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La depresión, el estrés, los problema cardíacos y los ictus se comunican

Cada día se insiste más en la soledad y la pena que acaba en depresión de diversos grados producida por la vida que nos va transformando, por aquella parte de la vida que se adueña de nosotros sin poderlo evitar y que nos va rompiendo por dentro.

Y cada vez más se está en el convencimiento de que la depresión o el estrés excesivo producen problemas cardiológicos graves que pueden ser el gran problema de salud para el futuro de nuestras vidas, una vez hayamos resuelto los episodios depresivos o de estrés.

La tristeza profunda en todos sus grados nos afecta a la salud física además de a la mental. Lo sabemos los que en algún momento de nuestras vidas hemos parecido episodios depresivos. Como sabemos que el primer punto débil de nuestro organismo ante estos problemas es el corazón. Pero no el teórico corazón del amor, sino el corazón real como motor de nuestro cuerpo. Los cardiólogos saben muy bien de la unión entre problemas mentales por depresión y ansiedad y problemas cardiovasculares.

Cuanto más profunda se vaya haciendo la depresión más posibilidades tendremos de desarrollar una enfermedad cardíaca irreversible o crónica. Es un gran factor de riesgo cardiovascular nuestra forma de admitir la vida que nos ha tocado, lo cual no quiere decir que por ello debamos asustarnos, si no resolver las situaciones. Algo que para el depresivo severo le importa más bien poco y ese es otro factor de riesgo añadido.

Tan malo es la depresión profunda, la tristeza patológica, como la ira brusca que constantemente se descarga. En todos los casos además de un abandono de la salud en general, de nuestros hábitos saludables de vida, hay una descargas constante de hormonas de diversos tipos que ayudar a bloquear las defensas ante problemas cardíacos o ictus cerebrales. 

Los tratamientos adecuados que tengan en cuenta todas las asociaciones de los problemas de salud son imprescindibles. Cada vez más sabemos que no hay enfermedades sino enfermos, que rara vez surge una enfermedad suelta pues suele ir acompañada de factores de riesgo y más enfermedades asociadas.