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Debemos aprender a recordar como sabios, sin añoranza

Recordar es a veces añorar y pensar que hemos dejado lo bueno para estar en lo regular, puede incluso ser sufrir pero también debe ser gozar con el recuerdo que ayudaste a construir y que si es bueno lo es por tu responsabilidad.
Recordar es sin duda volver a vivir, es convivir ligeramente con el pasado, puede ser incluso añorar o un pequeño ejercicio de autoestima si los recuerdos son muy positivos. Recordar es sano si se hace con la calma y el convencimiento de que lo pasado sirvió para ir construyendo este presente que tenemos hoy, que sirve para seguir avanzando en la vida, para dejar huella.
Debemos recordar el pasado sobre todo para saber edificar nuestro presente, evitando los errores que nos pueden rodear empleando la experiencia de una parte de la vida ya utilizada en aprender.
Sabemos recordar como sabios, pues la vida intenta no utilizar la añoranza como una herramienta de pena, de dolor. Lo pasado ya está agostado, ahora queda disfrutar del presente responsable.