Páginas

Ya no interesa tener un anillo con diamantes

En los años 40, poseer un anillo de oro con brillantes era la hostia. Así que la gente corría a comer gato en vez de liebre con tal de intentar jugar a poseer. Hoy esto sería imposible, impensable, ilógico. Habría que meter un iPhone en las tripas del conejo, para lograr engañar a la gente. Ya no interesa un anillo con diamantes. Todo cambia.