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Los acontecidos tienen cara de sufrimiento


Me encontré hoy con la palabra "acontecidos", una de esas palabras un poco escondidas en nuestro uso habitual. Tenía la cara acontecida, como triste, ojerosa y melancólica. Tenemos un idioma riquísimo para los matices.

Un acontecido es a quien le acontecen sucesos, cosas, situaciones. Acontecer es suceder. No siempre sufrir. 

Pero como estamos acostumbrados a que cuando nos suceden cosas, muchas de ellas son negativas, cuando decimos que está acontecido pensamos en que está triste. De hecho una persona con cara acontecida es una persona afligida según el RAE.

En los últimos años casi todos ponemos cara de afligidos, de acontecidos aunque no tengamos motivo. Debe ser para disfrazarnos de sociedad actual. 

Pero ser pesimistas es negativo y no ayuda a salir de esta. Para vencer hay que estar convencido de que serás capaz, y para la capacidad se necesita autoestima.

Que nos acontezcan "cosas" entra dentro de lo habitual, sino vaya aburrimiento. Simplemente ay que saber gestionar lo que llega y no sufrir por todo. 

La muerte no es nada para nosotros. Epicuro y Dios


"La muerte no es nada para nosotros. Cuando se presenta nosotros ya no somos". Epicuro

Epicuro de Samos nos habló de la vida y de la muerte. Filósofo que buscaba la felicidad aunque para ellos hubiera que hablar de la muerte tal vez para entenderla mejor y de esa forma sin dejar de tenerla presente, no nos atenace.

Tal vez como podemos intuir en la imagen, todo queda desenfocado en nuestro pensamiento, pues la muerte siempre es el final y aunque no le tengamos miedo, si tememos al camino, a los últimos pasos que damos.

Este griego murió con 71 años de edad hace 2.300 años. Tuvo que ver fallecer a muchos amigos y enemigos. Se cree que debió escribir más de 300 libros o manuscritos, aunque han llegado hasta nuestros días muchos menos.

Unos cinco siglos después de él, el escritor cristiano Lactancio puso en boca de Epicuro la siguiente frase con una pregunta final:

"Si Dios —dice Epicuro— desea eliminar los males y no puede; o si Él es capaz, y no está dispuesto; o si Él no está dispuesto ni es capaz, o Él está dispuesto y es capaz, tenemos cuatro opciones. 

Si Él está dispuesto y es incapaz, es débil, lo cual no está de acuerdo con el carácter de Dios.

Si Él es capaz y no está dispuesto, Él es envidioso, que está igualmente Epicuro en desacuerdo con Dios.

Si no está dispuesto ni es capaz, es envidioso y débil a la vez, y por lo tanto no es Dios. 

Si Él está dispuesto y es capaz, lo que por sí solo es apropiado para Dios, ¿de qué fuente son los males? ¿O por qué no los quita?"

Cuba es problema de democracia o de pobreza?


Esto que vemos arriba es La Habana vieja en esta misma semana, las zonas de la ciudad que menos vemos los turistas a no ser que vayamos a buscarlas. ¿De verdad esta situación en Cuba es producto de que sea una dictadura o una democracia? Yo creo que no, es indigno tener a ciudadanos en esas condiciones, sin poder comprar en el mundo libre ni lo más básico para poder vivir en dignidad, y que esa situación dura decenas de años por orden de un país, los EEUU y de sus sucesivos Presidentes, sean del signo que sean.

El problema de Cuba no es su democracia, sino su posición estratégica. Seamos sinceros. Si Cuba estuviera junto a las Azores o cerca de Chile o Argentina o las Canarias, no estarían viviendo en esta indignidad casi eterna.

Cuba fue española y eso no lo queremos entender. Como lo fueron Filipinas o Guinea por poner ejemplos fáciles. También Marruecos, sí. Hay sangre española en estos países y deberíamos preocuparnos algo más de ellos, si nos lo piden, para evitar abusos. Pero somos ya tan poco cosa, que bastante tenemos que no equivocarnos mucho con resolver nuestros propios problemas.

¡¡A por ellos!!, es decir, ¡¡A por mí mismo!!


Llevo 10 días con dolor de cabeza que para mí es una hostia sin colores, pues nunca me ha dolido el cabezón. Alguna vez tenía que ser. Los achaques son invalidantes siempre, mucho o poco, pero te joden las ganas y las fuerzas. A ciertas edades esto se intenta soportar y entender como normal, pero no siempre, no a todas las horas del día. A veces te jode verte más flojo, con menos estabilidad, con más miedos. Pero no miedo al final, simplemente miedo al intermedio, a la incapacidad lenta.

Me miro al espejo y me digo —¡Joder! no te acuerdes de la debilidades, mira al frente y disimula.

Pero no siempre es fácil. Ayer me dijeron que los que somos así, tipos que no sabemos pedir ayuda o que incluso no sabemos explicar lo que nos sucede para no dar pena o para no dar la sensación de debilidad, somos unos jodidos egoístas. Ya es lo que me faltaba, pero me la sopla.

Estoy seguro de que esto es cuestión de días, que la flojera se pasa y miel sobre hojuelas. Pero mientras tanto vas perdiendo días y ya no nos sobran tantos. Ideas me sobran, pero ganas, fuerzas y capacidad… pues ya no lo sé. ¡¡A por ellos!!, es decir, ¡¡A por mí mismo!!

Uno mismo se va difuminando, se le pierden las fuerzas y las ganas, y sin darle importancia va peleando para recuperlas. Sé que es sencillo, pero temo más por el día     en que será mucho más complicado. Todo llega.