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Reacción o revolución. Siempre es lo mismo

Contra toda acción existe una revolución, de forma automática, pero sin que sea inmediata y sin saber de qué tamaño o forma. Acción = Reacción. Esto es tan viejo como el mundo. Así que tras las izquierdas que se creyeron de izquierdas…, crecieron las nuevas derechas empujadas por la necesidad social de hacer caso a lo inevitable. Otra vez acción = reacción.

Nacen o renacen y se engordan las nuevas derechas, los neoconservadores, los neoliberales, los neocapitalistas, mientras la izquierda se hunde convencida de que no fueron capaces de cambiar el mundo. Y es verdad, pero todo es cuestión de óptica, de táctica, de aprender a ver o incluso a querer ver. Es necesario que ahora aprieten y mucho los neocon para que resurjan las izquierdas con fuerza.

El truco está en el poder de la fuerza, en pasarse o no llegar en la frenada, en saber dominarte a ti mismo cuando gobiernas, para no dejar espacio al nacimiento de lo contrario. Una acción suficiente pero que no exija que tenga que nacer la reacción. Y no hablo de una tercera vía, ni tampoco de entenderse con los contrarios para que estos no se enfaden, pues eso es imposible y no válido. Hablo de saber entender cada jugada, cada momento, y actuar pensando en el futuro.

Contra la ACCIÓN de Cataluña declarando la Independencia, que es el sumo logro que se pretendía desde el campo de la independencia, surge la REACCIÓN del españolismo contundente empleando a los jueces como valedores del orden. Hace un siglo se hubiera empleado al estamento militar. Ahora al menos hemos sido capaces de reaccionar con la judicatura.

Pero esto mismo sirve para la lucha de clases, para los problemas sociales de cualquier campo global, para entender qué se puede y debe hacer y qué hay que hacer con la mesura de la inteligencia social. Da igual el siglo XIX, el 68 o el 2011. Da igual la Globalización del siglo XXI o la del XVI. Siempre quien pierde reacciona para aprender a ganar. Y eso es bueno, pues así vamos mejorando como especie. Siempre y cuando lo que se pierda sea controlable y superado por lo que luego se gana.