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Los milagros no existen. Si acaso la suerte, que es más fácil


No esperes milagros, si acaso suerte. Si tienes la necesidad de resolver un problema, de encontrar una solución o una luz que te alumbre el camino, no esperes un milagro, simplemente no existen. 

Trabaja, piensa y recapacita, analiza las posibilidades de encontrar soluciones. Serás tú quien las tenga que encontrar, no esperes milagros que te vengan desde recónditos lugares. Trabaja en las soluciones y búscalas. 

Pide ayuda y consejo; tus amigos o compañeros de vida son muy útiles. Solo existe la suerte a la hora de que te entreguen las soluciones ya formadas. Pero si quieres aprovecharte de la suerte, recuerda la frase muy recordada, de que te tiene que pillar trabajando. Sólo tú dependes de ti.