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Patio privado con mirada furtiva a la puerta


Vi este patio privado en Vitoria y me gustó su luz y la composición. 
Era otoño pero no lo parecía pues la luz era intensa y cálida. 
Me quedé con el sabor de la duda, pues no entendía bien qué hacían estos elementos en un patio particular de una casona distraída en la gran ciudad. Pero me lo quedé, para seguir revisando su intención. 
Todavía no he encontrando al duende que seguro habita en sus intenciones.