Páginas

Buenas tardes vecinos lectores

Desde este momento, tienes a su disposición una nueva ventana en donde podremos escribir penas y dolores, risas y alegrías.

Es hija de una buena ventana. Abrir ventanas es muy sencillo. Cerrarlas también. Lo complejo es saber mirar, dejar entrar el aire sin que te duela la pena por el que sale y se va.

Siempre que abrimos una ventana, se nos escapa parte de nuestra respiración.

Por ella.