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La diferencia entre lo que se dice y lo que se debería decir


Sobre marcos sociales, marcos políticos e ideológicos en comunicación política se ha escrito mucho.
Desde puestos conservadores sobre todo, alentando a su uso. La comunicación positiva es un valor en alza, si se sabe hacer bien, para no engañar, para explicar y comunicar verdades, y para transmitir soluciones posibles.

Sin duda los partidos políticos de izquierdas emplean mucho menos estas tácticas de análisis y comunicación social, pues lo consideran manipulador. Pero obviarlos los sitúa en desventaja en la lucha social por defender sus ideas y sobre todo sus actuaciones en política.

Estos sistemas que podríamos encuadrar dentro de los marcos de comunicación, fáciles de emplear (complicados de acertar siempre) se utilizan sobre todo entre grandes grupos de presión política y social, en donde se busca controlar, dominar, manipular los mensajes y las acciones, disimular y actuar con arreglo a lo que se entiende y no con arreglo a lo que se necesita, pues se sabe bien la importancia de disfrazar el mensaje, de encuadrarlo dentro de un marco teórico para que el receptor lo asimile tal y como quiere que sea asimilado por el que lo lanza. 

Son las famosas —ahora— Fake New que han existido siempre y que simplemente son mentiras disfrazadas de verdad para disimular.

Efectivamente, a veces se emplea la manipulación en el lenguaje para obtener resultados deseados, distintos a los que se obtendrían si no se tuvieran en cuenta las reacciones de la sociedad receptora. 

Y sus buenos dineros les cuestan a los grandes partidos políticos saber dominar estas actuaciones sibilinas, solo al alcance de los poderes económicos que están o dentro o fuera de los sistemas políticos. Esto lo quiero aclarar porque sin duda en los últimos años ya no se sabe bien quien controla a quien, si los políticos a los grandes empresarios o al revés. ¿De verdad no se sabe bien?, en fin…, sigamos.

A cada información para convertirla en digerible se la manipulaba con una metáfora, con un cambio en las palabras importantes para complicar el mensaje y tener que aclararlo a continuación con frases hechas, eufemismos o metáforas como si fueran sermones de montaña o de profesor.

No dijimos (nombramos) hasta pasados varios años "crisis económica"…, sino "desaceleración". 

Se trata de disfrazar el mensaje para provocar lo que se quiere, en este caso tranquilidad, y no temor ante lo que ya se sabía que era muy duro.

Lo que indica con claridad que se sabía que iba a ser un proceso largo y en el que se tenían que tomar medidas complejas y no siempre fáciles de explicar. A partir de estos tic nerviosos del sistema, todo se empezó a controlar para decir "su" verdad que no era la verdad, era una verdad pero disimulada y adaptada a la vez que adaptable, para no querer decir nada diciendo poco.

Este sistema anterior y viejuno ya, lo hemos entendido todos, pero la comunicación con marcos es algo mucho más complejo y que casi nunca se nota. O lo que es lo mismo. Si lo notan los receptores, es que se está haciendo muy mal.

Pongamos algunos ejemplos. Los niños españoles pasan hambre, algunos enfermos no van a ser atendidos en los hospitales públicos, la educación es de mala calidad y además se está recortando, el desempleo no tiene solución y por ello quien tiene empleo debe estar agradecido a sus jefes, España se ha empobrecido por culpa del gobierno, los banqueros no existen pues no sabemos quienes son.

Son ejemplos mejor o peor manipulados y muchas veces sin darnos cuenta, para que calen como agua boba dentro de nosotros, o al menos en gran parte de nosotros. ¿Es verdad o es mentira lo anterior? Pues depende del tipo de mensaje que has estado bebiendo en los tiempos anteriores a este. Para algunas personas eso es verdad y para otras es una mentira  Y lo curioso es que además puede ser verdad o mentira hoy y cambiar en pocos años según quien nos envía el mismo mensaje.

Algunas afirmaciones son actuaciones de izquierda y otras de derechas y que se alimentan ella solas para crear diferenciación ideológica. 

La derecha en los últimos años estaba intentando huir de los marcos negativos en los que se había visto inmersa por la gestión de la Crisis Económica de 2008 y cada día más lanzaba mensajes hacia la parte de la sociedad que más está sufriendo esa crisis económica de la que ya se está señalando como responsabilidad total al PP. Y se defienden aplicando marcos comunicativos que hasta ahora le pertenecían a la izquierda.

La derecha acepta que los niños pasan hambre y hay que resolver ese problema como sea. Asumen que el desempleo es letal para la sociedad y que hay que cuidar los mensajes dirigidos al colectivo desempleado.

Otra cosa son las medidas que toman los que gestionan, siempre explicadas desde la óptica de que son menores a las que les obligan tomar desde Europa, un ente que nos parece malísimo y complicado. Si molesta escupir sobre Europa se hace sobre Alemania, sobre el FMI, sobre la Troika o sobre los hombres de negro. Ejemplos de lo lejos que pillan los enemigos de nuestros problemas particulares.

Este es un mensaje claro de la derecha en estas semanas: “Yo no soy el que crea la pobreza; yo, al contrario, logro que los malos sean menos malos y que se cree enpleo”.

Este es un mensaje claro de la izquierda actual: “Todo lo malo que sucede es culpa del capitalismo o de la ideología liberal conservadora o de los poderes ocultos que son los que de verdad gobiernan”.

Ambos mensajes son falsos (o verdaderos) como mensajes globales, pero son los que interesa trasladar. Y la sociedad cada vez más se va dando cuenta de las manipulaciones. Simplemente por que no se quiere correr el riesgo de informar, de comunicar con espíritu formativo.

La sociedad no es tonta como pretenden y lo que solicita es MÁS comunicación buena, simplemente aséptica, natural y auténtica. Información sin cocinar, simplemente porque somos adultos y ya la cocinaremos nosotros mismos.

Sería más lógico decir:

 Gran parte de nuestras reformas actuales vienen marcadas por los dueños de la deuda, pues sobre todo quieren cobrar lo que nos prestaron.

 Nosotros no queremos enfrentarnos a los que tienen los dineros en billetes o en nuestra deuda, pues seguimos necesitando más préstamos añadidos.

 Nuestra labor política es limitada y nuestra responsabilidad compartida, pues si bien el PSOE gobernó en el estallido de la crisis, el PP gobernaba muchas Comunidades Autónomas y controlaba los bancos y las grandes empresas.

 Actuamos con los recortes contra las clases medias y trabajadoras porque son las únicas que se dejan o no pueden defenderse, o incluso son las que pueden pagar los platos rotos sin pasar hambre.

 Actuar contra las Clases Altas no supondría ingreso adicional si antes no cambiamos drásticamente algunas leyes, pues los mejores asesores no los tienen Hacienda sino esas Clases Altas.

 Hay que gastar mucho menos pues no somos capaces de aumentar los ingresos. O aumentamos los impuestos o consumimos más en local, o no podemos depender tanto del exterior.

 Estamos devaluando la moneda por la puerta de atrás, rebajando sueldos e intentando controlar el IPC; es un sistema lento y duro, pero no podemos hacer otra cosa pues ya no podemos imprimir billetes como hace unas décadas.

 No sabemos en qué momento saldremos de esta, pero si actuamos divididos todos, saldremos más tarde.

 Algunos saldrán más fuertes y la inmensa mayoría de ciudadanos mucho más débiles de esta crisis.

 No, no sabemos crear empleo. El Gobierno no sabe crear empleo, excepto si es capaz de convencer de que el empleo público cuesta mucho dinero, a veces no funciona bien y hay que pagarlo con más impuestos.