Advierto que esta entrada es más una brevedad humorística y curiosa que otra cosa y menos que nada económica (será porque es la jornada  de reflexión y nos da por pensar…), o tal vez si se pueda aplicar a las leyes escondidas de los dineros.
Mi idea ha sido intentar asociar las tres  leyes de Newton a otras tres leyes económicas básicas. La verdad es que  no ha sido muy difícil, y no he tenido que usar mucho la imaginación  para ir dando cuerda a las posibilidades que aparecían.
La primera ley de Newton dice así: Todo cuerpo persevera en su estado de reposo o movimiento uniforme y rectilíneo a no ser que sea obligado a cambiar su estado por fuerzas impresas sobre él.
Que podemos reescribir como: Todo agente  económico persevera en su estado económico a no ser que sea obligado a  cambiarlo por fuerzas externas impresas sobre el.
Parece básico, pero no lo es tanto. Como  en la física, al firmar esta primera ley estamos diciendo que en el  movimiento no entra la aleatoriedad. Si algo se mueve, es porque viene  precedido por una fuerza. Si un agente económico cambia su patrón de  consumo, se debe, por ejemplo, a que han cambiado los precios o la  renta. Implica que los agentes se mueven mediante incentivos, y que,  dado un estado económico externo, el proceso racional y optimizador le  llevará siempre a la misma decisión. Esto implica que se puede formular  matemáticamente (por el uso de la lógica y la no aleatoriedad/existencia  de endógenas y exógenas) el movimiento del sistema económico.
La segunda ley de Newton dice: el cambio de movimiento es proporcional a la fuerza motriz impresa y ocurre según la línea recta a lo largo de la cual aquella fuerza se imprime.
Aquí voy a hacer algo de trampa, y voy a  saltar a la formula que expresa la segunda ley: F=ma. O, generalizada  para una masa no constante: p=mv.
Si a la masa monetaria la denominamos la  masa del sistema, y v a la velocidad de circulación del dinero, y  partimos de la teoría cuantitativa del dinero (PY=MV), el momento p,  será la cantidad total producida por sus precios.
La fuerza, definida como la derivada del momento, será por tanto el crecimiento del sistema económico.
La tercera ley de Newton dice: Con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria: o sea, las acciones mutuas de dos cuerpos siempre son iguales y dirigidas en sentido opuesto.
Esta está claro que se refiere a que por  cada compra que se realiza, está implica una venta. La doble  contabilidad de un sistema implica que, por cada acción de un agente en  la transacción económica, otro agente se vea envuelto en la compraventa.  Si uno paga, otro cobra, si uno compra, otro vende.