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Y el pan se hizo vicio y volvimos a enamorarnos de los panes

Y se hizo el pan y nos los mandaron desde los cielos y ya pasados los siglos los propios panaderos decidieron que se podía crear decenas de clases diferentes de panes, para delicia de sus clientes consumidores, que así amaron más a sus dioses que habían logrando mandarles los panes desde los cielos. 

Panes de colores, de formas, de sabores, de durezas o texturas distintas. Panes que se ponían duros enseguida o tardaban días en hacerlo, panes para untar o para bocadillos, panes para saborear o para pasar desapercibidos, panes contundentes o panes flojos, panes de distintas harinas o con añadidos varios para darles sabor, panes rajados o con formas, panes redondos o alargados, panes gruesos o planos, panes caros o baratos. Panes, panes, colines, barras, hogazas, espigas, panes, panes.
Y la noche volvió entre nosotros y la luz dela luna siguió alumbrando a los panaderos para que pudieran seguir haciendo sus panes. Imagen de Julio Puente