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La veo cuando voy a pasear en busca de murciélagos heridos

La observo muchas noches, cuando voy a pasear en busca de murciélagos heridos. La veo sin negro envolvente en las mañanas de reuniones amigables. La disfruto cuando voy de fiesta o cuando en compañía de mi santa nos dirigimos al centro a comprar cosas nuevas.

Es como una silueta que nos dice donde estamos, hacia donde vamos, incluso y por qué no, desde donde venimos. Es el emblema, la marca de la casa, el sentido de las calles, el punto.
Me gusta de noche pues llena todo con su brillo; y por que asombra a los que la ven de entrada o de salida. Sin ella no seríamos igual en mi pueblo, lo sabemos todos.