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En la vida hay que hacer locuras

Nuestra vida, la nuestra, es nuestra.
Así de sencillo.
La libertad de cada uno es nuestra.
Somos dueños de nuestra vida.
Esto es malo y bueno. Depende.
De momento yo les propongo que en su vida, al menos, hagan dos o tres locuras.
La edad adulta es un excelente momento para hacerlas. Ya, le entiendo, piensa que es imposible.
Pues no.
Si no hace locuras antes de los 65 años, le pesará como una losa en la vejez, así que aproveche.
Ese viaje que siempre ha deseado, un año sabático para no hacer nada, esa compra que siempre deseó, un viaje en solitario, una afición escondida, una asignatura pendiente.
Es cierto que con los años hay muchas cosas que nos atan, pero también que se goza de más fuerza para saber plantearnos la vida con calma pero con firmeza.
¿Qué locura escondida es la suya?
Cuéntenoslo, por favor, aunque sea de manera anónima.