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Solo portan niños y agua en bidones. No llevan el pasado

Esta imagen refleja perfectamente la soledad y la tristeza del desplazado por las guerras, del que tiene que huir de sus ciudades, de sus tierras para salvar la vida, escapando con lo mínimo para sobrevivir que suele ser casi siempre agua.

Los padres llevan a sus hijos agotados encima de sus cuerpos rotos por la huida sin rumbo ni futuro. Saben que el resto del mundo no les están ayudando aunque parezca lo contrario, pues la realidad es que ellos tienen que verse en los desiertos cargados con bidones de agua potable simplemente para beber. No tienen más, no portan más de su vida anterior. Como si nunca hubiera vivido.

Son refugiados yazidíes que huyen de la ciudad iraquí de Sinjar por haber cometido el enorme pecado de ser católicos. Escapan hacia Siria, otro país lleno de problemas, que no les podrá resolver sus problemas de miseria. El resto del mundo miramos esta fotografía de Rodi Said publicada enEl País pensando que estas personas son imposibles.