sucede en multitud de asuntos en los que España debe ponerse a trabajar con urgencia. Nuestra economía no puede pivotar sobre los Servicios y el Turismo. Hay que industrializarse en la mirada puesta en ese presente que llamamos Siglo XXI

Es una crema vegana, es decir, se puede comer ¿no?

Vengo de la farmacia tras consultar una picadura de insecto en la rodilla que me dura mucho, una semana con picores tontos. Y me han dado una pomada que en la caja dice que es vegana, que no sé bien si quiere decir que se puede comer la caja de cartón, el plástico del tubo o la crema. Lo tendré que mirar bien. 

Me he quedado mucho mejor sabiendo que es vegana y que además lo advierte. No han matado a ningún bicho para hacerla, aunque podrían haberlo intentado con mi mosquito cabrón.

¿Qué está pasado en esta España que no entendemos?

¿Qué ha pasado en esta España para que muchos nos empecemos a sentir como huérfanos de un espacio mayor al del hogar? 

Muchos ya sientes asco literalmente por “su” actual España, y la quieren cambiar de cualquier forma, y eso produce más temor del necesario pues se multiplican las crisis tan distintas unas de las otras. 

Es verdad que casi todos esperábamos más de la España del siglo XXI, y se nos está apagando poco a poco, nos deja grises, sin ofrecer soluciones a unos problemas que van creciendo como los champiñones. 

Y es cierto que la radicalidad se ha contagiado hacia capas de la sociedad que nunca habían sido radicales. Personas de trabajo diario, de madrugar e incluso de vivir aceptablemente se están volviendo radicales de libro. 

Y muchos no solo lo aceptamos en silencio sino que lo entendemos (aunque no lo aplaudamos) y por ello no hacemos nada para evitarlo. Tal vez es que como sociedad no sepamos hacerlo de otra manera, no sepamos hacerlo mejor.

Nueve ideas para las ciudades y los barrios del presente


Es posible que cambien muchas cosas de nuestro comportamiento tras la pandemia, una de ellas será el concepto que tengamos de nuestra ciudad una vez que los viajes sean visto con otro grado de necesidad y nos encerremos más en lo cercano, en lo que nos rodea. Y nuestra localidad es el almacén donde está nuestro hogar, nuestro espacio. Y por eso posiblemente haya que repensar el papel de las ciudades del futuro como ya intuíamos pero nunca queríamos hacer.

 Las ciudades útiles ya son el presente, son nuestra zona de confort cercana, y si no nos gustan es por desidia de todos, por no querer hacerlas como sabemos y debemos. No es caro tener una ciudad confortable, aunque nos digan lo contrario.

 Las ciudades deben ser mucho más humanas. No deben ser espacios para el coche, para las fábricas, para dormir en ellas sin utilizarlas para nada más. Las ciudades son para vivirlas, para pasearlas y entenderlas como la parte externa de nuestro hogar.

 Las ciudades tienen que tener muchos más servicios públicos, menos distancias entre ellos, tener más repartidos entre sus espacios todos esos servicios para las personas que necesitamos y utilizamos. Desde supermercados a tiendas de servicios diversos, desde zonas culturales y ocio a espacios educativos. desde bancos para sentarse a espacios para jugar o hacer deporte.

 Las ciudades tienen que estar llenas de barrios. Lo de menos es el tamaño del barrio, lo de más es la importancia que le demos al concepto de "barrio" y su necesidad como espacio menor troceado y familiar. Si entendemos al barrio como algo cercano y que nos corresponde como los vecinos propietarios de lo público, aprenderemos a cuidarlo más.

 Los barrios tienen que ser espacios que cuiden a las personas de forma global, integral, cooperativamente. En los barrios solo hay personas y sus complementos. Luego los barrios tienen que ser para las personas. Y entre todos tenemos necesidades, problemas, dudas, dolores. 

 Los barrios deben ser peatonales incluso para los amantes del coche privado. Deben ser para los niños, para las personas mayores, para los adultos que desean pasear con calma, silencio y respirando. Deben ser oasis urbanos de color y de naturaleza.

 Las Supermanzanas llevan ya muchos años inventadas. Nos dan miedo, no queremos conocerlas, no nos atrevemos a ponerlas en práctica con ese nombre, pero poco a poco las vamos implantarlo sin decirlo. Es el futuro que ya está presente.

 Las ciudades deben ser VERDES y mucho más naturales. Verdes y húmedas. Llenas de arte, de agua y de verde. ¿He dicho ya VERDES? Deben ser los espacios donde también se atrevan a venir los pájaros, los murciélagos, las lagartijas.

 Las ciudades deben ser limpias. Del todo. Pero hay que saber diferenciar lo que es suciedad de lo que no lo es. Aprender a convivir con lo natural supone entender que estamos en sociedad. Una cosa es la suciedad creada por el hombre y otra es la ordenación de las flores y las plantas con escuadra. En el campo no hay orden y cada vez hay más ciudades que dejan que el verde inunde sus plazas como en el campo.

No cambies el entorno. Cambia tú y todo cambiará

¿Os apetece cambiar? ¿Tenéis la necesidad de encontraros de otra manera, de creer que todo lo que os rodea empezando por nosotros mismos podría (debería) cambiar y modificarse? No es mala idea empezar ahora mismo.

Si lo que nos rodea no nos gusta, no nos llena, no complace nuestra forma de vida, tal vez sea el momento de hacerlo todo al revés. Es decir, empezar por cambiar nosotros mismos. 

Si cambiamos nosotros veremos todo desde otra óptica, y por ello todo habrá cambiado. No se habrá movido de sitio, pero al movernos nosotros todo lo contemplaremos desde otra posición. Y os aseguro que no es una tontería, y si tenéis duda, probar.

El Crack Cero. Una película antigua muy moderna

Hay películas de cine que saben retratar los ambientes antiguos de forma magistral. Pero si son películas modernas se nota que están realizadas ahora. Es una manera de representar historias viejas con ambientes antiguos pero desde el punto de vista o las técnicas o los "idiomas" actuales.

El crack cero, de José Luis Garci no es así. Es una película antigua de 2019, hecha con los idiomas cinematográficos antiguos, y eso la convierte en encantadora. Y te lleva a tener que elegir. O la odias o te encanta. A mi me ha encantado. Si idioma, su velocidad, su ambiente es de 1975. Todo hecho en el 2019. Incluso su forma de ser teatro, de saber hablar como en una novela, de restarte la sangre, de jugar con la psicología de los personajes.

El Arte muchas veces es engañar. Y provocar que caigamos durante un tiempo en el engaño que provoca el artista. En este caso los actores están tan sumamente bien dirigidos que caes enseguida en su engaño. No solos son personajes ficticios, es que realmente están viviendo en 1975 mientras los ves ahora, en el 2020. Es un Misterio del Tiempo, más que un Ministerio, aunque para Garci se haya convertido en un Ministerio saber jugar con los tiempos.

Excelente precuela de El Crack de los años 80 que no desmerece nada y que sabe jugar con las formas, los tonos, la música y los ambientes. Un lujo poderla ver ahora, tan moderna y tan antigua.

El ruido nos impide dialogar con calma

Este cartel callejero tiene toda la razón aunque cada vez seamos menos los que estemos a su lado. Nos sobra ruido, falta de respeto entre todos, estamos histéricos y saltamos enseguida. ¿Nos iremos quedando solos?

Hoy he vivido con un simple cartel una situación absurda. Un grupo de personas se han enzarzado a discutir contenidos, formas, llegando al grito e incluso al abandono de alguno de sus integrantes del lugar. Era mínimo el asunto. Pero estamos a flor de piel y nos vamos. Rompemos.

Esa falta de tranquilidad, de silencios incluso, de calma lógica… nos está bloqueando las soluciones. Me han intentado explicar una pelea entre un respetable periodista con muchos años de oficio y un político tramposo y no he querido caer en la trampa de escucharlos. Yo sin escuchar sus diferencias ya sé quien quiero que tenga razón.

No es tiempo de callarse, pero posiblemente menos todavía de salirnos del tarro de la calma a las primeras de cambio. Sé, sabemos que en cuanto esto amaine todo va a cambiar profundamente. Hay que prepararse para ello.

No vas a ser capaz de leer el final. Excepto que empieces por el final


Dicen que atendemos 8 segundos como máximo y que todo hay que diseñarlo para retener más tiempos al espectador, o ser capaces de mandar el mensaje en menos tiempo, o lograr que retengan algo que les llame la atención para que vuelvan. Todo un trabajo de orfebrería fina. 

Antes las novelas eran construidas alrededor del primer párrafo (a lo sumo la primera página) que era el que marcaba el éxito o el fracaso. Hoy tienen que lograr retener al lector en las primeras 16 palabras para convencerle de que merece la pena pagar por el libro. Y en esas pocas palabras del inicio debe estar integrado todo, la historia, el ambiente, los personajes y casi casi el final. Es tiempo de titulares.

Es tiempos de anuncios de 20 segundos donde la mitad del final es repetición de la primera. Ahora han inventado un sistema que es no decirte nada de nada, no sacar marca ni logo, para obligarte a mirar más segundos en busca de quién osa obligarte a mirar. Alguna cerveza hay que hasta el segundo 15 no te dice de qué va el anuncio. Eso logra que lo acumulado en tu memoria sea mayor que otras marcas, otros anuncios. El logotipo de marca sale un segundo, pero la historia en tu cerebro ha durado 10 segundos.

A estas alturas ya no hay nadie leyendo esto, así que puedo decir lo que me salga del pito. Estoy hasta los huevos. No sé de qué, pero me la suda. Como no me está leyendo nadie me saco un moco y nadie se entera. Y encima no me tengo que despedir, pues ya no estáis. ¿Os puedo insultar? Es que me da vergüenza. ¡¡Marranos!! Je je je. ¡Qué bien me lo paso sin que nadie me lea. Iros a cascala, que igual os da gusto.


Reflexión necesaria de Podemos. ¿Y si volviéramos a empezar?

La reflexión necesaria de Podemos ante los resultados vascos y gallegos debe ser profunda y con cambios tremendamente impactantes en la organización, pues los problemas los tienen detectados y como las soluciones son muy complejas, las decisiones tienen que ser de gran calado. Es eso o saber que hay enfermedades que se contagian solo de verlas.

No es posible implantar una organización política en ningún territorio (pequeño o grande) si no está cohesionada toda ella con ideas conjuntas y equipos suficientes para el espacio geográfico y social que se desea ocupar. Si además, dentro de cada espacio social y de cercanía, van surgiendo grupos de presión propios y muchas veces de incluso división, el derribo está asegurado.

Saber que es necesario nacer, que tus ideas son buenas y que se cuenta con equipos muy válidos… no es suficiente aunque sea imprescindible.

Desde el nacimiento de Podemos hace seis años (parece un siglo) ha sido tanta la velocidad de transmisión que ha sufrido (hago bien eligiendo sufrir) que lo lógico es caer rendido y enfermo en un periodo tan corto. Nada se puede asentar en tan pocos meses, pero en cambio casi todo puede (suele) morir en los siete primeros años de vida. 

El nacimiento si se acelera suele traer bebés inmaduros, capaces de estar equivocándose constantemente. La propia dinámica del crecimiento excesivamente rápido lleva consigo excesivas peleas, demasiadas pérdidas de personas importantes, de equipos válidos, de ideas sin asentar que se disfrazan

Hoy Podemos si quieren que siga vivo debe parar la pelota, bajarse del terreno de juego y refrescar la organización con una buena ducha fría. Y si para ello debe abandonar el Gobierno en cuanto pueda, tal vez sea una de las primeras decisiones interesantes de este periodo.

Cuando en el año 2011 se gestó y nació el Movimiento 15-M había una necesidad clara y contundente de otro tipo de política. Hoy, solo nueve años después, la sociedad se ha comido crudo ese Movimiento y todas sus expectativas; ha vuelto al periodo anterior o a la casilla de salida, y quiere volver abrazar el Bipartidismo y si acaso las ideas y los cuadros que representan años de trabajo en su interior.

Tal vez para triunfar de nuevo, haya que hacer como el BNG, retirarse o permitir que te retiren, saben rediseñar todo el tablero con piezas nuevas, y volver a presentarte desde abajo, sabiendo que la necesidad de tu existencia nadie la está cubriendo. Y sin duda, esperar a los errores "de los otros" que como la torpeza está asentada entre todos nosotros, sin duda llegarán.


Llenar la vida de música… ayuda. Nacemos y morimos solos, así que pongamos música

No es grave y es bien sabido. Nacemos y morimos solos, así que tranquilos, lo tenemos que asumir y seguir caminando. Pero no nos esforcemos mucho en querer aparentar, en disfrazarnos de lo que no somos, de rodearnos de elementos que a las horas de la verdad no nos van a servir de nada. Disfrutemos de cada minuto, o al menos de cada hora del día, y a seguir caminando haciendo lo mejor que sabemos ahcer, cada uno a ser posible sin joder a los demás en el peor sentido de la palabra, y a reconocer nuestras debildiades.

¿Habéis probado a poneros una buena música? ¿Cuál? Eso no, eso cada uno tenemos la nuestra, cada escuchador sabe elegir bien qué le gusta para cada momento. Pero llenar la vida de música… ayuda.

12 características de la Inteligencia Emocional

La Inteligencia Emocional sirve para mucho más de lo que nos han ido acostumbrando los libros y las informaciones. No se trata solo de entender a las personas que nos rodean, sino de comprender las situaciones, de trabajarlas desde la empatía para buscarles soluciones o metas que sean mas válidas. 

Trabajar con personas supone saber sobre todo que son precisamente solo eso, personas con sus enormes diferencias, sus dudas, sus miedos, sus necesidades, sus enormes capacidades, sus ganas de colaborar y de trabajar por metas y objetivos. Al final todos desean lograr el éxito, pero hay diversos caminos para alcanzarlo. 

Veamos 12 conceptos o características de las personas con alta inteligencia emocional.

  • Tomar conciencia propia de la importancia de los factores emocionales

  • Tener autocontrol emocional sobre tus decisiones

  • Tener amplia adaptabilidad a los entornos y problemas

  • Orientar el trabajo hacia conseguir logros prefijados

  • Tener una visión positiva de las situaciones

  • Tener empatía, demostrarlo y contagiar esa empatía a los que te rodean

  • Tomar conciencia organizacional y de equipo

  • Tener influencia sobre el Grupo y saber dirigir

  • Tener capacidad de enseñar, orientar y de tutoría grupal

  • Saber manejar y controlar los conflictos que vayan surgiendo

  • Saber trabajar en equipos, pero antes saber formarlos

  • Tener liderazgo inspirador de ideas y proyectos, creador de metas


Más economistas y sociólogos para salir del COVID, por favor

Sabíamos que la crisis sanitaria traería una crisis económica y laboral de incierto tamaño y peor futuro, y así lo fuimos transmitiendo cuando no teníamos (veíamos) más ruta de gestión que la sanitaria y algunos toques laborales como los ERTEs que siendo buenos podían convertirse en una trampa. 

Europa tenía que venir en nuestra ayuda…, cuando el problema era europeo, y cuando observábamos que incluso a los países que se negaban a imprimir dinero les empezaban a crecer los enfermos.

Pero la crisis de marzo se ha convertido en MUY global, se ha extendido sin freno por todo el mundo incluidos países pobres y sin recursos sanitarios, y a la vez ni el calor ha actuado de freno, ni la vacuna se la espera, y los tiempos se nos van a no se sabe qué mes de 2021. No es ser negativo, es simplemente observar las cifras.

Mientras en todo el mundo llevamos una semana batiendo récord de afectados diarios, en España crecen los brotes y se controlan, a la vez que observamos que ni el turismo despega, ni el consumo está acercándose a donde debería, ni hay actividad suficiente. 

Los AVE van en números de trenes al 30% e incluso estos pocos trenes no llevan los viajeros de antes cuando estaban al 100%. La Estación Delicias de Zaragoza es un termómetro cercano para observar la crisis.

Existe tanto miedo que frena las actividades de consumo, se observan ya detalles que deben preocuparnos, que uno sabe que el silencio es a veces la mejor herramienta. Algunas declaraciones, algunas actividades provocadas para dar ánimo, algunas manipulaciones de los números advierten de que los que tienen toda la información saben que esto es muy grave. Y que no hay soluciones milagrosas. Incluso imprimir dinero puede no ser suficiente.

En Aragón se habla con temor de alcanzar al final del año 2020 la cifra de 120.000 desempleados. Si sumamos hoy los desempleados puros y los ERTE sin trabajar los superamos con creces y los ERTE no pueden ser eternos pues no se pueden pagar. O hay que cambiar totalmente nuestro sistema impositivo, de pensiones, de ayudas sociales, de gastos públicos. 

¿Cuántas empresas van a poder soportar el empobrecimiento de la sociedad? Lanzar al desempleo a millones de españoles supone dejar de consumir, de producir, de ser rentables, de lograr ser pobres por el camino más rápido. Es muy difícil elevar la economía de un país, pero en cambio es muy sencillo lograr que se empobrezca de forma rápida en todos sus varemos. 

Si es verdad que el PIB está bajando más que el empleo, es que estamos viviendo artificialmente. Y eso no es posible soportarlo mucho tiempo. La resaca será dura, muy dura.

Nota.: La imagen de la cara es una sección de una escultura del artista H. C. Westermann

Cultura NO. De acuerdo. ¿Y de verdad queremos ser libres?

Ángeles González-Sinde en estos tiempos de vulgaridad brutal se atreve a decir algunas verdades casi peligrosas para sus próximos trabajos. En estos tiempos de altavoces de sofá pensar diferente es peligrosísimo, excepto que te la sude.

En España las Fiestas Patronales son sagradas, como lo son el bar, la fiesta nocturna, los horarios absurdos, el vivir al día y el creer que esforzarse en una pérdida de energía.

Así que la Cultura está mal vista, pues muchos piensan que no sirve para nada. Si acaso el cine y para ver películas violentas o para meter mano si se tercia. ¿Aspiramos a algo más que a sobrevivir como sociedad? Sin duda muchos dirán que sobrevivir ya es un éxito.

España ha sido en su historia un país de grandes liderazgos culturales y artísticos. Y ni lo queremos saber ni nos importa un pito. 

Así que ahora estamos dominados por los chinos y los americanos, no queremos saber qué es la Cultura o la Historia, nos aburre el Arte incluso el teatral, y queremos que nos den todo mascado y a ser posible ya casi digerido.

El Arte y la Cultura es pensamiento, es comprensión, es entendimiento de algo que no está contigo. No tiene que ser aburrida sino al contrario. Ni tiene que ser un esfuerzo mental sino un ocio para la mente en vez de para el estómago.

Cada vez que observo en alguna visita un hogar familiar sin libros me preguntó si los niños tendrán el mismo futuro laboral y vital que el resto de niños. Cada vez que veo un museo vacío, una exposición sin personas mientras contemplo a 35.000 llenando un deporte de balón, me preguntó en qué nos estamos equivocando. 

No propongo —en absoluto— ni restar valor a los 35.000 ni hacer discriminación positiva a la cultura —que tampoco estaría mal— sino que asumamos cada uno de nosotros qué queremos ser de mayores, es decir, qué queremos dejar para los niños. 

Nos dejan morir por mayores, y nos critican por 1978. ¿Y vosotros qué hacéis?

Es curioso que en este 2020 sigan por parte de algunos diciendo que en la Transición se tenia que haber montado una España distinta, o que la actual Constitución es mala, o que los políticos y la sociedad de aquellos finales años 70 no fue capaz de lograr una España más libre y democrática. Es curioso.

Estamos en el 2020, han pasado casi 45 años de entonces y ahora estamos peor que entonces. Y en estos 45 años nadie ha tenido arrestos para hacer lo que se pide que se debería haber hecho en 1975. Es una forma de admitir que los que critican ni entonces vivían, ni tan siquiera conocen qué tipo de sociedad y de poderes seguían escondidos entre todos nosotros.

Los Batallones de extrema derecha, los que desfilaban a miles por las calles de Madrid cuando les salía del toto, en formación y vestidos de azul, ya con el Dictador muerto, mataban a estudiantes y daban palizas o amenazaban desde los periódicos que se vendían a puñados, a los políticos democráticos. Te podían pegar por llevar el diario El País en la mano.

Pero ahora en el 2020 yo no entiendo que en vez de criticar lo que NO se logró hacer en los años 70, no se pongan a intentarlo. Como tampoco se entiende que no critiquen… el no haberlo hecho en 1990, o en el 2000. 

Hay tiempo, adelante, a empezar esos cambios que tan solo se critican en abstracto, sin saber qué tipo de sociedad había en 1975 y los arrestos que se pusieron encima de la mesa para lograr unas condiciones laborales que hoy hemos perdido.

Entonces se hablaba MUCHO más de pobreza, de luchas de clases, de sindicalismo, de derechos laborales, de autogestión, de servicios públicos. 

Ahora nos han jodido la Sanidad Pública tras unos recortes en esta década y nos quejamos con sordina. ¿También lo que se está perdiendo de dignidad laboral es culpa de lo que no se hizo en el año 1975? ¿Y entonces qué esperan los actuales jóvenes, seguir viviendo de lo que NO hicimos los viejicos que ahora nos dejan morir en las Residencias de Mayores, sin poder ir a los Hospitales Públicos?

En el dibujo de Máximo de 1978, ya se advierte que nada había cambiado, que solo el cartel parecía anunciar que se había pasado desde la Dictadura a la Democracia. No nos engañaron. Pero lo conseguido fue mejor que lo que hoy tenemos. Y simplemente hay que decirlo.

No quieren que sepamos de dónde salen los beneficios

Es increíble la capacidad que tenemos todos de auto engañarnos y ver enemigos solo entre los que conocemos o entre los que nos obligan a conocer. Los que realmente roban, a todos, esos no son conocidos y nos importa una mierda quién son. O lo que es peor, si los conocemos no queremos señalarlos pues siempre somos capaces de encontrar excusas sobre sus trapicheos.

Nos auto convencemos de que los ricos lo son por que son mejores que nosotros. Nunca porque sean mas jetas o directamente más listos para saltarse las normas. Pero la realidad es que si el dinero llama al dinero, es porque entre otras cosas se utiliza el propio dinero para hacerlo crecer con asesores que saben cerrar ventanas por donde pueda entrar el aire legal.

¿Acaso sabemos de qué manera se multiplican los beneficios legales de cualquier negocio? ¿Y en qué volumen obtienen beneficio miles de empresas que no crean más valor añadido que el suyo propio, moviendo productos de una zona del mercado a otra zona del consumidor?

¿Qué cuesta realmente una ropa de marca, cuando se paga al trabajador, cuánto paga el proveedor por ella, a cuanto la compra la tienda que la comercializa y cuánto pagamos nosotros por ella?

De este tema se habla alguna vez y no siempre, de productos agrícolas. pero de esos productos ya no se sale hacia arriba. Es curioso.