Páginas

Las bombas españolas no tienen efectos secundarios

Es tranquilizador que a la sociedad nos traten como a imbéciles, eso nos hace sufrir mucho menos, ser más felices a costa de que nos mientan. Es simpático ver como en el siglo XXI todavía disfrazan la verdad para no darnos disgustos. Ahora ha sido Borrell advirtiendo que las 400 bombas que vendemos a Arabia Saudí no van a producir efectos colaterales, que es tanto como decir que son muy eficaces y que solo matarán allí donde caigan. Un alivio. Las bombas son para matar y destruir, no sirven para hacer paella ni para fabricar escuelas.

Todo nos lo quieren disfrazar por nuestra tranquilidad. Sería más lógico y adulto que se nos dijera que las bombas hay que venderlas, sabiendo que van a matar, porque necesitamos dinero para hacer funcionar España. Y que parte de nuestra industria nacional sirve para eso, para matar. Pero eso igual nos hacía sentirnos mal como españoles de bandera. Mejor así, que se nos trate como a niños, que al fin, es lo que parecemos ser como grupo social.