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Aprender a seleccionar personas para equipo

Todos queremos tener en nuestros equipos a personas muy válidas, ganadores netos, líderes muy preparados, capaces de resolverlos todos los problemas. Es decir, todos queremos lo imposible…, si además no sabemos buscarlo y encontrarlo.

Hay que mirar más lejos que en las necesidades actuales que tenemos que cubrir. Y para ello debemos buscar en las habilidades presentes de los candidatos y en las posibles necesidades que vayamos a tener en el medio plazo, para ver si se cumplen ya en las personas que vayamos a incorporar a nuestro equipo.

Para eso es fundamental intentar conocer su personalidad, su capacidad de adaptación, de aprendizaje, de incluso ascender dentro de la propia empresa que ya tenemos configurada. Hay que saber su grado de conflicto o de empatía, sus habilidades sociales para adaptarse a diversos entornos de trabajo, sus capacidad para dominar nuevas tecnologías, su motivación presente y futura, su forma de relacionarse con sus compañeros anteriores, con sus jefes y por ello su forma de entrar y salir de las anteriores empresas, la forma de gestión que ha realizado con sus crisis de empleo y con sus tiempos libres y muertos en su carrera profesional, incluso su capacidad de gestionar su propia insatisfacción laboral.

La experiencia sirve y mucho, pero no es un valor de futuro. Sobre todo si es una experiencia alta pero en pocas cosas. Y tampoco sirve esa capacidad para cumplir con los trabajos en su tiempo, sino la capacidad de saber gestionar las diferentes velocidades y presiones, sin perder la calidad del servicio.