Páginas

La pared que compartían Michelín y Cristo en Vitoria

Aun sin saber los autores, cualquier poema nos dice lo mismo, aunque queda en nuestro olvido su nacimiento, incapaces de seguir buscando más detalles de su maestría.  No conocer al autor supone no poder seguirle, no adivinar sus intenciones totales, no poder saber si continuó por el mismo camino o se quedó atascado en alguna vereda con curva pronunciada.
Este montaje de pared curiosa y gris, no figura en mis notas con el nombre de su autor. Sé que lo pillé en un viaje por Vitoria, que me impresionó su maestría y atrevimiento y que lo pillé para mi recuerdo. Pero cometí el error de no apuntarme el nombre del autor. Es un anónimo embutido en la ignorancia de un error propio. Pero no me diréis que no es chula la composición de ídolos, cristos y colores. La imagen es de Julio Puente.