![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUxga-QVnhu8KwXLrvOH_2Rs-uGoPG2kgLkt_6Ju2SlGNRf511erw17m7_h5vdHIRRQyTk4cvjQ5KdNg0T0j9T4dqhDikoPlAxBcw6AiskUb9DZUXsphNhk-N2etuvXOtuu7ccSzVv1ZR0/s400/carlos+fuentes.jpg)
Entonces me di cuenta que la disciplina era fundamental, que había que sentarse a trabajar, que los libros no se escriben solos y que hay que tener un método de disciplina para escribir, lo cual excluía un culto a la inspiración.
Yo no creo en la inspiración.
Oscar Wilde decía: el trabajo literario es 90% nalgas y 10% inspiración. Es sentarse a trabajar. Esperar la inspiración es esperar lo que nunca va a suceder.
Pero hay mucha gente que está esperando la inspiración y ni escribe ni hace nada.
Yo no creo en la inspiración.
Oscar Wilde decía: el trabajo literario es 90% nalgas y 10% inspiración. Es sentarse a trabajar. Esperar la inspiración es esperar lo que nunca va a suceder.
Pero hay mucha gente que está esperando la inspiración y ni escribe ni hace nada.
De la revista Psichologies, número 33