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El prosumidor y la economía sumergida. Cosas muy diferentes

Los prosumidores no tienen nada que ver con el mercado negro, con la economía sumergida. Si usted llama a un fontanero y le paga sin factura, su acción está dentro de la economía monetaría, ilegal pero monetaria.

Pero los prosumidores no pagan con dinero, simplemente dan las gracias o esperan el intercambio.

Cuando una pareja cuidan durante años a su nuevo hijo están haciendo prosumismo, la tarea de educar, cuidar, limpiar a un hijo se puede encargar a otra persona, y de hecho algunas familias lo hacen liberando de este servicio a los padres. Ya, lo sabemos, muy pocas, pero las hay.

Nuestro servicio hacia los hijos dura años, y es un trabajo que hacemos para unos seres adorables que no son nuestros, perteneces legalmente al Estado. 

Nosotros los educamos, los cuidamos pero si no nos comportamos bien con ellos, el Estado vela por su cuidado y nos retira la custodia. Estamos trabajando sin remuneración por amor, y debemos conocer esa realidad para poder ampliarla o no.

El mundo no podría funcionar sin el trabajo de los prosumidores. 

Casi todos los licenciados en medicina atienden a enfermos todos los días de manera gratuita. Sí, en su consulta privada. 

Y no solo a amigos, sino también a conocidos, a personas con problemas y una economía débil, a amigos de amigos. Con el excedente que cobran en unas visitas, pueden atender gratis a otras visitas. Y no lo dicen.

El prosumidor suele ser una persona callada, no comenta lo que hace, simplemente cree que debe hacerlo y no piensa más.

Todos somos prosumidores, todos trabajamos varias horas todos los días en la economía prosumista. Potenciarla es ampliar los beneficios de una sociedad que avanza para todos.