El trabajo del escritor es a veces muy ingrato

Necesidad de escribir tenemos muchas personas, capacidad y sobre todo tiempo para hacerlo no tantas. Pero en realidad el oficio de escritor, hay que reconocerlo, es bastante ingrato, porque requiere de mucho tiempo, de un gran esfuerzo a veces, para corregir y volver a releer, y si no se tiene suerte y logras publicar, todo tu trabajo queda olvidado sin lectores posibles.

Si te gusta escribir, no lo dudes, escribe, y de momento, olvídate de los lectores.
Hay que reconocerlo, la meta de un escritor es conseguir lectores. Lo de vender o publicar es lo de menos. Al menos en los primeros 100 años de oficio. Muy pocos, poquísimos escritores logran publicar y de ellos todavía menos, consiguen una bolsa de lectores suficiente para sentirse contento. Los que logran vivir de escribir o son periodistas (y últimamente viven asustados) o son gente con mucha suerte y gran oficio.
Así que Internet es la “Gran Parada”, la fonda en donde mucho recalamos para conseguir algunos lectores que en vez de venir a comer copiosamente, topan tapas rápidas y se van a otro “bar” a seguir consumiendo.
Somos escritores de pequeñas dosis, pero al menos logramos disfrutar y mucho con nuestro trabajo.
Quien no se consuela, es porque no quiere.