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Ventajas de una dieta en la que podamos tomar pan

La inclusión de alimentos comunes, cotidianos y de alto valor en la cultura alimentaria de nuestro entorno, como es el pan, ayuda a cumplir las pautas nutricionales con mayor facilidad y durante periodos de tiempo más prolongados, Además el pan nos beneficia porque:
Hace que la dieta sea más equilibrada: Eliminar el pan puede hacer que se tienda a comer más carnes y grasas, desequilibrando así la dieta.
 
Obtenemos más nutrientes: seguir la dieta con pan mejora su perfil calórico y se aproximó a las recomendaciones nutricionales estipuladas por los expertos, reduciendo el porcentaje de grasa y aumentando el aporte de hidratos de carbono
Anima a no abandonar la dieta.
Ayuda a controlar el apetito: Incluir una ración de pan en las comidas puede aumentar la sensación de saciedad, incluso más que otras fuentes de hidratos de carbono, como el arroz o la pasta.
El pan es un alimento básico de nuestra dieta, ya que es fuente de:
Hidratos de carbono. Son la principal fuente de energía del organismo; en particular, del cerebro y del sistema nervioso. Además contribuyen al mantenimiento de la actividad muscular e influyen en la temperatura corporal, en la tensión arterial y en el buen funcionamiento del intestino.
 
Fibra. Se encuentra sobre todo el pan integral. Hay una importante relación entre el consumo de fibra y una menor prevalencia de colesterol elevado y enfermedades como la diabetes tipo 2, las de tipo cardiovascular e incluso el cáncer.
 
Vitaminas, especialmente del grupo B, esenciales para los músculos, la vista y la piel.
 
Minerales: Entre ellos, fósforo, magnesio, calcio y potasio, que intervienen en las funciones del organismo.
Hoy tenemos una gran cantidad de tipos de pan en todas las panaderías.
Pan blanco: Se elabora solo con la parte interior del grano. Al quitar la cáscara, se eliminan el salvado y el germen, que contienen nutrientes fundamentales, como las vitaminas, los minerales y la fibra.
 
Pan integral: Se diferencia del blanco por su alto contenido en fibra, un nutriente indispensable para tener un buen tránsito intestinal y buenas digestiones.
 
Pan con cereales o semillas: Por lo general es pan blanco, aunque se le añadan pipas, soja, centeno, u otros granos enteros, enriqueciendo su textura y su sabor.
El pan de molde: Para darle más esponjosidad se le añaden grasas, por lo que debe consumirse solo de vez en cuando.
 
Pan sin gluten: Alternativa para los celiacos. Se elabora con harina de arroz o maíz.
 
El consumo de productos integralesnos beneficia en muchos aspectos:
Ayuda a combatir el estreñimiento, regulando el intestino.
 
Al tener menos azúcar que los productos hechos con harinas refinadas, los diabéticos no alcanzan picos elevados de glucosa en sangre. Además, previenen la aparición de la diabetes tipo 2, puesto que promueve la secreción de insulina.
Los productos integrales ejercen un importante papel en la prevención del cáncer.
Previene las enfermedades de corazón, al ayudar a disminuir el colesterol “malo”.
 

Producen sensación de saciedad, lo que nos ayuda a controlar el peso.