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Viviremos con las botas puestas

No debemos cejar, no hay que rendirse nunca, debemos seguir peleando por nuestra libertad y nuestra convivencia, podemos ser extraños ante los demás, diferentes diría yo, pero sin ser molestos, debemos defender nuestras diferencias y convivir con ellas.
Si todos fuéramos iguales, ya no existiríamos.
En estos tiempos de cambios y crisis, los que nos salimos del marco señalado como común, podemos ser tachados de imbéciles, de inútiles. Hay que sonreir y seguir en el camino, mirar con calma a la vida y disfrutar del dia a día.
Ser diferentes no debe significar ser indecentes para los demás.