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Seguimos igual que en 1956. Sin escucharnos. Lo cual es incluso alentador

Estamos en el invierno de 2019 y seguimos sin escucharnos, por mucho que ahora digamos que la culpa es de las redes sociales, de Facebook y similares. ¡Na! Nunca nos hemos escuchado, utilicemos la herramienta que tengamos a mano para tener razones que nos ayuden a no escuchar “al otro”. 

Somos muy de hablar, de querer que se nos lea y escuche, pero muy poco de leer y escuchar a los “otros”. Así es imposible entendernos.

Ruido, ruido, ruido. 

Esta viñeta es de la primavera del año 1956. Casi 63 años nos separan. Y seguimos igual. Lo cual nos puede indicar que no sucede nada aunque no seamos capaz de escuchar a nadie. Funcionamos por inercia.