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El otoño y las depresiones

En otoño el cuerpo se apaga, el tono vital baja en las persona como en los árboles y el peligro de que se agraven los síntomas de una pequeña depresión son mayores.
Es un tiempo en el que debemos cuidar nuestros pensamientos, nuestra forma de encarar la vida, nuestra energía vital.
Si tenemos problemas, si notamos un exceso de pérdida de ganas por las cosas que nos rodean, por la vida que nos envuelve, debemos acudir al médico de familia para que nos asesore.
Tras todos los otoños, vienen las primaveras radiantes y llenas de enegía. Es cuestión de saber aguantar el tirón unas semanas.
Y sobre todo no sufras en silencio. Habla con tus allegados.