Páginas

Un paseo o una carrera, como terapia. Correr no siempre es huir.


Si tiene un día malo, si hoy no tiene ganas de muchas cosas, si está adormilado y triste, si no es su día, intente correr.
Busque cerca de su casa un lugar aceptable para corrrer con calma, sin coches, con verde por arriba, con aire envolviéndole. Se ponga su ripa deportiva y sus zapatillas, coja su música o radio y lánzese unos minutos a correr o a andar deprisa.
No piense en lo que no hace, en lo que deja sin hacer, es igual, no se hundirá el mundo.
Cuando vuelva se duche con calma, con agua a presión, disfrute de su cuerpo, de su desnudez, póngase agradable y respira.

¿Está mejor?

Bien, lo has conseguido.