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Estética Genital ¿De verdad es el futuro del sexo?

En los últimos diez años ha crecido mucho la estética genital, como otra forma más de creer que para sentirse bien hay que verse bien en el espejo. Volvemos a dar otro paso más en primar lo estético cuando la realidad es que la importancia para sentirse bien uno mismo o sentirse bien en la relación con más personas no es algo que depende del físico, sino del fondo moral, personal, mental, de capacidad para compartir y relacionarse con personas.

Ahora estiramos el pene, blanqueamos zonas genitales aunque de momento no hemos pensando en ponerle colores excepto si nos ponemos tatuajes de cualquier tipo, recortamos lo que cuelga o lo estiramos más, intentamos tener zonas sexuales de personas jovencitas pero no somos capaces de tener mentalidades válidas con arreglo a nuestra edad real.

Es una manera de gastarse el dinero si se tiene, otra manera de separar a las clases sociales pues mientras hay personas que luchan por comer otras luchan por blanquearse el ano. Son distintos conceptos de la vida. 

El pene lo alargamos, lo tensamos, lo engordamos con grasa de la tripa, lo cambiamos de color, lo depilamos o lo tatuamos con frases en chino o con monstruos variados. ¿Estamos locos?

Somos libres de hacernos lo que nos venga en gana, faltaría más. Pero tenemos que saber que mientras a unas personas les salen pelos en el culo a otras personas las operan con la foto de una revista porno en la mano para parecerse en el culo o en la vagina a la actriz de la imagen. 

Y que con todos ellos, los de los pelos o los del ano blanquito, nos vamos a tomar cervezas sin saber quién es quien. ¿No nos estaremos haciendo un lío mental, una sopa con los sesos? Más sexo natural y menos sexo de plástico