Ajedrez social, de lo más elemental
Algo del 23-F para desmemoriados y manipuladores
Sigo escuchando algunas idioteces sobre el Golpe de Estado del 23-F del año 1981. Estulticias interesadas para lanzar mierda sobre lo que ya de por si fue mierda, auspiciada por gentes sin capacidad de organizar bien… ni su entierro.
Algunos personajes que por aquellos días estuvieron en puestos informativos importantes ahora cambian de chaqueta —también— para hacer un flaco favor a su memoria, emponzoñando posiblemente su buen trabajo
de aquellos días.
Se olvidan de donde estaban y lo que hicieron entonces, si ahora está mal visto apoyar a la democracia desde sus pesebres.
Claro que todos estaban hasta los huevos de Suárez, peligrosamente hasta los huevos. Desde el PSOE que se creía que nunca llegaría al poder, hasta el Rey que se dejaba pisar por su inexperiencia todavía o una UCD que olía a muerto viviente.
El 23-F supuso la vacuna perfecta para dejar a la democracia libre de virus asquerosos; posiblemente algunos médicos que pusieron la vacuna —o dejaron que se pusiera mirando hacia otro lado— todavía no se les conozca; pero los únicos tontos inútiles fueron los que perdieron con esperpento y nocturnidad.
Calidad de vida en las ciudades, acercando la naturaleza
La ciudad de Vitoria tiene a 24 kilómetros el Parque Natural de Gorbea, y este de la imagen, el Parque Natural de Aralar a 85 kilómetros, o tiene también a 55 kilómetros el Parque Natural de Aizkorri.
No, la mayoría de ciudades no pueden tener a tan pocos minutos estos espacios naturales, es cierto, por eso se intenta recrear parques urbanos que de alguna forma nos hagan imaginar estos otros lugares.
Cada medio millón de ciudadanos de una gran ciudad deberían tener un parque en su entorno, que se intentara por tamaño y cuidado, asemejar a una zona natural, pero cercana a la gran ciudad.
Hasta no hace mucho tiempo, se podían ver rebaños de ovejas por la huerta de Las Fuentes de Zaragoza. Siguen existiendo higueras salvajes, acequias, campos de labor, sotos de ribera, espacios que parecen sacados de hace un siglo.
Carteles para recordarnos que en las ciudades hay que ser limpios
Este cartel es de Madrid 2016. Nos habla de la suerte que es tener un barrio limpio, un lugar que es además donde vivimos, donde la suciedad la sufrimos nosotros mismos y no gente de fuera.
Disfruta más de lo que te gusta y quéjate menos
No te quejes, no sirve de nada.
Todos tenemos suficientes cosas que nos gustan, que nos hacen felices, y aunque a veces pensemos que no las podemos tener cerca, con nosotros, no siempre es así.
No estoy diciendo que sea fácil lograr cambiar las a veces duras condiciones de la vida, estoy intentando convencerte de que por duras que sean las formas, siempre hay que buscar elementos que nos agraden, pues la felicidad propia es la mejor energía para salir de los agujeros.
El poder de la economía informal o Sistema Desregularizado
Por todas las mujeres
PACIENCIA
En silencio,
para no molestar con mi voz con una llamada,
para que no me oigas respirar
y parezca estar muerta.
Sigilosa, con zapatos
que no taconeen cuando camino
por el mismo suelo que tú,
para no hacer ruido.
Paciente,
pues aguanto
las cosas que me dicen tus labios aunque duelen,
porque espero las cosas que nunca llegan.
Hoy ya mas fuerte,
camino sin prisa
sin mirar atrás.
Me pesa tu recuerdo a veces
Ya no estoy silenciada
Ni por ti, ni por nadie
Me cansé de aguantar
Y así empecé a quererme.
Laura P. Puente
Todos los bulos tienen motivos para nacer y reproducirse
Hay que acabar como sea, con los bulos y las mentiras que se crean para crear dudas sobre el sistema. Los lodos que se reparten entre la sociedad no se crean sin motivo, está todo organizado para crear inquietud, las mentiras son para machacar a los indecisos.
Ante las dudas que duelen, deberíamos acabar con ellas a base de olvidarnos de los medios de comunicación que las reparte. Dicen que gratis, pero es mentira.
Los bulos se reparten pues a ellos les dan beneficios. Y a nosotros, de forma pasiva, nos van creando heridas mentales que nos joden el sistema democrático.
Rasca un poco sobre las formas, y verás de qué manera les dan beneficios mes a mes, en euros. No quiero decir cómo. No es tan complicado adivinarlo, pues ya lo han comentado en decenas de espacios serios.
Si seguimos creyendo que son casualidades, que incluso son libertades de cada persona, que todo lo que sea censurarlas está mal, estamos cayendo en el error de pensar que todos somos tontos, y que los bulos salen por casualidad, sin motivación.
España se fotografía a sí misma
El Roto desde El País expresó su dolor desde el sentido común, ante una situación imposible de explicar. Contra las barbaridades de los desastres naturales, en tiempos de grandes tecnologías artificiales, acudir con escobas y pozales no parece la solución, si acaso es el apaño cuando nadie desde el poder sabe hacer lo suficiente.
La viñeta no merece ningún añadido. Solo cabe ponernos tristes y reflexionar, si queremos.
Desde 1936 lleva la extrema derecha en España. No te engañes
Ahora que está de moda en España la vuelta de la extrema derecha disfrazada incluso de amable y de inteligente, hay que recordar que cuando murió el dictador, en la cama efectivamente, ellos seguían moviendo sus tremendos hilos para que en España no hubiera democracia.
Seguimos igual, son los hijos y los nietos de aquellos fascistas de la falange franquista, y seguimos cayendo masivamente en el engaño y por ello en el odio. Estamos tontos y a veces lo sabemos. Incluso con los silencios.
Esta pegatina es de 1976 para el Referéndum por la Reforma Política que se preparo suavemente para no hacer dolor mental en los que venían de la Dictadura. El texto lo dice todo, saben intentar engañarnos con las penas y los lloros. Como ahora.
Siguen queriendo engañarnos con frases tan lapidarias como: Sólo el pueblo salva al pueblo.
¿Le comprarías una verdad a quien ya sabes que miente?
Hay muchas maneras de engañarnos, incluso las hay para dejarnos engañar con cara de pavo. La más eficaz de todas ellas es que quien te engañe aparezca como alguien que sabe bien qué te está vendiendo, aconsejando, mediando, informando.
Si además te ofrece un certificado de algo real, entonces ya las opciones de caer en la trampa aumentan.
Un buen periodista conocido, puede decir mentiras auspiciadas por su trayectoria. Pero tiene que medir mucho y muy bien cuantas a la semana, y de qué tipo para no perder su credibilidad. Es así de sencillo.